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Desde Nueva York, confinado por la pandemia, Woody Allen no quiso perderse la inauguración del Festival de San Sebastián, ciudad que sirve de escenario a su última película, "Rifkin´s Festival", producción española de Jaume Roures que se estrenaba mundialmente en la pantalla del Kursaal para dar comienzo a un certamen ya no tan alegre y distanciado.

Jamás, nos hubiésemos imaginado ni el peor de los sueños, ni cuando veíamos una de esas pelis de plagas y virus letales que acababan con el planeta, que esto podía llegar a pasar, pero aquí estamos, viviendo el festival donostiarra más extraño que jamás pudimos imaginar.

También hace algo más de un año, cuando Woody Allen aterrizó en Donostia con todo el equipo de su próxima cinta, que iba a rodar en el marco del festival vasco y sus alrededores, ignoraba que el estreno tendría que hacerse sin él. Algo que le ilusionaba muchísimo, pues como bien declaró a través de internet a NOTICINE.com, siempre se ha sentido muy feliz en esta ciudad, y la ha disfrutado en familia, saboreando momentos inolvidables en un lugar al que por supuesto le gustaría volver.

Con un protocolo sanitario aceptable, ha arrancado esta 68 edición con la cinta de Allen, como principal protagonista.

"Rifkin´s festival" cuenta la historia de un matrimonio algo ya desgastado, de un escritor en ciernes y una agente de prensa, que llegan al festival de San Sebastián. Ella representa a un joven director de cine francés, del que se enamora, dejando a su marido bastante al margen de sus planes en la Bella Easo. Por su parte, Rifkin se queda prendado de una joven médico, que le curará todos sus males imaginarios, con renovada ilusión...

La cinta es un autentico homenaje al cine clásico que tanto ama su director, y son esos homenajes en forma de secuencias oníricas la mejor parte de la cinta. A través de estas secuencias divertidas, podemos ver como el palacio de Miramar se convierte en un maravilloso Manderley de "Rebeca", rodeado de misteriosa bruma... o a la pareja formada por Elena Anaya y Wallace Shawn, convertidos en Jean Louis Trintignant y Anouk Aimée en la escena impagable del viaje en coche de "Un hombre y una mujer / Un homme et una femme", o del trineo de “Ciudadano Kane”... y una brillantísima partida de ajedrez al estilo "El séptimo sello", donde Christoph Waltz encarna a la muerte

Y así una tras otra, estas escenas de películas míticas han provocado las carcajadas de muchos de los que llenaban (a medias) el Kursaal -eso sí, todos con sus mascarillas puestas- en una imagen que nunca nos habríamos aventurado a pensar.

La cinta es entretenida, el guion por momentos brillante, pero cojea un poco en el ritmo y en las historias de amor o fascinación romántica de sus protagonistas, que se quedan un poco planas y frías, sin llegar a profundizar lo suficiente.

San Sebastián es, por supuesto, la otra protagonista de este trabajo: El hotel María Cristina, el Palacio de Miramar, Igueldo, el voladizo de La Concha, lugar romántico donde los haya, Pasajes de San Juan, y otros escenarios más, conforman el decorado natural de esta cinta, con psicoanalista incluido, interpretado por Jeff Bridges, y donde hay infinidad de cameos, como el del propio director del festival que nos ocupa, José Luis Rebordinos.

La película cuenta con un completo reparto internacional donde destacan los anteriormente mencionados Elena Anaya y Shawn, Gina Gershon, Louis Garrel, Sergi López, etc...

A la posterior rueda de prensa acudieron en persona las dos protagonistas femeninas, y vía online, el director y Wallace Shawn.

Sin duda esta cinta es un buen reclamo para los amantes del cine, y seguro que reportará interés por visitar la ciudad vasca, que muestra en la película su cara más favorecida.




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