Neus Ballús y Alex de la Iglesia brillan en la jornada más española de la Seminci
- por © Jon Apaolaza / N.Medina-NOTICINE.com
Con la presencia en la competencia de "Seis días corrientes / Seis dies corrents", de Neus Ballús, la clase magistral de Alex de la Iglesia y la entrega de Espigas de Honor al director vasco, los actores Jose Coronado y Mercedes Sampietro, y al director de fotografía José Luis Alcaine, la Semana Internacional de Cine de Valladolid dedicó buena parte de sus actividades del martes al cine español.
El tercer largo de la catalana Ballús sigue su línea híbrida entre el documental y la ficción. "El origen del proyecto fue la curiosidad de explorar el mundo del trabajo que surgió por un compañero de mi madre que es fontanero. Todos los días en la sobremesa me contaba miles de historia que le sucedían en el trabajo. Tenía un acceso privilegiado a como vivimos y a la gran diversidad de familias. Me parece un tema interesante para plantear una película que crea mucho realismo y drama", explicó en rueda de prensa
"Me pareció un punto de partida interesante para una película que tuviera mucho realismo y drama, pero también mucho humor cotidiano. Para escribir la película lo primero que hice fue buscar a quienes me acompañarían en este viaje, tres fontaneros reales, para lo que me fui a la Escuela del Gremio de Instaladores de Barcelona, donde vi a más de mil personas".
El largometraje se centra en Moha, Valero y Pep, tres trabajadores de una empresa de fontanería y electricidad en la periferia de Barcelona. Durante una semana, Moha, deberá demostrar que está cualificado para reemplazar a Pep, que se jubila. Sin embargo, Valero piensa que Moha no da la talla y considera que los clientes no aceptarán a un trabajador marroquí en sus casas.
Respecto del uso de actores no profesionales interpretándose a sí mismos, Ballús aseguró que "todos tenemos el potencial de ser buenos intérpretes, pero necesitamos una película para cada uno de nosotros, así que yo tenía que escribirle una película a medida a cada uno. Y solo podía hacerlo a través de un proceso de conocernos en profundidad, para establecer una relación de confianza entre nosotros y un terreno donde ellos pudieran expresarse. Tenía que asegurarme de que, emocionalmente, podían llegar hasta donde yo quería, de que aquello que yo escribía se podía expresar en el rodaje".
Al mediodía, el cineasta vasco Alex de la Iglesia dictó una clase magistral en presencia de alumnos de varios centros universitarios. El autor de "El día de la bestia" y "Las brujas de Zugarramurdi" pintó un panorama positivo sobre el audiovisual español, que aseguró está en un momento espléndido, gracias a las plataformas y la competencia que han generado. "Hay cantidad y calidad. Este año tenemos películas tan diferentes como 'La abuela', de Paco Plaza o 'El buen patrón', de León de Aranoa, que solo tienen una cosa en común: las dos son muy buenas", dijo.
Hace poco más de una década, cuando era presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, el guionista, director y productor vizcaíno predijo el éxito de las plataformas digitales y animó a la industria audiovisual española a apuntarse a ese carro que se intuía en el horizonte. No sólo su llamamiento no fue seguido, sino que incluso llovieron contra él todo tipo de críticas y descalificaciones al entender sobre todo los productores que era un ataque al cine en salas. Ahora, sin reivindicar su clarividencia de antaño, De la Iglesia cree que la industria española ha superado aquellos prejuicios. "Hay una necesidad de contenido enorme en todas partes, y a nosotros nos está yendo muy bien. Antes presumíamos cuando una película o una serie la veían 3 millones de personas. Ahora llegan a 100 millones gracias a las plataformas. Probablemente, en el sector audiovisual, el modelo español está siendo el más exitoso de Europa y esto no lo dice nadie", sentenció.
Horas más tarde, el cineasta compartió escenario con sus colegas Coronado, Sampietro y Alcaine para coronar una jornada dedicada al cine nacional y sus profesionales, dentro de una Seminci que la víspera concedía otra Espiga de Honor a otro actor español, Emilio Gutiérrez Caba.
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El tercer largo de la catalana Ballús sigue su línea híbrida entre el documental y la ficción. "El origen del proyecto fue la curiosidad de explorar el mundo del trabajo que surgió por un compañero de mi madre que es fontanero. Todos los días en la sobremesa me contaba miles de historia que le sucedían en el trabajo. Tenía un acceso privilegiado a como vivimos y a la gran diversidad de familias. Me parece un tema interesante para plantear una película que crea mucho realismo y drama", explicó en rueda de prensa
"Me pareció un punto de partida interesante para una película que tuviera mucho realismo y drama, pero también mucho humor cotidiano. Para escribir la película lo primero que hice fue buscar a quienes me acompañarían en este viaje, tres fontaneros reales, para lo que me fui a la Escuela del Gremio de Instaladores de Barcelona, donde vi a más de mil personas".
El largometraje se centra en Moha, Valero y Pep, tres trabajadores de una empresa de fontanería y electricidad en la periferia de Barcelona. Durante una semana, Moha, deberá demostrar que está cualificado para reemplazar a Pep, que se jubila. Sin embargo, Valero piensa que Moha no da la talla y considera que los clientes no aceptarán a un trabajador marroquí en sus casas.
Respecto del uso de actores no profesionales interpretándose a sí mismos, Ballús aseguró que "todos tenemos el potencial de ser buenos intérpretes, pero necesitamos una película para cada uno de nosotros, así que yo tenía que escribirle una película a medida a cada uno. Y solo podía hacerlo a través de un proceso de conocernos en profundidad, para establecer una relación de confianza entre nosotros y un terreno donde ellos pudieran expresarse. Tenía que asegurarme de que, emocionalmente, podían llegar hasta donde yo quería, de que aquello que yo escribía se podía expresar en el rodaje".
Al mediodía, el cineasta vasco Alex de la Iglesia dictó una clase magistral en presencia de alumnos de varios centros universitarios. El autor de "El día de la bestia" y "Las brujas de Zugarramurdi" pintó un panorama positivo sobre el audiovisual español, que aseguró está en un momento espléndido, gracias a las plataformas y la competencia que han generado. "Hay cantidad y calidad. Este año tenemos películas tan diferentes como 'La abuela', de Paco Plaza o 'El buen patrón', de León de Aranoa, que solo tienen una cosa en común: las dos son muy buenas", dijo.
Hace poco más de una década, cuando era presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, el guionista, director y productor vizcaíno predijo el éxito de las plataformas digitales y animó a la industria audiovisual española a apuntarse a ese carro que se intuía en el horizonte. No sólo su llamamiento no fue seguido, sino que incluso llovieron contra él todo tipo de críticas y descalificaciones al entender sobre todo los productores que era un ataque al cine en salas. Ahora, sin reivindicar su clarividencia de antaño, De la Iglesia cree que la industria española ha superado aquellos prejuicios. "Hay una necesidad de contenido enorme en todas partes, y a nosotros nos está yendo muy bien. Antes presumíamos cuando una película o una serie la veían 3 millones de personas. Ahora llegan a 100 millones gracias a las plataformas. Probablemente, en el sector audiovisual, el modelo español está siendo el más exitoso de Europa y esto no lo dice nadie", sentenció.
Horas más tarde, el cineasta compartió escenario con sus colegas Coronado, Sampietro y Alcaine para coronar una jornada dedicada al cine nacional y sus profesionales, dentro de una Seminci que la víspera concedía otra Espiga de Honor a otro actor español, Emilio Gutiérrez Caba.
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