Exclusiva: Hablamos con el dominicano Nino Martínez Sosa en vísperas de lanzar "Liborio" en Rotterdam
- por © Alba Mallenco-NOTICINE.com
El guionista y editor dominicano Nino Martínez Sosa estrenará su opera prima en largometraje "Liborio" en el Festival Internacional de Cine de Rotterdam, que se celebrará en dos partes, del 1 al 7 de febrero y del 2 al 6 de junio. La película competirá por el máximo galardón, el Tiger Award, y ese mismo mes participará también en el certamen escandinavo de Gotemburgo. Está producida por Fernando Santos Díaz y el propio Martínez. Cuenta la historia de la comunidad liborista, en torno a la figura histórica del revolucionario dominicano Papá Liborio. El elenco de la película lo forman Vicente Santos, Karina Valdez, Ramón Emilio Candelario, Fidia Peralta, Freddy Ginebra, Anderson Mojica y Jeffrey Holsman. NOTICINE.com habló en exclusiva con el cineasta dominicano a pocos días del debut mundial de su opera prima, que no llegará al país caribeño hasta 2022.
- ¿Cómo surgió su interés por contar la historia de este líder campesino dominicano?
Hace 8 o 9 años que comencé a interesarme por el personaje, real e icónico de la lucha campesina en la historia dominicana de siglo XX. Para mi encerraba la idea del triunfo del desvalido. A raíz de ahí, busqué los lugares donde aún se le rinde culto, aunque no como un dios, sino como una persona que puede interceder en la religiosidad popular. Es común ver altares con vasos de agua en representación de los ríos donde él hacía las sanaciones. Además, es una figura curiosa porque si lo analizas, dentro de él encuentras tres personajes: Jesucristo, el Che Guevara y Bob Marley. Si tú metes a esas tres personalidades en un cuerpo resulta el Papá Liborio.
- Cuando se narra la vida de un personaje tan carismático, la primera tentación es hacer apología o caricatura. ¿Qué aproximación eligió usted?
Cuando empecé a interesarme por el tema, lo que rondaba en mi cabeza era la típica biopic con el tránsito del héroe. Pero poco a poco me fui dando cuenta de que la fuerza del movimiento liborista radica en el sentido de la comunidad, la ley del desierto: te abro mi casa y te doy lo que necesitas porque si no morirás. El espíritu del desamparo que existe en esta corriente. Por ello, decidí alejarnos del personaje y acercarnos a la comunidad. Si tuviera que definir de qué va la película diría que es una comunidad que surge alrededor de un personaje. Un retrato visto desde diferentes ángulos. No es comic ni nada de eso, sino contar algo desde la mirada de los que creen.
- Y después de estudiar a Liborio y rodar esta película, ¿usted está también en las filas de los creyentes?
Juego en ambos bandos. Trato de mantener la distancia, pero sí me he entrometido en estos temas desde que comencé la investigación: rituales, reuniones… Aunque siempre con la cámara por medio. Soy liborista porque defiendo el personaje y su legado, pero le haría un flaco favor a los creyentes si me definiera como ello, y no, mantengo el equilibrio.
- ¿Un mito así nace o se hace?
Creo que las dos. Nacen y se hacen. Liborio surgió como una necesidad de defensa y de expresión del campesino porque estaban arrebatando sus tierras y cerrándole sus espacios. Una vez lo asesinan en 1922, las tropas norteamericanas abandonan el país, y el movimiento queda muy visible. Con Trujillo y la dictadura tienen que esconder el movimiento, pero cuando le ajustician, surge una segunda reencarnación de Liborio por las apariciones del personaje a los mellizos de Palmasola en esa época. Se mantuvo vivo en todo momento. Y el agravio de las desigualdades sociales actuales hace que crezca incluso más. No hay iluminados o comunidades pero si está la figura viva.
- Semejante figura histórica, que transita por varias épocas, implica una complicada producción. ¿Cómo consiguió los fondos?
