Entrevista exclusiva a Michel Franco: "No hemos aprendido nada de esta pandemia"
- por © Mónica Uriel (Venecia)-NOTICINE.com
Tres festivales en apenas dos semanas y en dos continentes, es el desafío en unos tiempos en los que los viajes se dificultan como nunca para Michel Franco, el cineasta mexicano, único iberoamericano en optar este año al León de Oro en la Mostra de Venecia. NOTICINE.com habló en exclusiva con el autor de "Nuevo orden", quien quiere ser optimista respecto de su visión distópica del futuro, pero a la vez considera que la pandemia del coronavirus esté dejando una moraleja desesperanzadora.
- "Nuevo orden" nació en su mente hace bastantes años...
Sí, el proyecto surge de la necesidad de atender un problema que para mi ha sido fundamental desde que era niño: La desigualdad que hay entre un gran número de personas pobres, 60 millones en México, y un pequeño número de personas privilegiadas que acaparan la riqueza. Ahora, el mundo está colapsando, la gente está insatisfecha, no sólo en mi país. Por eso quise escribir esta distopía a la que cada vez nos acercamos más.
- ¿Qué mensaje quiere transmitir?
Nunca pienso en eso cuando escribo una película, ni juzgo a mis personajes, ni trato de que haya ambigüedad. Pero sí he de pensar en un mensaje diría que es que no lleguemos a lo que pasa en la película. Que todos debemos cambiar para no llegar hasta ahí, tener más empatía y ayudar a quien no tiene los privilegios. La pandemia ha demostrado que el ser humano no entiende hasta que no revienta la situación. Habría que ser menos egoístas, pero no creo que vaya a pasar. A mi parecer, con esta situación se evidencia aún más que nadie quiere ayudar al otro. Por ejemplo, en la carrera para conseguir la vacuna, suponiendo que ya esté lista, ¿quién la va a tener? Los países privilegiados y las personas con más dinero. No hemos aprendido nada.
- ¿Ve el futuro tan negro?
De cara al futuro hay que ser optimista, y reflexionar sobre estas cosas. La primera medida para mejorar el mundo es admitir que está mal y animarse a discutir qué se debe cambiar.
- Ha sido su película más ambiciosa en términos de producción. ¿Fue complicado el rodaje?
Fue muy complicado. Manejé 3000 extras y cerré las avenidas principales del país. Además de preparar efectos visuales y trabajar desde ocho puntos de vista diferentes, porque son ocho protagonistas. Siempre estuvo a punto de salir mal todo. Por suerte, no ha sido un desastre, pero muchas personas iban abandonando el proyecto porque realmente pensaban que lo sería. El resultado ha sido mejor de lo que yo había pensado.
- ¿Le resultó difícil la financiación?
El dinero que conseguí no es el ideal, porque rara vez se consigue el presupuesto ideal para el cine de autor, pero lo conseguí con la confianza de mis distribuidores e inversores, que yo mismo me he ganado con mi carrera.
- Se va usted a hacer el tour completo de los festivales de septiembre, Venecia-Toronto-San Sebastián. ¿Cómo se siente compitiendo aquí en el Lido?
Es el primer festival presencial después de la pandemia. Hay que aceptar que el cine vuelve y ser parte de este proyecto me entusiasma. La cultura se está recortando con el pretexto de la salud, y aunque la salud es lo primero, podrían recortar el presupuesto del Ejército o seguridad, que solo empeoran el mundo. Sería un honor hacia mi trabajo y las personas que trabajan conmigo ganar un premio, Alberto Barbera -director y productor- dijo que mi película invita a la reflexión y que no podía compararse con ninguna.
- ¿Escribiría sobre la pandemia?
No, no, estoy aburridísimo de la pandemia. Lo último que haría sería escribir o hacer una película sobre ello.
- Ser el único representante de nuestro idioma en la competencia muestra la pujanza del cine mexicano. ¿Cómo lo ve usted?
