Darío Mascambroni comparte su experiencia en Berlín con "Primero enero"
- por © Jon Apaolaza (Berlín)-NOTICINE.com
Presentada en la sección infantil y juvenil de la Berlinale, Generation, "Primero Enero" marca la puesta de largo internacional del drama paterno filial del argentino Darío Mascambroni, tras ser premiado meses atrás en el BAFICI porteño. En charla exclusiva con NOTICINE.com, el cineasta cordobés nos desvela la parte más personal de su inspiración, su próximo proyecto y la dificultad de rodar lejos de la capital federal.
- ¿Cómo describiría "Primero Enero"?
Es una película argentina, cordobesa, que cuenta la historia de un padre y su pequeño hijo, y un último viaje a una casa familiar en la sierra, ya que esa casa tiene que ser vendida a raíz del divorcio del padre. La película narra y construye esa convivencia de 2 o 3 días en la que se ven obligados a compartir tiempo, y ya empiezan a surgir sus distintas maneras de ver el mundo.
- ¿Cómo surgió la inspiración para crear esta historia?
El punto de partida creo que son los personajes, me refiero a los actores, que la protagonizan, sobre todo el niño, que es mi primo. Ellos son padre e hijo en la vida real y al mismo tiempo son mis parientes. Yo conozco mucho a Valentino, y la historia nace con él, nace sobre su verdadera personalidad. A raíz de él y sobre él es que construimos la historia que contamos.
- Es decir, que es una película que tiene mucho de biográfico, de real...
Sí, sí, de hecho el rodaje fue por momentos muy similar a lo que sería hacer un documental.
- Imagino que eso daría lugar a la improvisación de sus actores...
Totalmente. Hay muy poca construcción de personajes. Son más interesantes ellos como personas que lo que podíamos diseñar en la ficción.
- ¿Pero tuvieron guión?
Sí, hubo, pero tampoco fue un guión convencional de 90 páginas y con un desarrollo… Simplemente pensamos en determinadas situaciones, en una estructura simple, un punto de partida, y un destino hacia donde dirigir la historia, y construimos mucho en rodaje. No, no fue un gran trabajo de guión.
- ¿Que diferencias ha encontrado en la acogida de la película aquí en Berlín con la que tuvo en su debut en Buenos Aires con el BAFICI?
La verdad es que la diferencia más grande es lo que tiene de interesante nuestra sección aquí en Berlín, que es laoy Generation KPlus, direccionada a un público infantil. Entonces, del publico, un 80% son niños de entre 6 y 12 años. Así que fue realmente muy extraño y al mismo tiempo muy bueno, ver como niños veían la película, la pensaban y al final se quedaban a hacer preguntas. Muchas, muchas preguntas. Han sido las funciones con preguntas más raras que hemos tenido, así que estamos muy contentos con eso
- ¿Por dónde iban sus dudas?
Yo creo que lo más lindo es que les interesaba mucho lo que no se terminaba de contar en la historia. Como que quedaban con muchas ganas de saber. Incluso alguno preguntó si iba a haber una segunda parte, cuando en realidad no es una película que de mucho para una segunda parte...
- ¿Cómo cree que ha cambiado la mirada infantil al cine desde que usted fue niño hasta hoy?
Principalmente hoy en día para un niño es más fácil acceder a todo tipo de contenido audiovisual. No digo todo tipo de películas porque realmente estos espacios como el que propone el Festival de Berlín, una sección dedicada al público infantil, pero no con películas netamente infantiles, porque la nuestra de hecho no lo es. Creo que son grandes oportunidades que tal vez cuando yo era niño no existían, o que existen en algunos lugares del mundo pero no en todos lados. Me parece super importante esos espacios.
- Generation es un apartado competitivo. ¿Qué significaría ganar un premio como ocurrió en el BAFICI?
En realidad yo creo que se haría como un plus sobre participar, porque en realidad nosotros aprendemos de mostrar la película. El premio es algo agregado. Nosotros la película la estrenamos el miércoles, el jueves tuvimos nuestra segunda función, y este sábado va a ser la tercera. Ese es el verdadero sentido de por qué hacemos cine, no el premio, sino mostrárselo a la gente, y eso ya se lo hemos hecho.
- ¿Qué perspectivas tiene de estreno en cines argentinos?
