Entrevista: Mercedes Morán, en lo más alto de su carrera, con cuatro títulos en salas y festivales
- por © Carolina G. Guerrero-NOTICINE.com
Con "El amor menos pensado" (en competencia por la Concha de Oro), "Familia sumergida" y "Sueño Florianópolis" (Horizontes Latinos) y "El Angel" (Perlas), la argentina Mercedes Morán fue la actriz más prolífica entre los invitados con películas este año en San Sebastián, un festival que dice le resulta especialmente grato. Tal cantidad de estrenos en un mismo año da la medida del talento y la credibilidad de una actriz que ha demostrado previamente su clase en películas como "Neruda", "Betibu" o "Los Marziano". NOTICINE.com habló con ella en exclusiva.
- Abrió usted el festival con "El amor menos pensado", ya estrenada con éxito en la Argentina. ¿Cómo es su personaje?
Los protagonistas son un matrimonio que hace muchos años que están juntos. Y el disparador es la partida del hijo, que ya ha crecido y se marcha a estudiar a España. Y ellos se quedan otra vez frente a frente, solos, después de muchos años y empiezan a ser interpelados por preguntas, por cuestionamientos y por una crisis que no parte de la relación, sino más bien de sus individualidades, que tiene que ver con el paso del tiempo, con la edad y tienen la honestidad de no ponerlo debajo de la alfombra y de hablarlo. Así que llevan a cabo la fantasía que tienen todas las parejas después de más de 20 años, que es ver cómo es otra vida y en tono de comedia, aunque no es puramente una comedia, la catalogan en un género de comedia-romántica, yo creo que no es ni tan comedia ni tan romántica, lo segundo por suerte, me parece que el romanticismo a "full" nos ha hecho bastante daño a todos. Pero es una película que reflexiona sobre el amor en ésta época.
- ¿Y cómo sintió la respuesta del público a la película?
Bueno, en su gala fue muy bien acogida, y circulando, a la mañana siguiente, recibí comentarios de lo más lindos. Esta película genera mucha empatía, las mujeres se acercan a decirme que les agrada mucho haber visto un personaje femenino en un género corrido de las convenciones, de lo que han sido en general los personajes femeninos. "El amor menos pensado" se estrenó en Buenos Aires, además de haber tenido buenos resultados respecto a la crítica tuvo ya una acogida de público fenomenal.
- ¿Su química con Ricardo Darín le salió espontánea?
Es fácil, es fácil mirarlo con amor, que te haga gracia su humor, es un actor fantástico, además como persona tiene un encanto y una luz muy especial. Nosotros nos conocemos desde hace mucho tiempo, ya habíamos trabajado juntos, tenemos mucho entendimiento, hemos aprendido a escucharnos muy bien. Así que, trabajar con él ha sido todo un placer, es muy generoso como actor y de la mano de Juan Vera que también ha hecho un guión super sensible que desde que lo escribió ya había pensado en nosotros, así que si no estamos bien es todo nuestra culpa... (risas).
- Hablemos ahora de "Familia sumergida", que recibió el Premio Horizontes Latinos, donde interpreta a Marcela, un rol muy diferente...
Es una mujer que acaba de sufrir una pérdida muy grande, que ha perdido a su hermana. Empieza la película con todo ese estado alterado que provoca la pérdida de la muerte de alguien muy cercano y cómo se las arregla esta mujer para poder procesar todo ese duelo mientras la vida continúa, y la vida demanda que todo siga como antes, ella tiene una familia, tiene unos hijos, tiene un marido... Pero hay una parte de ella que sigue tratando de entender como es esto, de procesar esta pérdida. Y me parece a mí que con la cualidad, que hace muy especial a la película, de que no vive el duelo con solo la tristeza o con la pena, sino que tenemos que saber que los duelos a veces uno tiene una necesidad muy potente de sentir algo muy vital. Así que ella se corre de su vida cotidiana absolutamente y en esta búsqueda de comprensión y de entender cómo son las cosas es visitada por sus parientes muertos, por lugares... Hay una mirada sobre la familia que cambia radicalmente resurgida por una necesidad de decir las cosas como son. Así que es una película muy de autor, es la ópera prima de María Alché, que es una actriz además de directora, a la que conocí cuando hacía de hija mía en "La niña Santa", la película de Lucrecia Martel. Para mi felicidad se me reveló frente a mis ojos como una gran directora, yo creo que es una gran promesa como nueva directora argentina.
- ¿Se siente cómoda en un cine más autoral como el de "Familia sumergida"?
