El despertar sexual, desde la óptica femenina de "Matar a la bestia", a concurso en Huelva
- por © Nuria Medina-NOTICINE.com
El deseo femenino llegó al Festival de Huelva con la argentina "Matar a la bestia", dirigida por Agustina San Martín, quien protagonizó este jueves un encuentro virtual con la prensa desde su país. "Estoy muy honrada, me hubiese gustado estar en presencia, pero solo el hecho de que la película este viajando y tomando su propia autonomía es muy emocionante", afirmó.
La cinta narra la historia de Emilia, una joven de Buenos Aires que llega de un pueblo pequeño cercano a la frontera de Argentina con Brasil en busca de su hermano perdido. Como explica Agustina es "un viaje de autodescubrimiento, estos obstáculos, como el miedo, terminan siendo las cosas que ella supera".
San Martín detalló cómo surgió la idea: "La película inició hace 9 años, la empecé a escribir a los 21 antes de hacer cualquier corto, fue mi primer proyecto. Trataba de hacer un largometraje sobre este deseo sexual femenino, donde de algún modo la protagonista se confronte con alguna representación de todos estos temores. Porque la iniciación sexual de una persona muchas veces es una película de terror".
Habla sobre su experiencia realizando un film, "fue una aventura, pensé era mucho más sencillo y no lo es. Era como intentar remover un barco a través de una selva, por eso lleva tantos años. Pero sin duda me fascinó y estoy emocionada por hacer otra".
En cuanto al ambiente, quería "crear algo completamente opresivo y casi como que te cuesta respirar. También estaba la idea de que la estética fuese algo terrorífico del mundo de los sueños. A mí me interesaba que se sintiera como si fuese vista por ella y como está viviendo este despertar sexual".
Añade que el pueblo cumple un papel esencial: "Pienso que es importante que la sociedad fuera un personaje, principalmente porque ella estaba teniendo este despertar sexual. Sentí que no podía faltar algún simbolismo acerca de la mirada externa, una representación acerca de esa presión. Creo que hay muchos tipos de cine, los que dan respuestas y los que hacen preguntas, me parece que está es un poco ese estilo, por eso el rol del pueblo atacando a todo me parecía una buena herramienta".
Respecto de la identidad de la bestia del título, la directora explica que "en el Festival de Toronto y en México, la gente entendía bestias distintas y se abría un debate acerca de ello. Todos tenían sus argumentos y a mí me encantaba. Porque sentía que cada uno tenía su teoría de quien era y sus ideas representaban también lo que le estaba pasando a esa persona o su visión del mundo".
Con respecto al casting agrega que fue "bastante largo, especialmente para la protagonista. Entrevistamos muchas chicas porque sabíamos que tenía que ser desconocida, primero por temas presupuestarios, pero también porque queríamos encontrar a alguien muy especial y que fuésemos nosotros quien lo hiciésemos. Cuando realizamos la película, Tamara tendría 18 años, dimos con ella de pura suerte después de muchos castings. Ana Brun la ví en 'Las Herederas', que ganó el Oso de Oro en Berlín, y cuando escuche la voz que tiene, dije es Inés y la tenemos que conseguir como sea".
Inistió la cineasta en las dificultades que tuvo para trabajar en la relación entre las dos chicas: "A Julieth la conseguimos en Chile y a Tamara en Buenos Aires por lo que no se pudo hacer un testeo sobre la química que había entre ellas. No teníamos tanto dinero, se conocieron directamente en el lugar que íbamos a filmar un día antes. Nos enfrentamos al desafío de conseguir que las dos en unas horas generen algo intangible e innegable. En las escenas intentamos que estuviesen todo el rato mirándose como si estuviesen en la misma página, como si la otra guardase secretos. Las actrices fueron geniales entregándose a ello en muy poco tiempo".
La directora no puede dar muchos detalles acerca de lo que está realizando actualmente, pero ha avanzado que: "Tengo escrita ya otra película y ahora estoy armando para hacer una nueva el año que viene".
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La cinta narra la historia de Emilia, una joven de Buenos Aires que llega de un pueblo pequeño cercano a la frontera de Argentina con Brasil en busca de su hermano perdido. Como explica Agustina es "un viaje de autodescubrimiento, estos obstáculos, como el miedo, terminan siendo las cosas que ella supera".
San Martín detalló cómo surgió la idea: "La película inició hace 9 años, la empecé a escribir a los 21 antes de hacer cualquier corto, fue mi primer proyecto. Trataba de hacer un largometraje sobre este deseo sexual femenino, donde de algún modo la protagonista se confronte con alguna representación de todos estos temores. Porque la iniciación sexual de una persona muchas veces es una película de terror".
Habla sobre su experiencia realizando un film, "fue una aventura, pensé era mucho más sencillo y no lo es. Era como intentar remover un barco a través de una selva, por eso lleva tantos años. Pero sin duda me fascinó y estoy emocionada por hacer otra".
En cuanto al ambiente, quería "crear algo completamente opresivo y casi como que te cuesta respirar. También estaba la idea de que la estética fuese algo terrorífico del mundo de los sueños. A mí me interesaba que se sintiera como si fuese vista por ella y como está viviendo este despertar sexual".
Añade que el pueblo cumple un papel esencial: "Pienso que es importante que la sociedad fuera un personaje, principalmente porque ella estaba teniendo este despertar sexual. Sentí que no podía faltar algún simbolismo acerca de la mirada externa, una representación acerca de esa presión. Creo que hay muchos tipos de cine, los que dan respuestas y los que hacen preguntas, me parece que está es un poco ese estilo, por eso el rol del pueblo atacando a todo me parecía una buena herramienta".
Respecto de la identidad de la bestia del título, la directora explica que "en el Festival de Toronto y en México, la gente entendía bestias distintas y se abría un debate acerca de ello. Todos tenían sus argumentos y a mí me encantaba. Porque sentía que cada uno tenía su teoría de quien era y sus ideas representaban también lo que le estaba pasando a esa persona o su visión del mundo".
Con respecto al casting agrega que fue "bastante largo, especialmente para la protagonista. Entrevistamos muchas chicas porque sabíamos que tenía que ser desconocida, primero por temas presupuestarios, pero también porque queríamos encontrar a alguien muy especial y que fuésemos nosotros quien lo hiciésemos. Cuando realizamos la película, Tamara tendría 18 años, dimos con ella de pura suerte después de muchos castings. Ana Brun la ví en 'Las Herederas', que ganó el Oso de Oro en Berlín, y cuando escuche la voz que tiene, dije es Inés y la tenemos que conseguir como sea".
Inistió la cineasta en las dificultades que tuvo para trabajar en la relación entre las dos chicas: "A Julieth la conseguimos en Chile y a Tamara en Buenos Aires por lo que no se pudo hacer un testeo sobre la química que había entre ellas. No teníamos tanto dinero, se conocieron directamente en el lugar que íbamos a filmar un día antes. Nos enfrentamos al desafío de conseguir que las dos en unas horas generen algo intangible e innegable. En las escenas intentamos que estuviesen todo el rato mirándose como si estuviesen en la misma página, como si la otra guardase secretos. Las actrices fueron geniales entregándose a ello en muy poco tiempo".
La directora no puede dar muchos detalles acerca de lo que está realizando actualmente, pero ha avanzado que: "Tengo escrita ya otra película y ahora estoy armando para hacer una nueva el año que viene".
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