Hablamos con Aitor Arregi, codirector de la multipremiada "La trinchera infinita"
- por © Carolina G.Guerrero-NOTICINE.com
La coproducción vasco-andaluza "La trinchera infinita", de Jon Garaño, José Mari Goenaga y Aitor Arregi, acaparó el mayor número de recompensas el pasado fin de semana en la clausura del Festival de San Sebastián, aunque se le escapara la Concha de Oro. Obtuvo en cambio, entre otros, los premios a mejor dirección, guión y el de la Crítica (FIPRESCI). NOTICINE.com habló en exclusiva con Aitor Arregi, también coautor de la previa "Handia".
- Resúmanos qué han contado en "La trinchera infinita"
A grandes rasgos, es la historia de un topo de la guerra civil española, una persona que por miedo a las represalias cuando empieza la Guerra Civil, se esconde en su casa, pensando que podrían ser solo días o semanas. Sin embargo, esas semanas se convierten en años. Al final acaba oculto 33 años en su propia casa; para vivir esta experiencia cuenta con la colaboración de su mujer. Digamos que viven una aventura particular en la que hay muchas sensaciones humanas que nos pueden pasar a todos.
- ¿Cuál fue el punto de partida del proyecto, basado en hechos reales?
La idea de hacer la película surge en el Festival de San Sebastián, Jose Mari (Goenaga) al ver un documental que se estrenó en el 2011-2012, producido por Irusoin y La Claqueta (socios de "La trinchera infinita") y dirigido por Manuel H. Martín. En este documental se contaba la historia de varios "topos" de la Guerra Civil y la postguerra. Aunque el hilo conductor era un alcalde, se contaba la historia de varios casos similares. Nada más acabar la película, Jose Mari pensó que detrás de esa historia, había alguna película de ficción que nos podía servir para hablar de algo tan universal como el miedo, el miedo que nos frena, el miedo a dar el paso, que se puede ampliar a muchos asuntos, ¿no? El miedo a salir del armario, el miedo a dejar una pareja que ya no quieres, a romper con un trabajo que no te gusta... Bueno, yo creo que puede apelar a un montón de cosas. En un principio nos pareció muy interesante, sobre todo porque nos daba la posibilidad de contar cinematográficamente una historia potente, contándolo a través de una mirada subjetiva, en la que estamos con el protagonista constantemente... Bueno, estos proyectos empiezan hace ocho años (risas), y acabas contándolos aquí, en el festival de San Sebastián felizmente.
- Como directores, ¿se plantearon diferencias a la hora de filmar respecto a "Flores / Loreak", "Handia" y este nuevo film?
Queríamos que el espectador, en la medida de lo posible, sintiese la experiencia de Higinio, el protagonista. Sobre todo en la primera parte de la película hay mucha cámara al hombro, cortes de montaje bruscos... Tratábamos de que el espectador se sintiese un poco... cómo decirlo... incómodo, perdido y confuso como ellos. Es una situación en la que ni ellos mismos saben lo que está pasando ahí fuera, y que el propio espectador estuviese un poco desconcertado. Esa es una primera situación que ocurre en la Guerra Civil, pero claro, estamos hablando de una historia de 33 años, y obviamente en 33 años la tensión va bajando. Nosotros también a nivel estilístico hemos tratado de hacer lo mismo, según avanza la película, la cámara se tranquiliza un poco, se pone más contemplativa, pero, siempre manteniendo el punto de vista del protagonista, de Higinio Blanco. Esto te da cosas muy interesantes como jugar con el fuera de campo, que es precisamente lo que les ocurría a ellos, su realidad llegaba hasta donde llegaba su vista y su oído, entonces ni veían ni escuchaban más allá. Esto te puede llevar a crearte tus propias películas, nunca mejor dicho, con lo que has escuchado aquí y allí, ya haces tu propia versión de los hechos que no tiene por qué ser lo que realmente sucedió. Queríamos que el espectador también sintiese eso, a pesar de que no fuese como al inicio, con esa intensidad, pero que todavía sintiese como que algo se le podía estar escapando.