A mí el cine me parece un instrumento fantástico para ese lenguaje ¿no?. Me parece que una cámara sensible puede captar el teatro, el proceso mental, el pensamiento de los personajes... Y en este tipo de cine yo me siento muy cómoda, me gusta la actuación muy minimalista, y en este cine más autoral pide ese tipo de lenguaje. Además, en esta película en especial, María como directora, como autora, todo el equipo, todas las cabezas del equipo eran mujeres y es un proceso tan típico de lo femenino, un universo, indagar en ese universo además de tener la oportunidad como actriz de experimentar lo que puede llegar a ser una pérdida de ese tipo fue muy enriquecedor para mí.
- ¿No desequilibra hacer películas tan distintas y personajes contrapuestos como los cuatro en que la hemos visto en San Sebastián, en no tantos meses rodando?
Creo que lo esencial para poder interpretar es algo previo, que es un grado de disponibilidad. Yo siempre que me dispongo a actuar, intento hacerlo como cuando no sabía que iba a ser actriz, siendo una niña, me ponía a jugar. Para mi actuar es jugar, jugar a ser otra y tener la enorme dicha de poder ser otra por un rato, con otras circunstancias, mirar lo que me rodea con otra mirada. Me parece que más allá de la performance es un enriquecimiento personal muy grande porque hay que derribar prejuicios, a los personajes no se los puede juzgar, hay que comprender por qué hacen lo que hacen y por qué les pasa lo que les pasa. Para mi la actuación siempre es una oportunidad de crecimiento como persona muy grande. Pienso que tenemos un ejercicio por este trabajo que llevamos a cabo de crear realidades diferentes, de crear situaciones diferentes con esta actitud que te decía, con esta disponibilidad que te decía, de ya somos otros en otras circunstancias. Bueno, no sé cual es el proceso, pero no creo que tenga ver solo con un tema profesional sino con un ejercicio de poder vivir el momento a momento y luego poder conectar. Porque no se trata de negar lo que sucede, ni de hacer un esfuerzo por olvidar, sino que por lo general en nuestro trabajo lo que hacemos en construir el momento presente con todo lo que tenemos ¿no?, eso incluido.
- ¿Es este su mejor momento profesional?
Yo me siento muy feliz, sé que es una oportunidad extraordinaria estar en cuatro películas tan diversas con personajes tan distintos. Sé que esto es una vidriera enorme, es la 4ª vez que vengo a este festival, creo que la vez que vine con dos películas fue ante la que más películas traje. Pero me encanta, lo estoy disfrutando mucho, es un festival que yo adoro, acá empezamos hace años, la primera vez que vine fue con "La Ciénaga" y con "Lucrecia", luego he regresado varias veces y siempre me he sentido muy apreciada. Bueno, en España en general tengo familia que vive acá desde hace mucho tiempo, así que más allá de mis películas siempre vengo con mucha alegría.
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- Abrió usted el festival con "El amor menos pensado", ya estrenada con éxito en la Argentina. ¿Cómo es su personaje?
Los protagonistas son un matrimonio que hace muchos años que están juntos. Y el disparador es la partida del hijo, que ya ha crecido y se marcha a estudiar a España. Y ellos se quedan otra vez frente a frente, solos, después de muchos años y empiezan a ser interpelados por preguntas, por cuestionamientos y por una crisis que no parte de la relación, sino más bien de sus individualidades, que tiene que ver con el paso del tiempo, con la edad y tienen la honestidad de no ponerlo debajo de la alfombra y de hablarlo. Así que llevan a cabo la fantasía que tienen todas las parejas después de más de 20 años, que es ver cómo es otra vida y en tono de comedia, aunque no es puramente una comedia, la catalogan en un género de comedia-romántica, yo creo que no es ni tan comedia ni tan romántica, lo segundo por suerte, me parece que el romanticismo a "full" nos ha hecho bastante daño a todos. Pero es una película que reflexiona sobre el amor en ésta época.
- ¿Y cómo sintió la respuesta del público a la película?
Bueno, en su gala fue muy bien acogida, y circulando, a la mañana siguiente, recibí comentarios de lo más lindos. Esta película genera mucha empatía, las mujeres se acercan a decirme que les agrada mucho haber visto un personaje femenino en un género corrido de las convenciones, de lo que han sido en general los personajes femeninos. "El amor menos pensado" se estrenó en Buenos Aires, además de haber tenido buenos resultados respecto a la crítica tuvo ya una acogida de público fenomenal.
- ¿Su química con Ricardo Darín le salió espontánea?
Es fácil, es fácil mirarlo con amor, que te haga gracia su humor, es un actor fantástico, además como persona tiene un encanto y una luz muy especial. Nosotros nos conocemos desde hace mucho tiempo, ya habíamos trabajado juntos, tenemos mucho entendimiento, hemos aprendido a escucharnos muy bien. Así que, trabajar con él ha sido todo un placer, es muy generoso como actor y de la mano de Juan Vera que también ha hecho un guión super sensible que desde que lo escribió ya había pensado en nosotros, así que si no estamos bien es todo nuestra culpa... (risas).
