Mario Muñoz habla sobre "Los minutos negros", cine negro mexicano premiado en San Diego
- por © Julio Borrero-NOTICINE.com
La película mexicana "Los minutos negros" ha obtenido el galardón a mejor narrativa de ficción en el reciente Festival de Cine Latino de San Diego. El director de este autocalificado como "Noir tropical", Mario Muñoz, sostiene que en él "veía la posibilidad de hablar de cosas que me importaban, como nuestra relación con la figura del héroe: qué significa ser un héroe en este país y cuáles son las consecuencias de actuar heroicamente. En las novelas de Martín nadie quiere ser héroe, son reticentes porque saben lo que les pasa a los héroes. Esto me interesaba mucho y fue de lo primero que hablamos cuando iniciamos esta adaptación".
La película relata las desventuras de dos policías cuyo sentido de la moral los lleva a sumergirse en una trama de asesinatos, encubrimientos y tráfico de influencias. La adaptación de este thriller de origen literario (una novela de Martín Solares) sitúa la conspiración en el paradisíaco Golfo de México, lo que ha llevado a Muñoz a acuñar la denominación "noir tropical".
El cineasta se acercó a la novela "Los minutos negros" poco después de acabar su película "Bajo la sal", tras lo que se puso en contacto con su autor, Martín Solares. "Me asombra la capacidad que tiene Martín para imaginar. También, a la hora de filmar soy obsesivo con la geografía: cómo es el espacio, cómo se mueven las cosas. Martín tiene esa capacidad para imaginar espacios y acciones. Para mí la lectura de la novela eran secuencias que pasaban en mi cabeza como película", afirma Muñoz, en declaraciones a El Gatopardo.
Originario de Tampico, el realizador y coguionista describe como un proceso arduo y apasionante la redacción del guión junto a Solares. "Como no es mi novela, yo puedo tener la frialdad para desprenderme de ciertas cosas, para Martín es como si le cortaran un brazo". Muñoz valora también el trabajo de las productoras del film Daniela Leyva y Faride Schroeder; su experiencia en el cine independiente contribuyó en gran medida a la adaptación de la novela. "Decían: 'tu película no son las persecuciones ni los efectos, lo central la historia que quieres contar'. Fue un hallazgo increíble: el centro se mantiene, lo que está diciendo la novela, y la película no depende de si tenemos dinero para estrellar cinco coches".
Muñoz y Solares han admitido estar ya trabajando en más proyectos colaborativos. La afición de ambos al thriller policíaco les ha llevado a intentar reinventar el género, creando unos protagonistas alejados de la imagen popular del policía corrupto y del inocente policía entrañable al que acostumbraba la industria mexicana. Esta reinvención busca contribuir al factible matrimonio entre lo comercial y lo profundo: "Tengo la impresión de que los géneros cinematográficos en México están en un páramo desolado: por un lado, están las comedias raciclasistas; por el otro lado, el cine de autor, para festivales".
Volviendo a la historia de corrupción, de la película, Mario Muñoz se pregunta: "¿Cuál es el rostro que va adquiriendo la justicia en esas circunstancias? ¿Qué puede hacer un individuo aislado, en medio de un sistema que se vuelve cada vez más atroz? A mí me interesa explorar las variaciones de la justicia, su ausencia o presencia en la vida cotidiana y eso te lleva a vivir una historia de aventuras. La novela policiaca es la hija predilecta de la historia de aventuras en el siglo XXI, es uno de los motivos por los que me interesa practicarla".
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La película relata las desventuras de dos policías cuyo sentido de la moral los lleva a sumergirse en una trama de asesinatos, encubrimientos y tráfico de influencias. La adaptación de este thriller de origen literario (una novela de Martín Solares) sitúa la conspiración en el paradisíaco Golfo de México, lo que ha llevado a Muñoz a acuñar la denominación "noir tropical".
El cineasta se acercó a la novela "Los minutos negros" poco después de acabar su película "Bajo la sal", tras lo que se puso en contacto con su autor, Martín Solares. "Me asombra la capacidad que tiene Martín para imaginar. También, a la hora de filmar soy obsesivo con la geografía: cómo es el espacio, cómo se mueven las cosas. Martín tiene esa capacidad para imaginar espacios y acciones. Para mí la lectura de la novela eran secuencias que pasaban en mi cabeza como película", afirma Muñoz, en declaraciones a El Gatopardo.
Originario de Tampico, el realizador y coguionista describe como un proceso arduo y apasionante la redacción del guión junto a Solares. "Como no es mi novela, yo puedo tener la frialdad para desprenderme de ciertas cosas, para Martín es como si le cortaran un brazo". Muñoz valora también el trabajo de las productoras del film Daniela Leyva y Faride Schroeder; su experiencia en el cine independiente contribuyó en gran medida a la adaptación de la novela. "Decían: 'tu película no son las persecuciones ni los efectos, lo central la historia que quieres contar'. Fue un hallazgo increíble: el centro se mantiene, lo que está diciendo la novela, y la película no depende de si tenemos dinero para estrellar cinco coches".
Muñoz y Solares han admitido estar ya trabajando en más proyectos colaborativos. La afición de ambos al thriller policíaco les ha llevado a intentar reinventar el género, creando unos protagonistas alejados de la imagen popular del policía corrupto y del inocente policía entrañable al que acostumbraba la industria mexicana. Esta reinvención busca contribuir al factible matrimonio entre lo comercial y lo profundo: "Tengo la impresión de que los géneros cinematográficos en México están en un páramo desolado: por un lado, están las comedias raciclasistas; por el otro lado, el cine de autor, para festivales".
Volviendo a la historia de corrupción, de la película, Mario Muñoz se pregunta: "¿Cuál es el rostro que va adquiriendo la justicia en esas circunstancias? ¿Qué puede hacer un individuo aislado, en medio de un sistema que se vuelve cada vez más atroz? A mí me interesa explorar las variaciones de la justicia, su ausencia o presencia en la vida cotidiana y eso te lleva a vivir una historia de aventuras. La novela policiaca es la hija predilecta de la historia de aventuras en el siglo XXI, es uno de los motivos por los que me interesa practicarla".
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