Cannes 2019: "Chicuarotes", la madurez de García Bernal tras la cámara

por © Correcamara.com-NOTICINE.com
Por Jean-Pierre García    

La primera proyección mundial de "Chicuarotes", la película dirigida por Gael García Bernal, fue un gran evento. Bajo una llovizna que de modo rápido mojaba a los críticos, cinéfilos e invitados de esta première, hubo un gran sol: México, que todos compartieron en la entrada muy aplaudida de Thierry Frémaux (delegado general de Cannes), quien vino a decirnos cuanto valor e historia tiene el cine mexicano para él, por mucho que luego lo desprecie en la competencia oficial salvo honrosas excepciones algún año. En la sala esperaban la entrada de Gael, amigos de siempre como Walter Salles (director del famoso "Diario de motocicleta" en el que Gael debutó al nivel internacional); el director turco-alemán Fatih Akin; Diego Luna, y como amigo (y mentor de Gael) vino el Presidente del Jurado, Alejandro González Iñáritu.

Entre otros famosos amigos de México vimos a José María Riba, el periodista que dio estreno mundial a "Amores Perros" cuando manejaba la Semana Internacional de la Critica en Cannes 2011.

Gael y su equipo de actores y productores saludaron al público anunciando que "Chicuarotes" se estrenará en México el 28 de junio próximo. Precisó que para él, "Chicuarotes" se puede definir como una fábula infinita e infantil, algo muy cercano a la comedia negra, vista a través de tres chavos.

Esta fábula cuenta la historia de Cagalera y Moloteco, dos adolescentes de San Gregorio Atlapulco que buscan desesperadamente alejarse de las circunstancias opresivas en las que viven. Mucha veces andando por la ciudad, se disfrazan de payasos, pero la bromas que ofrecen al público de los autobuses o peseros no les salen bien y nadie las disfruta. Y nadie les da nada para apoyarlos. Hasta que hartos de "ser pobres", sacan un pistola y les roban lo poco que tienen.

Deciden viajar fuera de San Gregorio y para eso necesitan dinero, una vez más. La "novia" de Cagalera decide viajar con ellos. De sus sueños de niños a las más grandes tonterías, nuestra pareja de brutos e ignorantes (como los llama el hermano de Cagalera) va a acercarse al mundo criminal. Y ya entran en el camino de un destino muy al estilo noir. ¿Pero qué hacer con "una femme fatale" de quince años y héroes que tienen miedo de un padre borracho y violento?

Lo atractivo de la segunda película de Gael García Bernal como director (antes había dirigido "Déficit") es el modo en que utiliza la sonrisa para no llorar. Pues si miramos de modo atento, nos habla de situaciones muy difíciles, de la miseria omnipresente y de una humanidad que ya olvidó la solidaridad que antes daba sentido a los pueblos pequeños. Gael se burla con ternura de estos payasos, chavos que sueñan pensando que soñar es tener proyectos. Hasta que no les quede otra que participar en una violación. Lo que confirma que, como siempre, el esclavo del esclavo es una esclava. Las mujeres son las victimas de la impericia de un mundo tremendo y desquiciado. Víctima es la madre del Cagalera y cuando se pone revoltosa, ya es demasiado tarde. Así que se puede reír mucho a lo largo de este drama pero siempre sobresale una amargura que va mas allá del estilo cinematográfico del cine mexicano clásico o italiano. La gran referencia pudiera ser (para situar "Chicuarotes" en la historia del cine) " Sucios, Feos y Malos / Brutti, sporchi e cattivi", de Ettore Scola (1976). Los actores son perfectos de presencia y talento, invaden a la pantalla y dan ritmo consistentes a sus "aventuras".


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