- Hablemos ahora de "Familia sumergida", que recibió el Premio Horizontes Latinos, donde interpreta a Marcela, un rol muy diferente...
Es una mujer que acaba de sufrir una pérdida muy grande, que ha perdido a su hermana. Empieza la película con todo ese estado alterado que provoca la pérdida de la muerte de alguien muy cercano y cómo se las arregla esta mujer para poder procesar todo ese duelo mientras la vida continúa, y la vida demanda que todo siga como antes, ella tiene una familia, tiene unos hijos, tiene un marido... Pero hay una parte de ella que sigue tratando de entender como es esto, de procesar esta pérdida. Y me parece a mí que con la cualidad, que hace muy especial a la película, de que no vive el duelo con solo la tristeza o con la pena, sino que tenemos que saber que los duelos a veces uno tiene una necesidad muy potente de sentir algo muy vital. Así que ella se corre de su vida cotidiana absolutamente y en esta búsqueda de comprensión y de entender cómo son las cosas es visitada por sus parientes muertos, por lugares... Hay una mirada sobre la familia que cambia radicalmente resurgida por una necesidad de decir las cosas como son. Así que es una película muy de autor, es la ópera prima de María Alché, que es una actriz además de directora, a la que conocí cuando hacía de hija mía en "La niña Santa", la película de Lucrecia Martel. Para mi felicidad se me reveló frente a mis ojos como una gran directora, yo creo que es una gran promesa como nueva directora argentina.
- ¿Se siente cómoda en un cine más autoral como el de "Familia sumergida"?
A mí el cine me parece un instrumento fantástico para ese lenguaje ¿no?. Me parece que una cámara sensible puede captar el teatro, el proceso mental, el pensamiento de los personajes... Y en este tipo de cine yo me siento muy cómoda, me gusta la actuación muy minimalista, y en este cine más autoral pide ese tipo de lenguaje. Además, en esta película en especial, María como directora, como autora, todo el equipo, todas las cabezas del equipo eran mujeres y es un proceso tan típico de lo femenino, un universo, indagar en ese universo además de tener la oportunidad como actriz de experimentar lo que puede llegar a ser una pérdida de ese tipo fue muy enriquecedor para mí.
- ¿No desequilibra hacer películas tan distintas y personajes contrapuestos como los cuatro en que la hemos visto en San Sebastián, en no tantos meses rodando?
Creo que lo esencial para poder interpretar es algo previo, que es un grado de disponibilidad. Yo siempre que me dispongo a actuar, intento hacerlo como cuando no sabía que iba a ser actriz, siendo una niña, me ponía a jugar. Para mi actuar es jugar, jugar a ser otra y tener la enorme dicha de poder ser otra por un rato, con otras circunstancias, mirar lo que me rodea con otra mirada. Me parece que más allá de la performance es un enriquecimiento personal muy grande porque hay que derribar prejuicios, a los personajes no se los puede juzgar, hay que comprender por qué hacen lo que hacen y por qué les pasa lo que les pasa. Para mi la actuación siempre es una oportunidad de crecimiento como persona muy grande. Pienso que tenemos un ejercicio por este trabajo que llevamos a cabo de crear realidades diferentes, de crear situaciones diferentes con esta actitud que te decía, con esta disponibilidad que te decía, de ya somos otros en otras circunstancias. Bueno, no sé cual es el proceso, pero no creo que tenga ver solo con un tema profesional sino con un ejercicio de poder vivir el momento a momento y luego poder conectar. Porque no se trata de negar lo que sucede, ni de hacer un esfuerzo por olvidar, sino que por lo general en nuestro trabajo lo que hacemos en construir el momento presente con todo lo que tenemos ¿no?, eso incluido.
- ¿Es este su mejor momento profesional?
Yo me siento muy feliz, sé que es una oportunidad extraordinaria estar en cuatro películas tan diversas con personajes tan distintos. Sé que esto es una vidriera enorme, es la 4ª vez que vengo a este festival, creo que la vez que vine con dos películas fue ante la que más películas traje. Pero me encanta, lo estoy disfrutando mucho, es un festival que yo adoro, acá empezamos hace años, la primera vez que vine fue con "La Ciénaga" y con "Lucrecia", luego he regresado varias veces y siempre me he sentido muy apreciada. Bueno, en España en general tengo familia que vive acá desde hace mucho tiempo, así que más allá de mis películas siempre vengo con mucha alegría.
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