La peruana "Canción sin nombre" ganó el Colón de Oro en Huelva
- por © Jon Apaolaza (Huelva)-NOTICINE.com
La cinta peruana de Melina León "Canción sin nombre", recibió este viernes el Colón de Oro, máximo galardón del 45 Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, así como los galardones a mejor dirección y contribución técnico-artística. Las recompensas interpretativas, Colones de Plata, fueron por el lado masculino para el argentino Renato Quattordio por "Yo, adolescente" y por el femenino para las dos intérpretes de "Pólvora en el corazón", las guatemaltecas Vanessa Hernández y Andrea Henry, ambas películas estrenadas mundialmente en esta edición del certamen onubense, que se cerró con la entrega del segundo Premio Ciudad de Huelva a la actriz colombiana Juana Acosta.
"Canción sin nombre", lanzada en Cannes el pasado mayo y antes participante en festivales como los de Chicago, Munich, Zurich, Lima, Jerusalem, Vancouver y el del AFI, fue considerada la mejor película "por ser capaz de retratar con una notable sobriedad cinematográfica la complejidad de una sociedad al límite, a través de imágenes que permanecen en la memoria por su atmósfera y su contundencia, y por un destacado trabajo actoral que muestra con sutileza y humildad el desamparo de todo un país", según el fallo del jurado.
El palmarés oficial se completa con su Premio Especial a "Los días de la ballena", de la colombiana Catalina Arroyave, y una mención especial al actor mexicano Roberto Sosa por su papel en "Souvenir", de Armond Cohen.
Entre los numerosos galardones paralelos, el del público del escueto apartado competitivo oficial (sólo ocho títulos) correspondió al documental musical "Eliades Ochoa, de Cuba y para el mundo", de Cynthia Biestek y Rubén Gómez (Cuba-EEUU-México) y el de la crítica a "El proyeccionista", del dominicano José María Cabral.
"Canción sin nombre" es la opera prima de Melina León, coautora del guión junto a Michael White. La acción, que se inspira en hechos reales, se desarrolla a finales de los años 80, cuando a Georgina, una joven de Ayacucho que acude a la capital, le desaparece su bebita tras dar a luz en una clínica fraudulenta. Son tiempos convulsos en Perú por la guerra contra Sendero Luminoso, y un periodista limeño con sus propios problemas de marginación social se convertirá en su principal apoyo para localizar a la niña.
"La idea -explicó la ahora ausente en Huelva Melina León a NOTICINE.com- surgió porque mi padre -que es periodista- me contó esta historia, pero de una manera incluso más impresionante de lo que se ve en la película. Me cuenta que un día le llamó una mujer francesa solamente para agradecerle por los artículos periodísticos que él habría escrito 25 o 30 años atrás, entonces, eso en sí mismo es una cosa impresionante, como el pasado regresa a uno de una manera tan concreta, tan fuerte, casi milagrosa. Que después de 30 años alguien te diga: Yo fui una de las víctimas de algo y ahora estoy aquí y regreso un poco a componer los errores del pasado, los entuertos, las desgracias del pasado y que agradezca por en algún momento haber echado una mano, es muy bonito. Pero claro, era una película en la que no pretendíamos hacer muchas concesiones artísticas. Además es una ópera prima. Entonces financiar películas así cuesta mucho. No estábamos tratando de vender actores famosos o buscar una mirada vendedora. Al contrario, estábamos buscando una mirada honesta y hasta cierto punto profunda, y creo que no es fácil de vender".
Esta 45 edición ha ahondado la crisis existencial del certamen onubense, el primero y más importante del cine latinoamericano en España, pero ahora con un demasiado escueto presupuesto y una competencia en la selección de películas tan desmedida como desleal de San Sebastián y Málaga, frente a la que no reacciona. Sin apenas prensa ni invitados y con una menguante sección oficial, su futuro se ve incierto, salvo que las autoridades políticas y culturales asuman que es el único certamen español que podría ser el primero del mundo en su especialidad.
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"Canción sin nombre", lanzada en Cannes el pasado mayo y antes participante en festivales como los de Chicago, Munich, Zurich, Lima, Jerusalem, Vancouver y el del AFI, fue considerada la mejor película "por ser capaz de retratar con una notable sobriedad cinematográfica la complejidad de una sociedad al límite, a través de imágenes que permanecen en la memoria por su atmósfera y su contundencia, y por un destacado trabajo actoral que muestra con sutileza y humildad el desamparo de todo un país", según el fallo del jurado.
El palmarés oficial se completa con su Premio Especial a "Los días de la ballena", de la colombiana Catalina Arroyave, y una mención especial al actor mexicano Roberto Sosa por su papel en "Souvenir", de Armond Cohen.
Entre los numerosos galardones paralelos, el del público del escueto apartado competitivo oficial (sólo ocho títulos) correspondió al documental musical "Eliades Ochoa, de Cuba y para el mundo", de Cynthia Biestek y Rubén Gómez (Cuba-EEUU-México) y el de la crítica a "El proyeccionista", del dominicano José María Cabral.
"Canción sin nombre" es la opera prima de Melina León, coautora del guión junto a Michael White. La acción, que se inspira en hechos reales, se desarrolla a finales de los años 80, cuando a Georgina, una joven de Ayacucho que acude a la capital, le desaparece su bebita tras dar a luz en una clínica fraudulenta. Son tiempos convulsos en Perú por la guerra contra Sendero Luminoso, y un periodista limeño con sus propios problemas de marginación social se convertirá en su principal apoyo para localizar a la niña.
"La idea -explicó la ahora ausente en Huelva Melina León a NOTICINE.com- surgió porque mi padre -que es periodista- me contó esta historia, pero de una manera incluso más impresionante de lo que se ve en la película. Me cuenta que un día le llamó una mujer francesa solamente para agradecerle por los artículos periodísticos que él habría escrito 25 o 30 años atrás, entonces, eso en sí mismo es una cosa impresionante, como el pasado regresa a uno de una manera tan concreta, tan fuerte, casi milagrosa. Que después de 30 años alguien te diga: Yo fui una de las víctimas de algo y ahora estoy aquí y regreso un poco a componer los errores del pasado, los entuertos, las desgracias del pasado y que agradezca por en algún momento haber echado una mano, es muy bonito. Pero claro, era una película en la que no pretendíamos hacer muchas concesiones artísticas. Además es una ópera prima. Entonces financiar películas así cuesta mucho. No estábamos tratando de vender actores famosos o buscar una mirada vendedora. Al contrario, estábamos buscando una mirada honesta y hasta cierto punto profunda, y creo que no es fácil de vender".
Esta 45 edición ha ahondado la crisis existencial del certamen onubense, el primero y más importante del cine latinoamericano en España, pero ahora con un demasiado escueto presupuesto y una competencia en la selección de películas tan desmedida como desleal de San Sebastián y Málaga, frente a la que no reacciona. Sin apenas prensa ni invitados y con una menguante sección oficial, su futuro se ve incierto, salvo que las autoridades políticas y culturales asuman que es el único certamen español que podría ser el primero del mundo en su especialidad.
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