San Sebastián: Víctor Erice cree que "la experiencia colectiva del cine se está perdiendo"

por © Daniela Creamer (San Sebastián)-NOTICINE.com
Víctor Erice (SSIFF)
Víctor Erice (SSIFF)
Para el ya octogenario cineasta vasco Víctor Erice, que este viernes recibió el homenaje de su tierra en el festival donde inició su carrera, el Séptimo Arte no vive su mejor momento, aunque mantenga su potencial. "El cine se está distribuyendo de manera diferente, y las salas de cine están quedando como sobrevivientes. El hecho de abandonar por unas horas el entorno familiar y encontrarse en una sala de cine con otras personas es una experiencia compartida que se está perdiendo", sentenció.

Visiblemente emocionado y con lágrimas en los ojos, el aclamado cineasta español Víctor Erice interrumpió su intervención en varias ocasiones durante la multitudinaria rueda de prensa en la que se le entregó el Premio Donostia.

La amplia trayectoria de Erice siempre ha tenido un fuerte vínculo con el Festival de San Sebastián. Su debut como director, con uno de los tres episodios de "Los desafíos" (1969), junto a José Luis Egea y Claudio Guerín, fue seleccionado en la Sección Oficial y recibió la Concha de Plata a la mejor dirección. Cuatro años después, con su primer largometraje en solitario, "El espíritu de la Colmena" (1973), fue galardonado con la Concha de Oro. "El sol del membrillo" (1992) fue seleccionada en la sección Made in Spain, después de recibir el Premio del Jurado y de la Crítica Internacional en Cannes, y la película colectiva "Ten Minutes Older: The Trumpet" formó parte de la sección Zabaltegi en 2002.

Esta vez, recibió una ovación de pie en la sala de prensa de Zinemaldia, ya que es la primera vez que se otorga un Premio Donostia a un director vasco de gran prestigio internacional, quien ganó la Concha de Oro hace 50 años con su ópera prima "El espíritu de la Colmena".



Erice agradeció el honor del Premio Donostia y mencionó: "Gracias al Festival de San Sebastián. El cine se ha convertido en una experiencia fundamentalmente existencial, y eso influye en todo lo que he podido hacer a lo largo del tiempo".

Habló sobre cómo el cine puede sanar el espíritu y cómo los cineastas influyen en su arte: "La sanación creo que es una de las virtudes del arte en general. Hemos creído en el conocimiento. El arte como fuente sanadora fue la reivindicación fundamental de uno de los más grandes artistas vascos, Jorge Oteiza".

Sobre su tipo de cine, Erice mencionó: "Mi cine siempre ha estado ligado al ámbito social. Aunque a veces el audiovisual tiende a vivir en una burbuja".

Erice también habló sobre la utilización de la tecnología en el cine y cómo el azar puede influir en una película: "El cine es un organismo vivo, y a veces el azar puede mejorar lo que uno ha escrito. Durante la filmación de mi película, descubrí que Manolo Solo conocía la canción 'Rio Bravo' y la había cantado días antes de rodar. Su utilización en la película surgió de manera espontánea".

En cuanto a su optimismo sobre el futuro del cine, Erice citó a Antonio Gramsci: "El optimismo es cinismo de la inteligencia y optimismo de la voluntad". También mencionó que la vitalidad del cine radica en la creatividad y la experimentación.

Erice concluyó su intervención recordando su primera Concha de Oro en San Sebastián y compartió sus reflexiones sobre su película "Cerrar los ojos": "No creo que 'Cerrar los ojos' sea una película nostálgica. Tiene el ángel de la melancolía y la historia, pero no es una película de nostalgia".

El cineasta Víctor Erice recibió el Premio Donostia en el Festival de San Sebastián, cincuenta años después de ganar su primera Concha de Oro por "El espíritu de la Colmena".

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