Carmelo Gómez, en Málaga: "Está muy bien que se tenga un recuerdo de la barbaridad de El Salvador"
- por © Carolina G. Guerrero (Málaga)-NOTICINE.com
Más de 36 años separan el nuevo estreno de Carmelo Gómez de sus inicios en la gran pantalla. Uno de los actores más premiados, pero a la vez más desaprovechados del cine español vuelve al cine de la mano del director que le permitió ganar su primer Goya, en 1995, con "Días contados", Imanol Uribe. En conversación exclusiva con NOTICINE.com, el intérprete leonés habla de "Llegaron de noche", con la que concursan ambos en Málaga.
- ¿Cómo recibió esta nueva llamada de Uribe?
Iba en el coche tranquilamente yendo a comprar un remolque para mi coche para hacer una gira que tenemos de teatro, entonces de repente suena el teléfono y me dice que si quiero hacer un papel para su película, además ya estaba empezada, pero me daba igual. El caso es que le dije que sí, y cuando leí el guion me pareció espectacular, porque es lo que sabe hacer Imanol muy bien, contar una historia que ha ocurrido, comprometida con el tiempo y con un hecho por supuesto político como son todos estos crímenes. Me parecía muy contable porque esto se olvidó y está muy bien para que se tenga un recuerdo de aquella barbaridad.
- ¿Conocía estos hechos?
Sí claro, era bastante más joven que Imanol pero fue una conmoción en el país el asesinato de los jesuitas en El Salvador, y se le dio mucha cobertura hasta que como siempre viene otra noticia y se carga a la siguiente. Pero claro que me impactó porque no te entra en la cabeza esa violencia no había ninguna causa, no eran malos en ningún sentido estaban buscando la paz. Luego pasa, aunque no debería, pero no tenemos memoria para tanto. Gracias a Dios el arte en general con cuadros, por ejemplo, o el cine con sus películas, pueden hacer memoria de esos pasajes de la humanidad para que vayamos siendo un poco mejores porque olvidar es muy feo.
- ¿Cómo se ha sentido haciendo el papel del padre Tojeira?
Bien, ha sido muy cómodo. Todos los actores coincidimos con que rodar con Imanol es muy fácil, porque te dice tú haz tu trabajo y yo hago el mío. Te deja hacerlo y confía hasta el último momento y si tiene que hacer algún retoque lo hace en el set. Además lo más bonito es encontrarme con un personaje que me enriquece personalmente como es Tojeira. Porque es un jesuita con una vocación determinada, pero realmente la vocación fundamental de este hombre es ayudar a los demás. Son misioneros que se van por ahí a lugares donde están en conflicto, hay miseria, crímenes y a ellos los mataron por buscar la paz, ese era su delito. Era un momento en el que el país estaba corrompido por el dinero que entraba de Estados Unidos para apoyar al ejército contra la guerra, con lo cual se los cargaron. Como es muchas veces el arte cuando alguien dice algo en contra de los grandes negocios pues estorba y se gasta el dinero que haga falta en acabar con ello y en este caso fue con estos. Ellos mismo dentro de la propia congregación tuvieron problemas porque había una facción que era más conservadora y otra menos. Este personaje cuando lo conocí me fascinó, me gustó mucho, hablé con él y me dio una visión de la vida bonita. Estas representando a una persona que tiene un compromiso como él, durante una temporada muy larga sabía que lo podían matar pero allí estaba porque sabía que es lo que tenía que hacer, igual que mataron a estos seis sacerdotes a él también le podría haber pasado.
- ¿Cómo ha sido el rodaje?
En España fue en Pamplona, Navarra y en Colombia, en Cali. Allí estuvimos porque no se podía ir al Salvador a rodar por la peligrosidad que había y por el propio ejército que no quería que se contase esa historia, con lo cual no pudimos ni planteárnoslo. Pero encontraron un lugar muy parecido incluso también para buscar actores secundarios y toda la cosmología racial que implica el lugar. Era la pandemia y era acojonante. Parecía que en Colombia no pasaba nada, estaban todos en autobuses sin mascarilla, nunca en lugares públicos, era curioso porque ellos al ponerles la mascarilla en el rodaje nunca se acordaban de quitársela y había que repetir un montón de tomas.
- ¿Qué opina de los festivales?
Los festivales me dan igual, se está bien. Vengo a hablar de la película y si estoy aquí es por Imanol indudablemente, nada más.
- Llevaba tiempo sin hacer una película ¿Le veremos otra vez?
No, voy a hacer teatro. Cuando hice tanto cine es porque estaba enganchado, pero no, solo teatro de momento. No tengo ningún proyecto de cine ni se le espera, pero es que estoy muy contento con lo que hago.
- ¿Con que película de Imanol se quedaría?
