Montreal Autóctono: El documental como testigo privilegiado de la herencia indígena
- por © María Gómez Bravo (Montreal)-NOTICINE.com
El mayor éxito del lenguaje cinematográfico es, quizás, su universalidad. Ya lo señalaba Frank Capra, que lo situaba junto a las matemáticas o la música. Esta verdad del director italoamericano adquiere mayor dimensión dentro del marco de un festival como el de la Presencia Autóctona de Montreal, donde la imagen en movimiento pone en comunión al espectador con producciones tan diversas como las comunidades indígenas a las que ponen voz, desde Latino América a Laponia, desde Canadá a Nueva Zelanda.
Dar visibilidad a la creación de los primeros pueblos ha estado siempre en el origen mismo del Festival, que ha encontrado en el documental uno de sus principales aliados para reforzar esta comunicación hacia la universalidad, como lo demuestra, también, su colaboración con el festival RDM (Rencontres Internationales du Documentaire de Montreal).
Con este apoyo, se presenta una revisión de las leyendas urbanas vinculadas a la cultura indígena, como la que nos lleva al país Marra (Australia) para contarnos la historia de los dos chicos que se llevó la corriente mar adentro y que devolvieron las olas transformados. Una espiritualidad como filtro para contar la realidad sin dejar de abandonar el género. De hecho, incluso se nos invita a, en cierta manera, "jugar" con él, como hace Aleksei Vakhrushev en la fascinante "Kniga Morya", una producción rusa en la que mezcla el documental con la animación para llevarnos hasta el Mar Ártico, al estrecho de Berin, donde los Chukchi mantienen aún su ancestral modo de vida en la persecución de los animales marinos. Los mitos y leyendas que se dibujan desde tiempos inmemoriales habitan aún en el imaginario de la comunidad y le dan significado y dirección a la vida de estos cazadores intrépidos. Una producción que ya ha sido seleccionada para el festival documental DOK de Leipzig y el festival de Tesalónica.
En su visión más clásica, destaca la obra de Jeffrey Palmer, "N. Scott Momaday: Word from a Bear", co-presentada también en la muestra junto con el Festival Internacional de Documental de Montreal, y que ya dejó su huella en Sundance este año, con la bendición de Robert Redford, declarado admirador del autor de la tribu Kiowa. El documental examina la enigmática vida de Navarre Scott Momaday, uno de los grandes nombres de la literatura contemporánea y Premio Pulitzer de ficción por "La casa hecha de alba" ("House made of dawn", en su título original). Hasta finales de los sesenta, ningún escritor nativo americano se había hecho con ningún premio literario hasta que Scott Momaday lo recibió 1969 con su primera novela, un reconocimiento que contribuyó al denominado "Renacimiento Nativo Americano", un movimiento nacional de arte y literatura del que Momaday se convierte en máximo exponente como queda reflejado en el documental de Palmer.
El director, miembro de los Kiowa también, a través del documental ayuda a contextualizar la escritura en el territorio ancestral, los entornos geográficos y culturales relevantes, a través de abundante material de archivo, estableciendo un interesante marco donde la luz y la tragedia se combinan, donde la experiencia humana adquiere una naturaleza casi épica, sin perder el respeto y la distancia adecuada para entender esta obra como un documento de inmenso valor para apoyar ese legado literario fundamental para la historia y futuro de los primeros pueblos.
Un futuro que está también en el presente, a través de la narración de la vida cotidiana, de ese testigo de las prácticas tradicionales, como los cánticos y danzas (hula y oli) de Hawaii, que conectan con la tierra y el espíritu de los ancestros, recogidas en la producción hawaiana "Kaumakaiwa", o en la producción mexicana "Nichimal Son, música que florece", producto de la renombrada Escuela de cine documental de San Cristóbal de las Casas. En una muestra de la creatividad de Chiapas, la cámara de Juan Javier Pérez Pérez recoge la filosofía y espiritualidad de los zinacantecos y su sentido de comunidad.
