El cine cubano y latinoamericano lloran a Julio García Espinosa
- por © Verónica Orea-NOTICINE.com
Julio García Espinosa, uno de las principales figuras cinematográficas en Cuba, ha fallecido en La Habana a los 89 años, según confirmaron las autoridades y familiares. El cineasta fue uno de los fundadores del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), y de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano junto a destacados personajes como Gabriel García Márquez, además de presidir el ICAIC y el Festival de La Habana, así como dirigir la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los baños. Siguió con su cámara al ejército rebelde durante la Revolución, y años después sería viceministro de Cultura. Además, en 2004 recibió el Premio Nacional de Cine por su trayectoria. Sus documentales y largometrajes de ficción lo sitúan como una de las figuras más importantes de la cultura cubana.
Estudiante de cine en el italiano Centro Sperimentale di Cinematografía de Roma, donde también estuvo "Titón" Gutiérrez Alea, García Espinosa se convirtió en un icono histórico del séptimo arte cubano. Su cortometraje "El Megano" (1955) fue catalogado como principal antecedente del nuevo cine de la mayor de las Antillas. Además de ser una de las figuras emblemáticas del ICAIC y su presidente desde 1983 a 1991, también se desempeñó como director del Festival Internacional del Nuevo Cine latinoamericano de La Habana entre los años 1982 y 1990 mientras ocupaba, también el puesto de Viceministro de Cultura de Cuba (1982-1990). Incluso, el cineasta dirigió la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños (2004-2007), situada a las afueras de La Habana y también dirigió el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. También le fue concedido el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Concorde de Canadá.
Pero su trabajo no sólo se centró en la dirección y realización de películas. García Espinosa fue partícipe en la elaboración de los guiónes de importantes títulos cinematográficos cubanos como "Lucía" (1968), de Humberto Solás y "La primera carga al machete" (1969), de Manuel Octavio Gómez. El cineasta cubano dirigió seis largometrajes de ficción, entre ellos "Cuba baila" (1959), "Aventuras de Juan Quinquín" (1961), "La inútil muerte de mi socio Manolo" (1989) o "Reina y Rey" (1994)
Su obra ensayística también se ha convertido en una parte imprescindible de la historia del séptimo arte cubano, especialmente con el manifiesto de 1969 "Por un cine imperfecto", considerado como un punto determinante dentro de la historia del cine cubano y de Latinoamérica. "Un verdadero artista está dispuesto a correr todos los riesgos si tiene la certeza de que su obra no dejará de ser una expresión artística. El único riesgo que él no acepta es el de que la obra no tenga una calidad artística", señala el cineasta en dicho ensayo.
Julio García Espinosa deja un importante legado en material cinematográfico en los distintos ámbitos de los que se ocupó. Sus películas, guiónes y ensayos se ha convertido en material de referencia obligatorio para aquellos que se introducen en el mundo del cine y, en general, para todo amante del séptimo arte.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.
Estudiante de cine en el italiano Centro Sperimentale di Cinematografía de Roma, donde también estuvo "Titón" Gutiérrez Alea, García Espinosa se convirtió en un icono histórico del séptimo arte cubano. Su cortometraje "El Megano" (1955) fue catalogado como principal antecedente del nuevo cine de la mayor de las Antillas. Además de ser una de las figuras emblemáticas del ICAIC y su presidente desde 1983 a 1991, también se desempeñó como director del Festival Internacional del Nuevo Cine latinoamericano de La Habana entre los años 1982 y 1990 mientras ocupaba, también el puesto de Viceministro de Cultura de Cuba (1982-1990). Incluso, el cineasta dirigió la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños (2004-2007), situada a las afueras de La Habana y también dirigió el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. También le fue concedido el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Concorde de Canadá.
Pero su trabajo no sólo se centró en la dirección y realización de películas. García Espinosa fue partícipe en la elaboración de los guiónes de importantes títulos cinematográficos cubanos como "Lucía" (1968), de Humberto Solás y "La primera carga al machete" (1969), de Manuel Octavio Gómez. El cineasta cubano dirigió seis largometrajes de ficción, entre ellos "Cuba baila" (1959), "Aventuras de Juan Quinquín" (1961), "La inútil muerte de mi socio Manolo" (1989) o "Reina y Rey" (1994)
Su obra ensayística también se ha convertido en una parte imprescindible de la historia del séptimo arte cubano, especialmente con el manifiesto de 1969 "Por un cine imperfecto", considerado como un punto determinante dentro de la historia del cine cubano y de Latinoamérica. "Un verdadero artista está dispuesto a correr todos los riesgos si tiene la certeza de que su obra no dejará de ser una expresión artística. El único riesgo que él no acepta es el de que la obra no tenga una calidad artística", señala el cineasta en dicho ensayo.
Julio García Espinosa deja un importante legado en material cinematográfico en los distintos ámbitos de los que se ocupó. Sus películas, guiónes y ensayos se ha convertido en material de referencia obligatorio para aquellos que se introducen en el mundo del cine y, en general, para todo amante del séptimo arte.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.