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Cuando ya apenas quedan películas para la carrera por la Concha, y a falta aún de las entregas de sendos premios Donostia a Penélope Cruz y Donald Sutherland, la jornada de este miércoles no fue demasiado alentadora en cuanto a calidad cinematográfica se refiere en el Festival de San Sebastián, donde vimos la portuguesa "Patrick" y la española "La hija de un ladrón".

La primera del día "Patrick", coproducción germano-portuguesa, que dirige Gonçalo Waddington, trata sobre Mario, un niño que es secuestrado con 8 años de edad en Portugal, en la primavera de 1999. Un pedofilo fue el que secuestró a ese niño, que luego se hará mayor y aparecerá en un lugar de Francia, con una identidad diferente y un carácter enfermizo. Rodará obsesivamente películas donde se muestra a chicas a las que violan y maltratan, un un círculo perverso, que le lleva a repetir patrones y vivir una sexualidad enfermiza y degenerada, con un final sorprendente.

La película parte de una idea que no está mal, pero va degenerando hacia lo extraño, y pierde la oportunidad de generar el interés, o quizás la coherencia necesaria para que salga airosa. Lo cierto es que se pierde, y mucho, en el camino.

"Patrick" no ha gustado en general, y lo cierto es que este año la sección competitiva de este festival exceptuando cuatro o cinco películas, no parece que lleguen a la altura que se exige para un certamen de estas características.

La segunda fue la ultima cinta española a concurso, "La hija de un ladrón", de la joven directora Belén Funes, que tampoco da la talla. Tiene ingredientes interesantes que podían haber funcionado, pero le faltan muchos recursos para ser una película estimable. Eso sí, hay que destacar las excepcionales interpretaciones de padre e hija en la ficción y en la realidad, Eduard Fernández y su hija Greta.

Eduard no tiene demasiadas escenas en la cinta, pero este hombre borda siempre cada personaje que encarna, aunque sea un papel plano como el que le propone esta directora. Por su parte Greta es un autentico descubrimiento, una actriz natural con muchos recursos interpretativos y que derrocha maneras y talento, de casta le viene...

El abandono, las relaciones toxicas entre padre e hija, y sobre todo el miedo a la soledad, son el gran problema interior de esta chica joven, que ya es madre y que se mata a trabajar para sacar a su pequeña familia adelante. Mientras, el padre aparece en escena cuando sale de prisión, y desestabiliza emocionalmente a la chica. También hay un hermano pequeño muy problemático, y que tiene idealizado al padre, que se convierte es un nexo de unión y desunión, pues los dos, padre e hija, lucharan por conseguir la custodia del chico, llegando incluso a las manos, en un rol invertido y destructivo.

Parece que para su directora ha sido relativamente sencillo poder producir esta cinta, y también que se haya colocado nada mas y nada menos que en la Sección Oficial de este festival internacional, donde ha tenido su estreno. Ahora habrá que esperar a ver qué opina el jurado de este trabajo.

La ultima del día fue "Thalasso", película francesa que trata la reclusión curativa en un balneario del escritor Michel Houellebecq, quien actúa junto a Gérard Depardieu. Había generado muchas expectativas y no las ha cumplido, ya que casi toda la película son conversaciones de sauna que se hacen tediosas y no terminan de convencer. Siempre merece la pena contar con Depardieu en un reparto, pero la cinta es muy floja, y no aporta nada, ni como historia ni como experimento dramático.

A muchos les ha hecho gracia tener a estos personajes con sus identidades reales hablando de todo un poco, con un cinismo y análisis corrosivo que no tiene desperdicio, pero -en fín- para todo hay gustos, y veremos en qué queda el veredicto del jurado que ya esta visionando las ultimas películas para ir decidiendo el palmarés final.



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