Producciones latinoamericanas se hacen con los principales galardones del Festival Presencia Autóctona de Montreal
- por © María G. Bravo (Montreal)-NOTICINE.com
A quienes se acercan por primera vez al Festival Presencia Autóctona de Montreal, les sorprende que una buena parte de la selección cinematográfica venga firmada por autores de América Latina. Esta 28ª edición ha seguido la línea con una apuesta decidida por la presencia de ese cine que viene desde el sur del continente y que tiene un denominador común: la creatividad y la cultura de los pueblos autóctonos. Y así se ha puesto de manifiesto en el palmarés final.
El Primer Premio Teueikan (al mérito artístico) fue para "Wiñaypacha" (Perú, 2017) de Oscar Catacora; finalista "Ex- Pajé (Ex- Shaman) de Luis Bolognesi (Brasil, 2018), que también se lleva el Premio a la mejor cinematografía. En la selección de ganadores, "Ara Pyau - A primavera guaraní" de Carlos Eduardo Magalhães (Brasil, 2018) recoge el Primer Premio Rigoberta Menchú y un ex- aequo premia el documental de Andrés Ramírez "Ukamau y Ké" (Ecuador, 2017). "La Selva Negra" de Saul Kak y Charles Fairbanks (México- Estados Unidos, 2016) se lleva el premio de la revista Séquences al mejor documental y una mención especial suma "Nada queda sino nuestra ternura" de Sébastien Jallade (Perú, 2017). Por último, el premio al mejor cortometraje va para "Sinfonía de un mar triste" de Carlos Morales (México, 2017).
En este 2018, el documental se convierte en el protagonista de esta selección latinoamericana que hemos compartido en la Universidad de Concordia, sede del Festival Presencia Autóctona. La gran excepción ha sido el ganador "Wiñaypacha (Eternidad)", el primer largometraje de ficción filmado íntegramente en la lengua aimara que narra el día a día de una pareja de ancianos en una parte remota de los Andes, enfrentando los desafíos con determinación y con los rezos a los dioses para que, finalmente, llegue su único hijo a rescatarlos en un entorno poderoso donde la naturaleza es grandiosa.
El lenguaje testimonial de los documentales, ha venido salpicado en muchas de las narraciones de algunas licencias que permiten dar formato a las historias y que enlazan con el discurso de la identidad indígena. Es el caso de "Ex - Pajé (Ex-Chamán)" de Luiz Bolognesi (Brasil 2018), que aborda la cuestión sobre la importancia del chamán en la cultura del Amazonas, el debate entre la Iglesia de Dios y el llamado de los antiguos espíritus, en una mirada que pone el foco en la herida de una cultura que se desintegra poco a poco ante la imposición de nuevas creencias y en donde la línea entre la realidad y la ficción se desdibuja.
Esa identidad indígena está en el centro de la conversación de las producciones documentales como "Ara Pyau - A primavera guarani" donde Carlos Eduardo Magalhães se acerca a los 800 guaraníes que viven (o sobreviven) en São Paulo y cómo esa cultura, ese idioma y tradiciones perviven en un entorno hostil que salta en 2016 cuando, guiados por el espíritu de Nanhderu, se organizan para luchar por sus derechos una vez que sus tierras se demarcan.
Los efectos de la globalización y cómo impactan en la cultura autóctona es un denominador común en la producción documental. Así en "La Selva Negra", Saul Kak y Charles Fairbanks se adentran en la vida del chamán zoque mexicano Don Juan, de su vecina Carmen, de cómo el capitalismo, el avance imparable de la economía de mercado pone en peligro la cultura zoque, en un retrato íntimo acerca de ese equilibrio en el que deben convivir la identidad indígena y la realidad de su entorno (y que ya se hizo con el premio del jurado en Slamdance, entre otros).
Esa misma economía de mercado que empuja las nuevas migraciones, del campo a la ciudad, de la sierra a la costa, por ejemplo, dibuja un nuevo interrogante sobre la configuración del territorio, cómo cambia el rostro de un país, como Perú, como recoge el documental "Nada queda sino nuestra ternura", del periodista y documentalista Sébastien Jallade. Este especialista en culturas andina e inca recoge el testimonio de los pobladores de las zonas andinas asoladas por la violencia política a modo de espejo de una memoria fragmentada con la que es difícil reconciliarse. Y este es el ejercicio que propone, casi como terapia para los propios protagonistas quienes, a través del recuerdo, consiguen dibujar la identidad del territorio andino en un documental que tardó cuatro años en producirse.