- Estarán satisfechos de los premios y del éxito de la película en San Sebastián...
Los premios siempre son bienvenidos a nivel personal pero también sirven para hacer llamar la atención de la gente, al final esto se trata de que la gente vea la película. Pero tampoco es una cosa que nos quita el sueño, y eso sobre todo lo decimos por experiencia. Es la tercera vez que competimos en la sección de ficción, con "Loreak", la película fue muy bien recibida pero no recibió ningún premio, y salió reforzada de este festival. Para ser una pelicula pequeña de autor, hizo unos números bastante interesantes, estuvo nominada al Goya, luego fue candidata española a los Oscars... hizo su trayectoria. Luego, con "Handía", pasó lo contrario, estuvo doblemente premiada en el apartado del cine vasco y fue el premio especial del jurado, también nos fue bien entonces... bueno, ya hemos tenido las dos experiencias, me quedo con la segunda y más aún con la tercera, ahora, porque prefiero tener premios (risas), y que a la gente y a la crítica le guste.
- Les han tratado muy bien, los críticos...
He de reconocer que durante el festival me puse como propósito no leer nada, no entrar en las redes sociales, no leer criticas... bueno, lo he cumplido en parte porque entre otras cosas, nos han hecho un reportaje, hemos leído críticas, entonces, he tenido que leer... pero bueno, en el fondo al final te llega, ves a los productores contentos, hay gente que te para para felicitarte... Entonces dices, bueno a alguien le ha gustado, hay algo positivo. No hemos parado de dar entrevistas, bueno llevamos cuatro días sin parar... En los pases de público, notamos que iba bien, aunque siempre habrá de todo, pero bueno, había algo positivo. Luego, por la noche fue la gala, y fue muy bonito. Primero, ver emocionados a Antonio de La Torre y Belén Cuesta con la película, y eso para nosotros es importante, ¿no?, que a los actores la película les haya llegado. Y luego, el pasillo que nos hizo la gente, y los aplausos, fue realmente emocionante. Después tuvimos la fiesta de la película, y bueno pues la verdad que muy bien también. El balance es para estar muy contentos, hay que disfrutar de estos momentos.
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- Resúmanos qué han contado en "La trinchera infinita"
A grandes rasgos, es la historia de un topo de la guerra civil española, una persona que por miedo a las represalias cuando empieza la Guerra Civil, se esconde en su casa, pensando que podrían ser solo días o semanas. Sin embargo, esas semanas se convierten en años. Al final acaba oculto 33 años en su propia casa; para vivir esta experiencia cuenta con la colaboración de su mujer. Digamos que viven una aventura particular en la que hay muchas sensaciones humanas que nos pueden pasar a todos.
- ¿Cuál fue el punto de partida del proyecto, basado en hechos reales?
La idea de hacer la película surge en el Festival de San Sebastián, Jose Mari (Goenaga) al ver un documental que se estrenó en el 2011-2012, producido por Irusoin y La Claqueta (socios de "La trinchera infinita") y dirigido por Manuel H. Martín. En este documental se contaba la historia de varios "topos" de la Guerra Civil y la postguerra. Aunque el hilo conductor era un alcalde, se contaba la historia de varios casos similares. Nada más acabar la película, Jose Mari pensó que detrás de esa historia, había alguna película de ficción que nos podía servir para hablar de algo tan universal como el miedo, el miedo que nos frena, el miedo a dar el paso, que se puede ampliar a muchos asuntos, ¿no? El miedo a salir del armario, el miedo a dejar una pareja que ya no quieres, a romper con un trabajo que no te gusta... Bueno, yo creo que puede apelar a un montón de cosas. En un principio nos pareció muy interesante, sobre todo porque nos daba la posibilidad de contar cinematográficamente una historia potente, contándolo a través de una mirada subjetiva, en la que estamos con el protagonista constantemente... Bueno, estos proyectos empiezan hace ocho años (risas), y acabas contándolos aquí, en el festival de San Sebastián felizmente.