Creo que en "Días contados", acertamos con todo allí y éramos todos actores nuevos, excepto Bardem, y él acababa de empezar. Teníamos todos muchas ganas, estábamos vivos, ahora esos mismos actores no podríamos hacerla porque ya estamos todos más viciados que el copón. Pero es que éramos todos puros con una mirada cristalina y pudo hacer Paco Pino (el director de casting) lo que quiso, nos pusimos a su servicio al 100%.
Transcripción: Nuria Medina
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- ¿Cómo recibió esta nueva llamada de Uribe?
Iba en el coche tranquilamente yendo a comprar un remolque para mi coche para hacer una gira que tenemos de teatro, entonces de repente suena el teléfono y me dice que si quiero hacer un papel para su película, además ya estaba empezada, pero me daba igual. El caso es que le dije que sí, y cuando leí el guion me pareció espectacular, porque es lo que sabe hacer Imanol muy bien, contar una historia que ha ocurrido, comprometida con el tiempo y con un hecho por supuesto político como son todos estos crímenes. Me parecía muy contable porque esto se olvidó y está muy bien para que se tenga un recuerdo de aquella barbaridad.
- ¿Conocía estos hechos?
Sí claro, era bastante más joven que Imanol pero fue una conmoción en el país el asesinato de los jesuitas en El Salvador, y se le dio mucha cobertura hasta que como siempre viene otra noticia y se carga a la siguiente. Pero claro que me impactó porque no te entra en la cabeza esa violencia no había ninguna causa, no eran malos en ningún sentido estaban buscando la paz. Luego pasa, aunque no debería, pero no tenemos memoria para tanto. Gracias a Dios el arte en general con cuadros, por ejemplo, o el cine con sus películas, pueden hacer memoria de esos pasajes de la humanidad para que vayamos siendo un poco mejores porque olvidar es muy feo.
- ¿Cómo se ha sentido haciendo el papel del padre Tojeira?
Bien, ha sido muy cómodo. Todos los actores coincidimos con que rodar con Imanol es muy fácil, porque te dice tú haz tu trabajo y yo hago el mío. Te deja hacerlo y confía hasta el último momento y si tiene que hacer algún retoque lo hace en el set. Además lo más bonito es encontrarme con un personaje que me enriquece personalmente como es Tojeira. Porque es un jesuita con una vocación determinada, pero realmente la vocación fundamental de este hombre es ayudar a los demás. Son misioneros que se van por ahí a lugares donde están en conflicto, hay miseria, crímenes y a ellos los mataron por buscar la paz, ese era su delito. Era un momento en el que el país estaba corrompido por el dinero que entraba de Estados Unidos para apoyar al ejército contra la guerra, con lo cual se los cargaron. Como es muchas veces el arte cuando alguien dice algo en contra de los grandes negocios pues estorba y se gasta el dinero que haga falta en acabar con ello y en este caso fue con estos. Ellos mismo dentro de la propia congregación tuvieron problemas porque había una facción que era más conservadora y otra menos. Este personaje cuando lo conocí me fascinó, me gustó mucho, hablé con él y me dio una visión de la vida bonita. Estas representando a una persona que tiene un compromiso como él, durante una temporada muy larga sabía que lo podían matar pero allí estaba porque sabía que es lo que tenía que hacer, igual que mataron a estos seis sacerdotes a él también le podría haber pasado.
- ¿Cómo ha sido el rodaje?
En España fue en Pamplona, Navarra y en Colombia, en Cali. Allí estuvimos porque no se podía ir al Salvador a rodar por la peligrosidad que había y por el propio ejército que no quería que se contase esa historia, con lo cual no pudimos ni planteárnoslo. Pero encontraron un lugar muy parecido incluso también para buscar actores secundarios y toda la cosmología racial que implica el lugar. Era la pandemia y era acojonante. Parecía que en Colombia no pasaba nada, estaban todos en autobuses sin mascarilla, nunca en lugares públicos, era curioso porque ellos al ponerles la mascarilla en el rodaje nunca se acordaban de quitársela y había que repetir un montón de tomas.
- ¿Qué opina de los festivales?
Los festivales me dan igual, se está bien. Vengo a hablar de la película y si estoy aquí es por Imanol indudablemente, nada más.
- Llevaba tiempo sin hacer una película ¿Le veremos otra vez?
No, voy a hacer teatro. Cuando hice tanto cine es porque estaba enganchado, pero no, solo teatro de momento. No tengo ningún proyecto de cine ni se le espera, pero es que estoy muy contento con lo que hago.
- ¿Con que película de Imanol se quedaría?
Creo que en "Días contados", acertamos con todo allí y éramos todos actores nuevos, excepto Bardem, y él acababa de empezar. Teníamos todos muchas ganas, estábamos vivos, ahora esos mismos actores no podríamos hacerla porque ya estamos todos más viciados que el copón. Pero es que éramos todos puros con una mirada cristalina y pudo hacer Paco Pino (el director de casting) lo que quiso, nos pusimos a su servicio al 100%.
Transcripción: Nuria Medina
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