La violencia es el eje del premio al mejor cortometraje, "Sinfonía de un mar triste" en donde Carlos Morales acompaña al adolescente Hugo, un superviviente de la violencia en el estado de Guerrero, un documental que ha sido seleccionado para muestras tan prestigiosas como Sundance o la Berlinale y que pone el dedo en la llaga de la migración forzada en México, la que viene acompañada de la violencia y las amenazas.
El problema de la identidad, la pervivencia de la cultura y cómo se integra y convive en un entorno cada vez más globalizado, así como la denuncia de prácticas abusivas han centrado, por tanto, la producción fílmica en esta 28ª edición del Festival Presencia Autóctona de Montreal, como podemos ver en el listado de galardonados:
Teueikan – Primer Premio
"Wiñaypacha", de Oscar Catacora (Perú, 2017)
Teueikan Award – Segundo Premio
"Mud", de Shaandiin Tome (Estados Unidos, 2018)
Finalista "Ex-Pajé", Luis Bolognesi (Brasil, 2018)
Rigoberta-Menchu – Primer Premio
"Ara Pyau - A primavera guarani", de Carlos Eduardo Magalhães (Brasil, 2018)
Rigoberta-Menchu Award ex aequo – Segundo Premio
"Ukamau y Ké", de Andrés Ramírez (Ecuador, 2017)
"When They Awake", de P.J. Marcellino, Hermon Farahi (Canadá, 2017)
Premio APTN
(Por el trabajo de un cineasta indígena en Canadá durante el pasado año)
"Our People Will Be Healed", de Alanis Obomsawin (Canadá, 2017)
Premio Séquences – Mejor documental
"La Selva Negra" de Saul Kak y Charles Fairbanks (México - Estados Unidos, 2016)
Mención Especial
"Nada queda sino nuestra ternura" de Sébastien Jallade (Perú, 2017)
Premio al mejor cineasta emergente
"Mud" de Shaandiin Tome (Estados Unidos, 2018)
Mejor Corto
"Sinfonía de un mar triste" de Carlos Morales (México, 2017)
Mención especial
"Retour à Holy Angels" de Jay Cardinal Villeneuve (Canadá, 2017)
Mejor fotografía
"Ex-Pajé (Ex-Shaman)" de Luiz Bolognesi (Brasil, 2018)
Mención Especial
"Jeune Inuk – Tranches de vie" de Laure Bourru (Canadá, 2017)
Con este elenco de galardones, se cierra una edición en donde el documental, en general, ha sido el eje de la selección de producciones cinematográficas y que tiene en su punto de mira el camino hacia el 30 aniversario con una apuesta por el crecimiento, por la sostenibilidad, por el apoyo a la creación nativa como muestra de la comunión de los pueblos en un contexto socio político especialmente convulso.
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El Primer Premio Teueikan (al mérito artístico) fue para "Wiñaypacha" (Perú, 2017) de Oscar Catacora; finalista "Ex- Pajé (Ex- Shaman) de Luis Bolognesi (Brasil, 2018), que también se lleva el Premio a la mejor cinematografía. En la selección de ganadores, "Ara Pyau - A primavera guaraní" de Carlos Eduardo Magalhães (Brasil, 2018) recoge el Primer Premio Rigoberta Menchú y un ex- aequo premia el documental de Andrés Ramírez "Ukamau y Ké" (Ecuador, 2017). "La Selva Negra" de Saul Kak y Charles Fairbanks (México- Estados Unidos, 2016) se lleva el premio de la revista Séquences al mejor documental y una mención especial suma "Nada queda sino nuestra ternura" de Sébastien Jallade (Perú, 2017). Por último, el premio al mejor cortometraje va para "Sinfonía de un mar triste" de Carlos Morales (México, 2017).
En este 2018, el documental se convierte en el protagonista de esta selección latinoamericana que hemos compartido en la Universidad de Concordia, sede del Festival Presencia Autóctona. La gran excepción ha sido el ganador "Wiñaypacha (Eternidad)", el primer largometraje de ficción filmado íntegramente en la lengua aimara que narra el día a día de una pareja de ancianos en una parte remota de los Andes, enfrentando los desafíos con determinación y con los rezos a los dioses para que, finalmente, llegue su único hijo a rescatarlos en un entorno poderoso donde la naturaleza es grandiosa.
El lenguaje testimonial de los documentales, ha venido salpicado en muchas de las narraciones de algunas licencias que permiten dar formato a las historias y que enlazan con el discurso de la identidad indígena. Es el caso de "Ex - Pajé (Ex-Chamán)" de Luiz Bolognesi (Brasil 2018), que aborda la cuestión sobre la importancia del chamán en la cultura del Amazonas, el debate entre la Iglesia de Dios y el llamado de los antiguos espíritus, en una mirada que pone el foco en la herida de una cultura que se desintegra poco a poco ante la imposición de nuevas creencias y en donde la línea entre la realidad y la ficción se desdibuja.