Fue muy difícil, gracias a la ayuda de Ibermedia pudimos gestar la semilla. Ese dinero fue lo que nos permitió comenzar a pensar en la realización. Es una película de época y eso conlleva decorados, ropas, animales, niños… Todo lo que dicen que no utilices. Incluso el tiempo iba en contra porque llovía sin parar y no podíamos ni rodar. Gracias al equipo, que descartó la idea inicial de abandonar, y a ese dinero pudimos despegar. Después tuvimos financiación pública y participaciones de empresas, favorecidas por la normativa gubernamental de desgravaciones fiscales para inversiones privadas en cine. Con esta película me di cuenta de que el cine es un camino hacia la renuncia quedándose lo importante en el corazón.
- Vive en Madrid, pero es dominicano. Produce en Madrid, pero cuenta historias dominicanas. ¿Por qué decide realizar en España? ¿Si pudiera hacerlo en República Dominicana lo haría?
Desde que llegué a Madrid intenté ser un puente con el Atlántico, y eso que hace 20 años que llegue. Mi idea en un futuro inmediato es poder hacer cine dominicano pero no voy a cerrar ninguna puerta. Mi país natal y España, ambos, son mi hogar y no tengo problema en producir aquí, es más, uno de mis proyectos futuros es con coproducción española, algo que no pudimos conseguir para "Liborio".
- ¿Qué siente frente al hecho de que su opera prima en largometraje se estrene en pocos días en Rotterdam?
Desde el año pasado que terminamos la producción estuvimos investigando a ver dónde estrenábamos. Justo el día que terminamos empezó el Estado de Alarma en España y todo se paralizó. Comenzamos a ver que iba a ser difícil porque nuestra película no es comercial. Por suerte, mantuvimos el contacto con varios festivales y Rotterdam es el primero del año, se convirtió en nuestra gran baza. Primero porque en el festival se trabaja con el estilo de cine de la película, y segundo porque es uno de los más importantes. Además, por ahora, el film se podrá ver de forma presencial.
- ¿Algún otro proyecto con esta y futuras películas?
A la vez que en Rotterdam, "Liborio" se estrena de forma simultánea en el Festival de Gotemburgo / Göteborg. Además, estamos mirando ver cómo estrenamos en República Dominicana, todo apunta a que será en 2022, que encima se cumplen 100 años de la muerte de Liborio, un momento muy especial que nos ayudará con los espectadores y los Ministerios de Cultura y Turismo. No queremos hacer un estreno al uso en dominicana, incluso buscamos conseguir llevar la película a los pueblos de la región fronteriza donde se filmó, en colaboración con instancias oficiales. Me gustaría poder hacerlo como un evento cultural con otros personajes del país como Rita Indiana, o mostrar en una exposición todas las fotografías que han surgido del proyecto. Queremos enseñar que detrás de la película hay todo un edificio. Y la próxima película será esencialmente dominicana, pero más personal e intimista.
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- ¿Cómo surgió su interés por contar la historia de este líder campesino dominicano?
Hace 8 o 9 años que comencé a interesarme por el personaje, real e icónico de la lucha campesina en la historia dominicana de siglo XX. Para mi encerraba la idea del triunfo del desvalido. A raíz de ahí, busqué los lugares donde aún se le rinde culto, aunque no como un dios, sino como una persona que puede interceder en la religiosidad popular. Es común ver altares con vasos de agua en representación de los ríos donde él hacía las sanaciones. Además, es una figura curiosa porque si lo analizas, dentro de él encuentras tres personajes: Jesucristo, el Che Guevara y Bob Marley. Si tú metes a esas tres personalidades en un cuerpo resulta el Papá Liborio.
- Cuando se narra la vida de un personaje tan carismático, la primera tentación es hacer apología o caricatura. ¿Qué aproximación eligió usted?
Cuando empecé a interesarme por el tema, lo que rondaba en mi cabeza era la típica biopic con el tránsito del héroe. Pero poco a poco me fui dando cuenta de que la fuerza del movimiento liborista radica en el sentido de la comunidad, la ley del desierto: te abro mi casa y te doy lo que necesitas porque si no morirás. El espíritu del desamparo que existe en esta corriente. Por ello, decidí alejarnos del personaje y acercarnos a la comunidad. Si tuviera que definir de qué va la película diría que es una comunidad que surge alrededor de un personaje. Un retrato visto desde diferentes ángulos. No es comic ni nada de eso, sino contar algo desde la mirada de los que creen.
