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La película del chileno Sebastián Muñoz "El príncipe", protagonizada por Alfredo Castro, participará en la competencia de la 34 Settimana Internazionale della Critica di Venezia, sección paralela de la Mostra respaldada por el Sindicato Nacional de Críticos de Cine de Italia, que se desarrollará del 28 de agosto al 7 de septiembre. Fuera de concurso, cerrará el apartado la mexicana "Sanctorum", segunda película de Joshua Gil.

Hay una segunda coproducción mexicana en la Semana de la Crítica, aunque se trata sobre todo de un film italiano de Ascanio Petrini, "Tony Driver". Pelearán por los premios un total de siete títulos, a los que se añaden la cinta de inauguración, la animada "Bombay Rose", y la de clausura, "Sanctorum".

Esta sucede a la opera prima de Joshua Gil, "La maldad" (2015). Ahora, el cineasta formado en la ESCAC de Barcelona y colaborador en la fotografía de Carlos Reygadas, regresa con "Sanctorum" a las imágenes simbólicas. La cinta, protagonizada por Erwin Antonio Pérez Jiménez, Nereyda Pérez Vásquez, Virgen Vázquez Torres, Javier Bautista González, Damián Dositelo Martínez Vásquez y Ofelia Díaz Gómez, se desarrolla en un pequeño y olvidado pueblo mexicano, rodeado de montañas cubiertas de árboles. Allí viven un niño pequeño y su madre. La tradicional vida del lugar quedó truncada por la guerra abierta entre los militares y los cárteles de la droga. Con pocas oportunidades de trabajo y poco dinero para mudarse a otro lugar, la madre cultiva marihuana para los cárteles. Un día, no regresa del trabajo. Envuelta en el dolor, la abuela le dice al niño que vaya al bosque y ore al sol, al viento y al agua para que regresen ilesa a su madre. Cuando los soldados llegan y los aldeanos se preparan para su última batalla, el asombroso poder de la naturaleza se manifiesta.

En cuanto a "El príncipe", de Sebastián Muñoz, quien trabajó por año como escenógrafo en numerosas películas del cine chileno contemporáneo, es un melodrama carcelario que se desarrolla en los primeros años 70. Durante una noche de copas, Jaime, un joven solitario de 20 años, apuñala a su mejor amigo en lo que parece un arrebato de pasión. Condenado a prisión, conoce a "El Potro", un hombre mayor y respetado a quien se le acerca desvelando una profunda necesidad de cariño y revelando, a la vez, su feroz deseo de reconocimiento. Juntos establecen una estrecha relación de "amor negro", como le llaman en la cárcel, lo que le permitirá a Jaime, ahora "El Príncipe", descubrir los afectos y lealtades y enfrentando, al mismo tiempo, las luchas de poder tras las rejas.

"Es una película interesantísima, sobre una novela chilena de un autor muy desconocido, Mario Cruz (Elías O. Martínez), que este chico (Muñoz) recupera y la pone en el cine con una historia carcelaria, sobre un grupo de hombres que conviven en prisión y sin ser homosexuales tienen relaciones entre ellos por necesidades fisiológicas, y hay afectos que se manifiestan. Es una película difícil, emocionalmente, hermosa también, muy ética. Me interesó mucho", dice su protagonista, el gran actor chileno Alfredo Castro a NOTICINE.com.

Con producción mayoritariamente italiana, "Tony Driver" es la opera prima de Ascanio Petrini, y la coproducción mexicana viene de la propia temática. Tony, nacido como Pasquale, nacido en Bari a mediados de los 60, lleva en Estados Unidos desde los 9 años, y se ha criado como un verdadero estadounidense. Ya adulto, es taxista en Yuma, hasta que lo arrestan debido a su "trabajo paralelo": transportar inmigrantes ilegales a los Estados Unidos a través de la frontera con México. Por lo tanto, se ve obligado a elegir: la cárcel en Arizona o la deportación a Italia. Una vez de regreso en la región de Puglia, se encuentra viviendo solo en una cueva en Polignano a Mare, mirando a Italia como un país pequeño y estancado, sin oportunidades y sin sueños. Pero Tony no está dispuesto a rendirse...

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