Justo será en el mes de marzo, el día 16, vamos a estrenar en Argentina. Es una especie de reestreno porque el año pasado tuvimos estreno en Córdoba, nuestra ciudad, pero ahora va a ser un lanzamiento con algunas nuevas salas en Buenos Aires y una nueva en Córdoba.
- Se puede decir que ha tenido suerte, no suele ser fácil para los jóvenes cineastas independientes encontrar distribución...
En realidad yo creo que allanó el camino la participación en determinados festivales. Sobre todo haber ganado el premio de BAFICI que significó un apoyo muy importante para nosotros, no solamente porque la producción fue hecha sin dinero prácticamente, sino para la distribución.
- ¿Qué dificultades adicionales cree que tienen ustedes, los cineastas cordobeses, a la hora de dirigir?
Puntualmente en Argentina creo que lo más difícil es que toda la cuestión burocrática, cuando uno recibe el apoyo del Instituto de Cine, porque está muy centralizado. Hay un trabajo muy importante para federalizar la producción en el país, y eso se nota. Está muy bueno y se está filmando en toda la Argentina. Pero todo lo que tiene que ver con realizar trámites muy importantes, sigue estando muy centralizado en la capital. Esa tal vez sea la traba numero uno para alguien de la provincia.
- Creo que ya tiene en marcha un nuevo proyecto...
Sí, por suerte ahora cuando regresemos a Argentina empezamos con la preproducción de lo que sería mi segunda película como director, ya con una estructura un poco más grande, y con un guión más trabajado durante dos años. El proyecto se llama "Mochila de plomo", y lo vamos a estar rodando en mayo de este año. Cuenta la historia de un chico de 14 años que vive en una ciudad muy chica, en un pueblo, y recorre su cuidad con un arma en la mochila el día que sale de la cárcel el hombre que mató a su papá. Es un drama que narra la búsqueda de este chico. Prácticamente su búsqueda pasa por saber qué tipo de persona era su padre, porque es un chico que tiene muy poca contención. Y con el agregado del arma y todo lo que eso significa.
- ¿Hay también en ella una base de realidad o es ficción pura?
En realidad mucho de lo que tiene la historia de "Mochila de plomo" surge de historias familiares y cosas que me han contado mis padres o que yo viví cuando era chico. Puntualmente la historia principal no es autobiográfica, pero sí mucho de lo que sucede en la película. Rodaremos en una ciudad que se llama Villamaría, que está cerca de Córdoba capital.
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- ¿Cómo describiría "Primero Enero"?
Es una película argentina, cordobesa, que cuenta la historia de un padre y su pequeño hijo, y un último viaje a una casa familiar en la sierra, ya que esa casa tiene que ser vendida a raíz del divorcio del padre. La película narra y construye esa convivencia de 2 o 3 días en la que se ven obligados a compartir tiempo, y ya empiezan a surgir sus distintas maneras de ver el mundo.
- ¿Cómo surgió la inspiración para crear esta historia?
El punto de partida creo que son los personajes, me refiero a los actores, que la protagonizan, sobre todo el niño, que es mi primo. Ellos son padre e hijo en la vida real y al mismo tiempo son mis parientes. Yo conozco mucho a Valentino, y la historia nace con él, nace sobre su verdadera personalidad. A raíz de él y sobre él es que construimos la historia que contamos.
- Es decir, que es una película que tiene mucho de biográfico, de real...
Sí, sí, de hecho el rodaje fue por momentos muy similar a lo que sería hacer un documental.
- Imagino que eso daría lugar a la improvisación de sus actores...
Totalmente. Hay muy poca construcción de personajes. Son más interesantes ellos como personas que lo que podíamos diseñar en la ficción.
- ¿Pero tuvieron guión?
Sí, hubo, pero tampoco fue un guión convencional de 90 páginas y con un desarrollo… Simplemente pensamos en determinadas situaciones, en una estructura simple, un punto de partida, y un destino hacia donde dirigir la historia, y construimos mucho en rodaje. No, no fue un gran trabajo de guión.
- ¿Que diferencias ha encontrado en la acogida de la película aquí en Berlín con la que tuvo en su debut en Buenos Aires con el BAFICI?
