San Sebastián: Alfredo Castro y una historia "que repetimos siempre"

por © Carolina G.Guerrero (San Sebastián)-NOTICINE.com
Alfredo Castro, en San Sebastián e interpretando a Allende
Alfredo Castro, en San Sebastián e interpretando a Allende
Tres producciones que tienen que ver con etapas trágicas de la historia de Chile han traído a San Sebastián al internacional actor Alfredo Castro:  La comedia negra "El Conde", de Pablo Larraín; la miniserie dramática "Los mil días de Allende", dirigida por Nicolás Acuña, y la candidata chilena al Oscar, "Los colonos", de Felipe Gálvez. Juntas permiten asumir la versatilidad y grandeza de uno de los mayores talentos actorales de América Latina, que se entrega en cuerpo y alma en cada personaje, aunque algunos sean tan contradictorios como estos. NOTICINE.com habló en exclusiva con Alfredo Castro.
 
- Ha tenido que hacer terapia para ser; por una parte esbirro de Pinochet y por otra parte darle vida a Salvador Allende?
 (Ríe) No, fíjate, ya me hice todas las terapias del mundo, ahora solamente estoy apelando a la emoción, a la historia... me parecieron dos proyectos muy interesantes desde el punto de vista ético y de discurso político. Me pareció maravilloso.

- El interpretar a Salvador Allende ha supuesto para usted aparte de un reto, también un proyecto y una vivencia emocionante a todos los niveles ¿No?
Sí, muy emocionante. Yo soy un tipo muy emotivo como actor, pero Salvador Allende no era demostrativo de sus emociones más tristes, digamos, era un tipo melancólico y yo tuve que parar la filmación varias veces porque me emocionaba mucho con los propios discursos, que eran de memoria, no eran leídos entonces el tipo apelaba a cosas tan humanas, tan profundas... Y yo siento que hay una crisis en la humanidad tan grande, de valores, de ética, de afectos... que tuve que parar muchas veces para poder retomar el discurso, que es un discurso hermosísimo.

- ¿Eso es lo que más le ha costado del trabajo en esta miniserie?
Eso me costó, pero la idea era no imitar a Allende, hacerlo hubiera sido un error tremendo, porque de hecho, muchos comediantes lo han hecho, entonces estábamos en una línea muy sutil que había que más bien evocar a Allende con ese maquillaje que me costaba 3 horas al día durante tres meses, ya lo evocábamos harto y emocionalmente yo tenía que trabajar en esas emociones.



- En la película de Larraín, es todo lo opuesto, es una comedia monstruosa, ¿Cómo se ha sentido rodando este personaje tan sarcástico y tan caricaturesco?
Yo con Pablo Larraín lo paso muy bien filmando, porque es un director que da una tremenda libertad, le encantan los actores y el personaje que yo hago es un criminal que está preso en este momento en Chile, condenado a mil cadenas perpetuas, entonces el argumento de él, en el cual yo me sustenté, era que él había sido educado por el estado de Chile para ser torturador y que el estado de Chile debía responder por él y no él. (Ríe) Me pareció un argumento increíble.

- ¿Ninguna responsabilidad?
No ninguna, nada, es mi profesión

- Por otra parte, ha presentado también aquí en Horizontes Latinos; "Los Colonos" un papel muy duro de un personaje real. Y la película va al Oscar por Chile...
"Los Colonos", bueno, el genocidio que hubo en Tierra del Fuego, en el cual se terminó con una etnia muy maravillosa, muy culta, muy creativa, muy hermosa para abrir el camino entre el Atlántico y el Pacífico, pero siempre a mí lo que me interesó era el tema de cómo el estado de Chile convoca a un civil a quien le entrega territorios, que fue lo mismo que pasó un poco con el golpe de estado en Chile, que los militares se hacen alianza con civiles para dar un golpe de estado horroroso y te das cuenta de que la historia, han pasado 200 años y no pasa nada.

- Esta película ya tiene un recorrido por festivales, estuvo en Cannes también, ¿Cómo lo está viviendo y que recepción tiene esta cinta tan impactante?
Muy bien, porque la gente desconoce y porque también te das cuenta de que en todos los países del mundo ha habido esas matanzas o genocidios. Yo ahora vengo de Biarritz, del festival también y me encontré un monumento que decía: 1 500 000 argelinos muertos, desaparecidos en guerra, en fin, entonces lamentablemente el ser humano no aprende nunca, reiteramos, repetimos la historia siempre.

Transcripción: Jaime Duque

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