Un presente que no olvida el pasado, con el reconocimiento que la organización hace a la historia de resistencia de los Abenakis, proyectando el clásico documental de Alanis Obomsawin "Kanehsatake: 270 years of resistance" por primera vez en lengua Mohawk, como parte del programa "Revisando las Américas a través del cine indígena".
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Dar visibilidad a la creación de los primeros pueblos ha estado siempre en el origen mismo del Festival, que ha encontrado en el documental uno de sus principales aliados para reforzar esta comunicación hacia la universalidad, como lo demuestra, también, su colaboración con el festival RDM (Rencontres Internationales du Documentaire de Montreal).
Con este apoyo, se presenta una revisión de las leyendas urbanas vinculadas a la cultura indígena, como la que nos lleva al país Marra (Australia) para contarnos la historia de los dos chicos que se llevó la corriente mar adentro y que devolvieron las olas transformados. Una espiritualidad como filtro para contar la realidad sin dejar de abandonar el género. De hecho, incluso se nos invita a, en cierta manera, "jugar" con él, como hace Aleksei Vakhrushev en la fascinante "Kniga Morya", una producción rusa en la que mezcla el documental con la animación para llevarnos hasta el Mar Ártico, al estrecho de Berin, donde los Chukchi mantienen aún su ancestral modo de vida en la persecución de los animales marinos. Los mitos y leyendas que se dibujan desde tiempos inmemoriales habitan aún en el imaginario de la comunidad y le dan significado y dirección a la vida de estos cazadores intrépidos. Una producción que ya ha sido seleccionada para el festival documental DOK de Leipzig y el festival de Tesalónica.
En su visión más clásica, destaca la obra de Jeffrey Palmer, "N. Scott Momaday: Word from a Bear", co-presentada también en la muestra junto con el Festival Internacional de Documental de Montreal, y que ya dejó su huella en Sundance este año, con la bendición de Robert Redford, declarado admirador del autor de la tribu Kiowa. El documental examina la enigmática vida de Navarre Scott Momaday, uno de los grandes nombres de la literatura contemporánea y Premio Pulitzer de ficción por "La casa hecha de alba" ("House made of dawn", en su título original). Hasta finales de los sesenta, ningún escritor nativo americano se había hecho con ningún premio literario hasta que Scott Momaday lo recibió 1969 con su primera novela, un reconocimiento que contribuyó al denominado "Renacimiento Nativo Americano", un movimiento nacional de arte y literatura del que Momaday se convierte en máximo exponente como queda reflejado en el documental de Palmer.
El director, miembro de los Kiowa también, a través del documental ayuda a contextualizar la escritura en el territorio ancestral, los entornos geográficos y culturales relevantes, a través de abundante material de archivo, estableciendo un interesante marco donde la luz y la tragedia se combinan, donde la experiencia humana adquiere una naturaleza casi épica, sin perder el respeto y la distancia adecuada para entender esta obra como un documento de inmenso valor para apoyar ese legado literario fundamental para la historia y futuro de los primeros pueblos.
Un futuro que está también en el presente, a través de la narración de la vida cotidiana, de ese testigo de las prácticas tradicionales, como los cánticos y danzas (hula y oli) de Hawaii, que conectan con la tierra y el espíritu de los ancestros, recogidas en la producción hawaiana "Kaumakaiwa", o en la producción mexicana "Nichimal Son, música que florece", producto de la renombrada Escuela de cine documental de San Cristóbal de las Casas. En una muestra de la creatividad de Chiapas, la cámara de Juan Javier Pérez Pérez recoge la filosofía y espiritualidad de los zinacantecos y su sentido de comunidad.
Un presente que no olvida el pasado, con el reconocimiento que la organización hace a la historia de resistencia de los Abenakis, proyectando el clásico documental de Alanis Obomsawin "Kanehsatake: 270 years of resistance" por primera vez en lengua Mohawk, como parte del programa "Revisando las Américas a través del cine indígena".
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