La verdad es que la diferencia más grande es lo que tiene de interesante nuestra sección aquí en Berlín, que es laoy Generation KPlus, direccionada a un público infantil. Entonces, del publico, un 80% son niños de entre 6 y 12 años. Así que fue realmente muy extraño y al mismo tiempo muy bueno, ver como niños veían la película, la pensaban y al final se quedaban a hacer preguntas. Muchas, muchas preguntas. Han sido las funciones con preguntas más raras que hemos tenido, así que estamos muy contentos con eso
- ¿Por dónde iban sus dudas?
Yo creo que lo más lindo es que les interesaba mucho lo que no se terminaba de contar en la historia. Como que quedaban con muchas ganas de saber. Incluso alguno preguntó si iba a haber una segunda parte, cuando en realidad no es una película que de mucho para una segunda parte...
- ¿Cómo cree que ha cambiado la mirada infantil al cine desde que usted fue niño hasta hoy?
Principalmente hoy en día para un niño es más fácil acceder a todo tipo de contenido audiovisual. No digo todo tipo de películas porque realmente estos espacios como el que propone el Festival de Berlín, una sección dedicada al público infantil, pero no con películas netamente infantiles, porque la nuestra de hecho no lo es. Creo que son grandes oportunidades que tal vez cuando yo era niño no existían, o que existen en algunos lugares del mundo pero no en todos lados. Me parece super importante esos espacios.
- Generation es un apartado competitivo. ¿Qué significaría ganar un premio como ocurrió en el BAFICI?
En realidad yo creo que se haría como un plus sobre participar, porque en realidad nosotros aprendemos de mostrar la película. El premio es algo agregado. Nosotros la película la estrenamos el miércoles, el jueves tuvimos nuestra segunda función, y este sábado va a ser la tercera. Ese es el verdadero sentido de por qué hacemos cine, no el premio, sino mostrárselo a la gente, y eso ya se lo hemos hecho.
- ¿Qué perspectivas tiene de estreno en cines argentinos?
Justo será en el mes de marzo, el día 16, vamos a estrenar en Argentina. Es una especie de reestreno porque el año pasado tuvimos estreno en Córdoba, nuestra ciudad, pero ahora va a ser un lanzamiento con algunas nuevas salas en Buenos Aires y una nueva en Córdoba.
- Se puede decir que ha tenido suerte, no suele ser fácil para los jóvenes cineastas independientes encontrar distribución...
En realidad yo creo que allanó el camino la participación en determinados festivales. Sobre todo haber ganado el premio de BAFICI que significó un apoyo muy importante para nosotros, no solamente porque la producción fue hecha sin dinero prácticamente, sino para la distribución.
- ¿Qué dificultades adicionales cree que tienen ustedes, los cineastas cordobeses, a la hora de dirigir?
Puntualmente en Argentina creo que lo más difícil es que toda la cuestión burocrática, cuando uno recibe el apoyo del Instituto de Cine, porque está muy centralizado. Hay un trabajo muy importante para federalizar la producción en el país, y eso se nota. Está muy bueno y se está filmando en toda la Argentina. Pero todo lo que tiene que ver con realizar trámites muy importantes, sigue estando muy centralizado en la capital. Esa tal vez sea la traba numero uno para alguien de la provincia.
- Creo que ya tiene en marcha un nuevo proyecto...
Sí, por suerte ahora cuando regresemos a Argentina empezamos con la preproducción de lo que sería mi segunda película como director, ya con una estructura un poco más grande, y con un guión más trabajado durante dos años. El proyecto se llama "Mochila de plomo", y lo vamos a estar rodando en mayo de este año. Cuenta la historia de un chico de 14 años que vive en una ciudad muy chica, en un pueblo, y recorre su cuidad con un arma en la mochila el día que sale de la cárcel el hombre que mató a su papá. Es un drama que narra la búsqueda de este chico. Prácticamente su búsqueda pasa por saber qué tipo de persona era su padre, porque es un chico que tiene muy poca contención. Y con el agregado del arma y todo lo que eso significa.
- ¿Hay también en ella una base de realidad o es ficción pura?
En realidad mucho de lo que tiene la historia de "Mochila de plomo" surge de historias familiares y cosas que me han contado mis padres o que yo viví cuando era chico. Puntualmente la historia principal no es autobiográfica, pero sí mucho de lo que sucede en la película. Rodaremos en una ciudad que se llama Villamaría, que está cerca de Córdoba capital.
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