Aún es bueno, pero los recortes le amenazan, al igual que las producciones de novelas de Netflix. Cada vez hay menos interés en hacer cine de verdad. El cine mexicano ha dejado de estar de moda para ser un referente en el mundo. Aunque quedan muchos caminos por explorar en el cine, por eso estoy en contra de las series de televisión, que únicamente cuentan historias.
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- "Nuevo orden" nació en su mente hace bastantes años...
Sí, el proyecto surge de la necesidad de atender un problema que para mi ha sido fundamental desde que era niño: La desigualdad que hay entre un gran número de personas pobres, 60 millones en México, y un pequeño número de personas privilegiadas que acaparan la riqueza. Ahora, el mundo está colapsando, la gente está insatisfecha, no sólo en mi país. Por eso quise escribir esta distopía a la que cada vez nos acercamos más.
- ¿Qué mensaje quiere transmitir?
Nunca pienso en eso cuando escribo una película, ni juzgo a mis personajes, ni trato de que haya ambigüedad. Pero sí he de pensar en un mensaje diría que es que no lleguemos a lo que pasa en la película. Que todos debemos cambiar para no llegar hasta ahí, tener más empatía y ayudar a quien no tiene los privilegios. La pandemia ha demostrado que el ser humano no entiende hasta que no revienta la situación. Habría que ser menos egoístas, pero no creo que vaya a pasar. A mi parecer, con esta situación se evidencia aún más que nadie quiere ayudar al otro. Por ejemplo, en la carrera para conseguir la vacuna, suponiendo que ya esté lista, ¿quién la va a tener? Los países privilegiados y las personas con más dinero. No hemos aprendido nada.
- ¿Ve el futuro tan negro?
De cara al futuro hay que ser optimista, y reflexionar sobre estas cosas. La primera medida para mejorar el mundo es admitir que está mal y animarse a discutir qué se debe cambiar.
- Ha sido su película más ambiciosa en términos de producción. ¿Fue complicado el rodaje?
Fue muy complicado. Manejé 3000 extras y cerré las avenidas principales del país. Además de preparar efectos visuales y trabajar desde ocho puntos de vista diferentes, porque son ocho protagonistas. Siempre estuvo a punto de salir mal todo. Por suerte, no ha sido un desastre, pero muchas personas iban abandonando el proyecto porque realmente pensaban que lo sería. El resultado ha sido mejor de lo que yo había pensado.
- ¿Le resultó difícil la financiación?
El dinero que conseguí no es el ideal, porque rara vez se consigue el presupuesto ideal para el cine de autor, pero lo conseguí con la confianza de mis distribuidores e inversores, que yo mismo me he ganado con mi carrera.
- Se va usted a hacer el tour completo de los festivales de septiembre, Venecia-Toronto-San Sebastián. ¿Cómo se siente compitiendo aquí en el Lido?
Es el primer festival presencial después de la pandemia. Hay que aceptar que el cine vuelve y ser parte de este proyecto me entusiasma. La cultura se está recortando con el pretexto de la salud, y aunque la salud es lo primero, podrían recortar el presupuesto del Ejército o seguridad, que solo empeoran el mundo. Sería un honor hacia mi trabajo y las personas que trabajan conmigo ganar un premio, Alberto Barbera -director y productor- dijo que mi película invita a la reflexión y que no podía compararse con ninguna.
- ¿Escribiría sobre la pandemia?
No, no, estoy aburridísimo de la pandemia. Lo último que haría sería escribir o hacer una película sobre ello.
- Ser el único representante de nuestro idioma en la competencia muestra la pujanza del cine mexicano. ¿Cómo lo ve usted?
Aún es bueno, pero los recortes le amenazan, al igual que las producciones de novelas de Netflix. Cada vez hay menos interés en hacer cine de verdad. El cine mexicano ha dejado de estar de moda para ser un referente en el mundo. Aunque quedan muchos caminos por explorar en el cine, por eso estoy en contra de las series de televisión, que únicamente cuentan historias.
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