Esa identidad indígena está en el centro de la conversación de las producciones documentales como "Ara Pyau - A primavera guarani" donde Carlos Eduardo Magalhães se acerca a los 800 guaraníes que viven (o sobreviven) en São Paulo y cómo esa cultura, ese idioma y tradiciones perviven en un entorno hostil que salta en 2016 cuando, guiados por el espíritu de Nanhderu, se organizan para luchar por sus derechos una vez que sus tierras se demarcan.
Los efectos de la globalización y cómo impactan en la cultura autóctona es un denominador común en la producción documental. Así en "La Selva Negra", Saul Kak y Charles Fairbanks se adentran en la vida del chamán zoque mexicano Don Juan, de su vecina Carmen, de cómo el capitalismo, el avance imparable de la economía de mercado pone en peligro la cultura zoque, en un retrato íntimo acerca de ese equilibrio en el que deben convivir la identidad indígena y la realidad de su entorno (y que ya se hizo con el premio del jurado en Slamdance, entre otros).
Esa misma economía de mercado que empuja las nuevas migraciones, del campo a la ciudad, de la sierra a la costa, por ejemplo, dibuja un nuevo interrogante sobre la configuración del territorio, cómo cambia el rostro de un país, como Perú, como recoge el documental "Nada queda sino nuestra ternura", del periodista y documentalista Sébastien Jallade. Este especialista en culturas andina e inca recoge el testimonio de los pobladores de las zonas andinas asoladas por la violencia política a modo de espejo de una memoria fragmentada con la que es difícil reconciliarse. Y este es el ejercicio que propone, casi como terapia para los propios protagonistas quienes, a través del recuerdo, consiguen dibujar la identidad del territorio andino en un documental que tardó cuatro años en producirse.
La violencia es el eje del premio al mejor cortometraje, "Sinfonía de un mar triste" en donde Carlos Morales acompaña al adolescente Hugo, un superviviente de la violencia en el estado de Guerrero, un documental que ha sido seleccionado para muestras tan prestigiosas como Sundance o la Berlinale y que pone el dedo en la llaga de la migración forzada en México, la que viene acompañada de la violencia y las amenazas.
El problema de la identidad, la pervivencia de la cultura y cómo se integra y convive en un entorno cada vez más globalizado, así como la denuncia de prácticas abusivas han centrado, por tanto, la producción fílmica en esta 28ª edición del Festival Presencia Autóctona de Montreal, como podemos ver en el listado de galardonados:
Teueikan – Primer Premio
"Wiñaypacha", de Oscar Catacora (Perú, 2017)
Teueikan Award – Segundo Premio
"Mud", de Shaandiin Tome (Estados Unidos, 2018)
Finalista "Ex-Pajé", Luis Bolognesi (Brasil, 2018)
Rigoberta-Menchu – Primer Premio
"Ara Pyau - A primavera guarani", de Carlos Eduardo Magalhães (Brasil, 2018)
Rigoberta-Menchu Award ex aequo – Segundo Premio
"Ukamau y Ké", de Andrés Ramírez (Ecuador, 2017)
"When They Awake", de P.J. Marcellino, Hermon Farahi (Canadá, 2017)
Premio APTN
(Por el trabajo de un cineasta indígena en Canadá durante el pasado año)
"Our People Will Be Healed", de Alanis Obomsawin (Canadá, 2017)
Premio Séquences – Mejor documental
"La Selva Negra" de Saul Kak y Charles Fairbanks (México - Estados Unidos, 2016)
Mención Especial
"Nada queda sino nuestra ternura" de Sébastien Jallade (Perú, 2017)
Premio al mejor cineasta emergente
"Mud" de Shaandiin Tome (Estados Unidos, 2018)
Mejor Corto
"Sinfonía de un mar triste" de Carlos Morales (México, 2017)
Mención especial
"Retour à Holy Angels" de Jay Cardinal Villeneuve (Canadá, 2017)
Mejor fotografía
"Ex-Pajé (Ex-Shaman)" de Luiz Bolognesi (Brasil, 2018)
Mención Especial
"Jeune Inuk – Tranches de vie" de Laure Bourru (Canadá, 2017)
Con este elenco de galardones, se cierra una edición en donde el documental, en general, ha sido el eje de la selección de producciones cinematográficas y que tiene en su punto de mira el camino hacia el 30 aniversario con una apuesta por el crecimiento, por la sostenibilidad, por el apoyo a la creación nativa como muestra de la comunión de los pueblos en un contexto socio político especialmente convulso.
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