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Este sábado la Sección Oficial del Festival de San Sebastián ha recibido la primera producción nacional, "Mientras dure la guerra", la esperada nueva película de Alejandro Amenábar, estrenada mundialmente hace pocos días en Toronto, que ha recibido una acogida -probablemente por obvias razones de familiaridad histórica- notablemente mejor que en el certamen canadiense.

Amenábar fue recibido por un Kursaal abarrotado hasta la bandera y con colas sin precedentes desde antes de las 8 de la mañana, para ver su anhelada "Mientras dure la guerra". Aplaudida a rabiar, parece que el chileno-español esta vez sí ha dado en la diana con esta historia vista desde el personaje del escritor y filósofo vasco Miguel de Unamuno, que decide apoyar la rebelión militar producida en el 36, cuando el país vive una convulsa y conflictiva situación.

El catedrático y rector de la universidad de Salamanca, que es destituido por el gobierno republicano, toma en un principio partido por los rebeldes, mientras Franco planea hacerse con el mando absoluto del conflicto armado. El escritor verá cómo sus mas allegados y plurales amigos, son primero arrestados, para mas tarde ser ejecutados sin ningún tipo de juicio ni razón.

Es entonces cuando este hombre ya viejo, que siempre fue ideológicamente variando de parecer, se cuestiona todo lo que esta pasando a su alrededor e intentando poner cabeza en un asunto que se esta llevando por la fuerza bruta.

Amenábar consigue el ambiente perfecto para el desarrollo de esta cinta, un ambiente empolvado y gris como lo fueron aquellos hombres que se movían a las ordenes de los mandos nacionales, donde la legión, e incluso el nazismo alemán paseaban con orgullo su patético fanatismo militarista.

Salamanca es el escenario de esta película, donde destacan todos y cada uno de los personajes históricos que aparecen, y que bordan sus papeles dándoles una credibilidad y realismo rayando en la perfección.

Karra Elejalde luce irreconocible tras su caracterización de Unamuno, hombre alto encorvado de blancas barbas y mirada despistada y bondadosa. Al actor vasco, famoso por su interpretación en la saga iniciada por "Ocho apellidos vascos", ha sido con frecuencia acusado de repetir a menudo ese histriónico personaje, pero aquí sorprende con un registro completamente distinto.

Santi Priego, impresiona también con su calcada recreación del sublevado general que se convertirá en un dictador fascista durante más de cuatro décadas. El intérprete alegó en rueda de prensa que se preparó por seis meses y fue la peculiar voz del militar gallego la que le ayudó a lograr cuadrar el personaje.

Eduard Fernandez no se queda atrás en su performance del polémico jefe de la Legión española, Jose Millán Astray, un personaje despreciable que demostró que la ignorancia y la fuerza bruta van de la mano.

La cinta muestra perfectamente su objetivo, y dibuja a los personajes, dándoles su toque de gracia particular. El catedrático, sufrirá lo indecible al despertar de un engaño y querer poner cordura en un rebaño de fanáticos imposibles de razonar. Cualquiera de los tres personajes podría llevarse premio, Conchas, Goyas... porque las interpretaciones son absolutamente magistrales.

Amenábar aquí vuelve a demostrar que puede regalarnos buen cine, con sencillez como la suya, y que seguro que le dará sus buenos frutos.

La segunda cinta del día ha sido la francesa "Próxima", dirigida por Alice Winocour, y que narra cómo su protagonista Sarah (Eva Green, presente en San Sebastián), único miembro femenino de una misión espacial europea, tiene que enfrentar su soledad, y despegar el vínculo que mantiene con su única familia que es su pequeña hija, su misión durara un año, y entre las dos se producirá un caos abrumador a la hora de separarse. La película ha gustado sin entusiasmo.

En un ambiente poco festivalero, con escasas estrellas y mucho cine de autor, se presento la tercera del día, la mexicana "Mano de obra", como las dos anteriores llegada de Toronto, que ha gustado mucho y que dirige David Zonana con producción de Michel Franco. Estamos ante cine social que aborda el conflicto que surge cuando un obrero perece en un accidente laboral, y nadie querrá encargarse de indemnizar a la familia. El hermano de la victima ante la ausencia de justicia, se la tomará por su mano.

En otro orden de cosas, se entregó el Premio Donostia al greco-francés Costa-Gavras, acto al que estaba previsto acudiera el exministro heleno Yanis Varoufakis, inspirador de su última película, "Comportarse como adultos / Adults in the Room", pero cancelo su visita la víspera.



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