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Uno de los más sólidos cineastas argentinos especializados en cine de género, Nicanor Loreti, ha presentado en la sección competitiva del Festival de Biarritz su penúltima película, el thriller de humor negro "Punto rojo" (tiene en postproducción la siguiente, "María"). Aún sin distribución comercial en la Argentina, el film fue tomando forma -cuenta Loreti a NOTICINE.com- incluso durante el propio rodaje.  

"Tenía una idea bastante clara en mi cabeza de hacer un policial, y de cómo podía ser. Sabía que quería que Demian Salomón fuera el protagonista, y quería una cinta muy sobria, solo con dos personajes, pero finalmente fueron surgiendo otros, y el humor negro, que fue surgiendo según filmábamos, y al final la cinta fue tomando su propia forma", detalla.

Nicanor Loreti, conocido por películas como "Anoche", "27: El club de los malditos", "Kryptonita" o "Diablo", cuenta la historia de Diego, un hombre que dentro de su auto, parqueado en una zona descampada de la provincia de Buenos Aires, está participando de un concurso radial en el cual debe responder una serie de preguntas sobre su amado Racing Club. Mientras tanto, en un abrir y cerrar de ojos, un hombre cae desde el cielo sobre el capó de su auto, otro aparece amordazado dentro del baúl, una agente secreta hace su entrada con un arma en la mano y un avión se estrella a solo unos metros del lugar.

"Es un trabajo desde luego que busca crear ese personaje que esté rozando el límite de lo bueno y de lo malo, que no se sepa muy bien de qué va, que sea contradictorio, pero que caiga bien, incluso pasando por alto sus circunstancias y su aspecto, en este caso desaliñado y con cierto aire marginal", comenta Loreti.

El uso del fútbol como elemento pivotante en la historia tiene que ver con que "en la Argentina es como una religión, y yo tenía desde el principio la idea de incluir por supuesto ese concurso radiofónico, para encontrar un tono dispar y a la vez algo surrealista, que le devuelve a la realidad a su protagonista, incluso cuando se encuentra en momentos verdaderamente límites", dice.

El cineasta admite que buscaba una sorpresa constante para el espectador, a través de una historia salvaje: "Sí, está claro que lo es, por todo lo que cuenta y cómo lo cuenta. Al final me ha salido así, y lo cierto es que es que estoy satisfecho con el resultado, es como en las cintas estadounidenses de superhéroes incombustibles. Diego es eso, una especie de superhéroe improvisado, que resurge una y otra vez de sus cenizas, que no sabes si ha muerto, y de pronto vuelve a dar señales de vida, eso me gusta del resultado de este personaje y de su evolución".

"Yo he filmado películas con mucho presupuesto y otras con menos medios, esta es de las segundas, y al final, siempre llego a la conclusión que me salen mejores trabajos con menos medios", agrega Loreti.

De su paso por Biarritz, el argentino se siente feliz por la primera oportunidad de mostrar fuera de su país una "Punto rojo" que tuvo su debut en el Festival de Mar del Plata. "Desde luego es reconfortante, y más aún cuando no estás en un país de habla hispana, y la mayoría reaccionan de igual manera y se ríen al unísono, a mi en la proyección me pareció alucinante", asegura.

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