Victoria Galardi despide la competencia donostiarra con un toque de humanidad

por © Carolina G.Guerrero (S.Sebastián)-NOTICINE.com
Victoria Galardi
Victoria Galardi
La joven y atractiva cineasta argentina Victoria Galardi, cuya intensa mirada y sonrisa amplia desarman, ha puesto junto al chino Liu Hao el punto final a la en general gris y decepcionante selección oficial del 58 Festival Internacional de Cine de San Sebastián, que este año ni siquiera tuvo el olfato de captar como otros las mejores cintas de Toronto, y se quedó con algunas de sus mediocridades.

Llovía abundantemente esta mañana de viernes, mientras en el interior del Kursaal, se proyectaba la película de nacionalidad argentina "Cerro Bayo", dirigida por Victoria Galardi (es su primera cinta como directora en solitario, ya que la primera, "Amorosa soledad" fue correalizada por Martín Carranza). En el reparto destacaban Verónica Llinás y la mexicano-norteamericana Adriana Barraza (nominada a un Oscar, por "Babel").

"Cerro Bayo", es una zona turística de invierno, allí, en temporada baja, viven sólo los autotóctonos, entre ellos una abuela que sorprende a todos con su intención de suicidarse.
pero no muere, queda en coma prácticamente irreversible, y el comportamiento de los hijos y nietos de esta mujer son la esencia de la historia.

Aquí se habla de las mezquindades humanas, que salen a relucir en circunstancias determinadas, ese lado oscuro, de cada uno de ellos. Marta, la hija que vive en el mismo pueblo, se ocupará de la madre y es la única que realmente tiene sentimientos de ternura y preocupación por ella. Mercedes, la otra hija que viene de la capital, es egoísta y sólo piensa en sacar beneficio de toda esta trágica situación, sin importarle lo mas mínimo, lo que le ha ocurrido a su madre.

Luego están los nietos: la niña mona, que aspira a ser modelo profesional, y pone la nota cómica entre todas estas desgracias. Su objetivo es conseguir un premio de belleza, y para ello tiene que superar cierto inconveniente. Según ella tiene una expresión muy tensa en su cara que sin duda se suavizaría si lograra sentir un orgasmo, el primero de su vida, y por todos los medios intenta poner remedio a esta situación. También está el nieto que se dedica a practicar deportes de invierno y necesita dinero para realizar un viaje a España, sin preocuparse demasiado de los métodos para conseguirlo.

Todo el mundo va a lo suyo sin preocuparse en absoluto de esa abuela que esta muriendo sin que a nadie le importe.

La directora comentó en la posterior rueda de prensa, que si quieres crear un conflicto en el cine "no tienes más que sentarte en una mesa familiar". Aunque esta tragicomedia -especificó- no es autobiográfica, sí refleja muchas cosas que le son familiares y que ella ha vivido como testigo. Se confesó como una especie de vampira de la realidad, y que sus diálogos y giros están "robados" de familiares, amigos, o de las personas "de la mesa de al lado".

La acogida aquí ha sido buena para una de las pocas cintas foráneas presentadas como estreno mundial en el marco del certamen donostiarra.

Curiosamente también vivió su presentación internacional la china de Liu Hao "Addicted to love" (Adicto al amor), otra cinta con protagonistas ancianos, que en esta ocasión intentan recuperar el intenso amor de su juventud que quedó truncado. El protagonista es un hombre mayor, ya jubilado, que vive solo, aunque tiene hijos y nietos que le visitan cotidianamente. Un día cualquiera se topa con su primera novia, y comienzan a verse, aunque desde el principio contaran con la desaprobación total de la hija de la anciana, que estará entorpeciendo continuamente sus encuentros.

El viejo intentara por todos los medios seguir viéndola, y en esos encuentros, estimulará su mente con acertijos y recuerdos para que así el Alzheimer que esta padece no la haga olvidar y poder retener sus facultades mas tiempo. Finalmente el también sufrirá los devastadores efectos de la vejez en sí mismo. Otra película mas que toca de cerca el tema de la muerte y el deterioro humano, temas redundantes en esta cosecha 2010.

Aunque en opinión de muchos algo lenta, no ha disgustado del todo esta cinta oriental.

Así pues, ya esta todo el pescado vendido, y hay opiniones para todos los gustos, aunque por los pasillos emerge el título de la catalana "Pa negre", de Agustí Villaronga, como posible candidata a la Concha de Oro, o tal vez "Neds", del escocés Peter Mullan, o la simpática "A casa por Navidad", que tampoco defraudó, pero aventurarnos seria difícil. Ha faltado la gran obra maestra aunque el drama infantil de postguerra del cineasta mallorquín bien podría ser la mejor -y más comercial- cinta de su carrera.

Esta ha sido una edición con pocos grandes nombres, y algunos de ellos, como Sayles o Ruiz, no acabaron de convencer, el primero por cierta torpeza y el segundo porque lo que ha presentado aquí nunca debió ser elegido, ya que no es sino una edición reducida de una teleserie, que fuera de festivales es harto improbable que llegue a proyectarse en cines por su inviable duración (casi cuatro horas y media).