- Como directores, ¿se plantearon diferencias a la hora de filmar respecto a "Flores / Loreak", "Handia" y este nuevo film?
Queríamos que el espectador, en la medida de lo posible, sintiese la experiencia de Higinio, el protagonista. Sobre todo en la primera parte de la película hay mucha cámara al hombro, cortes de montaje bruscos... Tratábamos de que el espectador se sintiese un poco... cómo decirlo... incómodo, perdido y confuso como ellos. Es una situación en la que ni ellos mismos saben lo que está pasando ahí fuera, y que el propio espectador estuviese un poco desconcertado. Esa es una primera situación que ocurre en la Guerra Civil, pero claro, estamos hablando de una historia de 33 años, y obviamente en 33 años la tensión va bajando. Nosotros también a nivel estilístico hemos tratado de hacer lo mismo, según avanza la película, la cámara se tranquiliza un poco, se pone más contemplativa, pero, siempre manteniendo el punto de vista del protagonista, de Higinio Blanco. Esto te da cosas muy interesantes como jugar con el fuera de campo, que es precisamente lo que les ocurría a ellos, su realidad llegaba hasta donde llegaba su vista y su oído, entonces ni veían ni escuchaban más allá. Esto te puede llevar a crearte tus propias películas, nunca mejor dicho, con lo que has escuchado aquí y allí, ya haces tu propia versión de los hechos que no tiene por qué ser lo que realmente sucedió. Queríamos que el espectador también sintiese eso, a pesar de que no fuese como al inicio, con esa intensidad, pero que todavía sintiese como que algo se le podía estar escapando.
- Estarán satisfechos de los premios y del éxito de la película en San Sebastián...
Los premios siempre son bienvenidos a nivel personal pero también sirven para hacer llamar la atención de la gente, al final esto se trata de que la gente vea la película. Pero tampoco es una cosa que nos quita el sueño, y eso sobre todo lo decimos por experiencia. Es la tercera vez que competimos en la sección de ficción, con "Loreak", la película fue muy bien recibida pero no recibió ningún premio, y salió reforzada de este festival. Para ser una pelicula pequeña de autor, hizo unos números bastante interesantes, estuvo nominada al Goya, luego fue candidata española a los Oscars... hizo su trayectoria. Luego, con "Handía", pasó lo contrario, estuvo doblemente premiada en el apartado del cine vasco y fue el premio especial del jurado, también nos fue bien entonces... bueno, ya hemos tenido las dos experiencias, me quedo con la segunda y más aún con la tercera, ahora, porque prefiero tener premios (risas), y que a la gente y a la crítica le guste.
- Les han tratado muy bien, los críticos...
He de reconocer que durante el festival me puse como propósito no leer nada, no entrar en las redes sociales, no leer criticas... bueno, lo he cumplido en parte porque entre otras cosas, nos han hecho un reportaje, hemos leído críticas, entonces, he tenido que leer... pero bueno, en el fondo al final te llega, ves a los productores contentos, hay gente que te para para felicitarte... Entonces dices, bueno a alguien le ha gustado, hay algo positivo. No hemos parado de dar entrevistas, bueno llevamos cuatro días sin parar... En los pases de público, notamos que iba bien, aunque siempre habrá de todo, pero bueno, había algo positivo. Luego, por la noche fue la gala, y fue muy bonito. Primero, ver emocionados a Antonio de La Torre y Belén Cuesta con la película, y eso para nosotros es importante, ¿no?, que a los actores la película les haya llegado. Y luego, el pasillo que nos hizo la gente, y los aplausos, fue realmente emocionante. Después tuvimos la fiesta de la película, y bueno pues la verdad que muy bien también. El balance es para estar muy contentos, hay que disfrutar de estos momentos.
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