- Y después de estudiar a Liborio y rodar esta película, ¿usted está también en las filas de los creyentes?
Juego en ambos bandos. Trato de mantener la distancia, pero sí me he entrometido en estos temas desde que comencé la investigación: rituales, reuniones… Aunque siempre con la cámara por medio. Soy liborista porque defiendo el personaje y su legado, pero le haría un flaco favor a los creyentes si me definiera como ello, y no, mantengo el equilibrio.
- ¿Un mito así nace o se hace?
Creo que las dos. Nacen y se hacen. Liborio surgió como una necesidad de defensa y de expresión del campesino porque estaban arrebatando sus tierras y cerrándole sus espacios. Una vez lo asesinan en 1922, las tropas norteamericanas abandonan el país, y el movimiento queda muy visible. Con Trujillo y la dictadura tienen que esconder el movimiento, pero cuando le ajustician, surge una segunda reencarnación de Liborio por las apariciones del personaje a los mellizos de Palmasola en esa época. Se mantuvo vivo en todo momento. Y el agravio de las desigualdades sociales actuales hace que crezca incluso más. No hay iluminados o comunidades pero si está la figura viva.
- Semejante figura histórica, que transita por varias épocas, implica una complicada producción. ¿Cómo consiguió los fondos?
Fue muy difícil, gracias a la ayuda de Ibermedia pudimos gestar la semilla. Ese dinero fue lo que nos permitió comenzar a pensar en la realización. Es una película de época y eso conlleva decorados, ropas, animales, niños… Todo lo que dicen que no utilices. Incluso el tiempo iba en contra porque llovía sin parar y no podíamos ni rodar. Gracias al equipo, que descartó la idea inicial de abandonar, y a ese dinero pudimos despegar. Después tuvimos financiación pública y participaciones de empresas, favorecidas por la normativa gubernamental de desgravaciones fiscales para inversiones privadas en cine. Con esta película me di cuenta de que el cine es un camino hacia la renuncia quedándose lo importante en el corazón.
- Vive en Madrid, pero es dominicano. Produce en Madrid, pero cuenta historias dominicanas. ¿Por qué decide realizar en España? ¿Si pudiera hacerlo en República Dominicana lo haría?
Desde que llegué a Madrid intenté ser un puente con el Atlántico, y eso que hace 20 años que llegue. Mi idea en un futuro inmediato es poder hacer cine dominicano pero no voy a cerrar ninguna puerta. Mi país natal y España, ambos, son mi hogar y no tengo problema en producir aquí, es más, uno de mis proyectos futuros es con coproducción española, algo que no pudimos conseguir para "Liborio".
- ¿Qué siente frente al hecho de que su opera prima en largometraje se estrene en pocos días en Rotterdam?
Desde el año pasado que terminamos la producción estuvimos investigando a ver dónde estrenábamos. Justo el día que terminamos empezó el Estado de Alarma en España y todo se paralizó. Comenzamos a ver que iba a ser difícil porque nuestra película no es comercial. Por suerte, mantuvimos el contacto con varios festivales y Rotterdam es el primero del año, se convirtió en nuestra gran baza. Primero porque en el festival se trabaja con el estilo de cine de la película, y segundo porque es uno de los más importantes. Además, por ahora, el film se podrá ver de forma presencial.
- ¿Algún otro proyecto con esta y futuras películas?
A la vez que en Rotterdam, "Liborio" se estrena de forma simultánea en el Festival de Gotemburgo / Göteborg. Además, estamos mirando ver cómo estrenamos en República Dominicana, todo apunta a que será en 2022, que encima se cumplen 100 años de la muerte de Liborio, un momento muy especial que nos ayudará con los espectadores y los Ministerios de Cultura y Turismo. No queremos hacer un estreno al uso en dominicana, incluso buscamos conseguir llevar la película a los pueblos de la región fronteriza donde se filmó, en colaboración con instancias oficiales. Me gustaría poder hacerlo como un evento cultural con otros personajes del país como Rita Indiana, o mostrar en una exposición todas las fotografías que han surgido del proyecto. Queremos enseñar que detrás de la película hay todo un edificio. Y la próxima película será esencialmente dominicana, pero más personal e intimista.
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