David Trueba, a concurso en Málaga: "Se nos han planteado las relaciones como de conquista y abandono"

por © Julio Borrero (Málaga)-NOTICINE.com
Trueba y sus actores
Trueba y sus actores
El cineasta David Trueba presentó en el Festival de Málaga su nuevo largometraje "El hombre bueno", poco después del éxito en los Premios Goya de su biopic sobre el humorista Eugenio, "Saben aquell". En el evento le han acompañado los tres actores protagonistas, curiosamente apellidados "Sanz": Vito Sanz, Macarena Sanz y Jorge Sanz. En la historia, éste último deberá mediar en la difícil separación de los dos.

El cineasta se refirió al carácter intimista de su película: "Siempre intento que los personajes no tengan una sola lectura; que el espectador pueda proyectar sobre ellos su experiencia. A menudo las películas clarifican demasiado lo que son los personajes y los transportan a cierto nivel arquetípico. Las personas somos contradictorias e incapaces de ser perfectos, pero a la vez podemos tener diferentes sentidos".

Sobre la idea de origen explicó: "La historia nace de una historia real de una persona que me cuenta que tiene que hacer de hombre bueno en una separación difícil, me interesó muchísimo que es imposible no proyectar tu propia biografía sentimental y emocional. Me sorprende, y supongo que por eso pagan a los jueces: para no contaminar con sus sentimientos. Estas figuras de los mediadores son importantes pero tienen ese terrible conflicto, como el personaje de Jorge, que es incapaz de no proyectar su experiencia sobre lo que están viviendo ellos dos". Añadió: "También me hizo mucha gracia el concepto de 'el hombre bueno'. Me di cuenta de que hay muchos elementos en la Justicia mejores que ir a un tribunal que en diez minutos sentencia la vida de una pareja".

El director dejó varias reflexiones profundas sobre las relaciones de pareja: "Cuando era imposible separarse se daban estos fenómenos increíbles de ir a casa de nuestros tíos y que parecieran parejas perfectas. Me pregunto si precisamente el desgaste del desgaste es superarlo, y hay cierta satisfacción. A nuestra generación se le han planteado las relaciones personales como relaciones de conquista y abandono. Sólo sabemos vivir los grandes hitos de una relación: el enamoramiento y el final, y no sabemos vivir las etapas llanas. Me pregunto si no deberíamos aprender del pasado lo que tenía de bueno y del futuro, que las personas no tengan que estar sometidas a otro. Encuentro a mucha gente infeliz, en un tiempo en que debería ser más feliz que sus abuelos. Hay más información, más posibilidades, más longevidad, más libertad. Sin embargo, la frustración es mayor. Dentro de 200 años vendrán los grandes autores y nos dirán todo lo que se sigue complicando después de 200 años de vida en libertad, relaciones igualitarias, sexualmente autónomas, etc., y por qué seguimos sin encontrar la fórmula".



Reflexionando sobre el agudo guion, en el que la palabra de los personajes juega un fortísimo papel, Trueba dijo: "Fue un consejo que me dio Rafael Azcona cuando era muy joven: 'David, escribe de lo que conoces. No te compliques la vida'. Yo pensaba que era mentira. Tenía 18-19 años y pensaba estúpidamente que escribir y hacer cine era una cuestión de imaginación e intención. Esa visión de Rafael me hizo ver que lo más aterrador está muy cerca; no hay que irse a una nave espacial. El género de la histeria de pareja me ha repelido siempre, aunque entre mis películas más admiradas está 'Escenas de matrimonio'. La serie de Bergman me pareció maravillosa. Una vez Azcona me dijo: 'David, eso es costumbrismo sueco. Son así. Nosotros hacemos las nuestras y ellos hacen las suyas'".

El cineasta madrileño se deshizo en elogios para Macarena Sanz: "Va a ser una actriz de la que se va a hablar muchísimo y que va a hacer muchísimos papeles porque es muy versátil, tiene muchas capacidades de cambio, y tiene comedia, que para un actor es fundamental. Y es muy inteligente". A los elogios de su director se sumaron los de Jorge Sanz y varios periodistas, a los que Macarena contestó muy emocionada y agradecida.

Finalmente, el cineasta explicó su decisión de rodar un proyecto tan minimalista: "Uno tiene una experiencia de lo que va a sacar adelante con una cadena o una plataforma y lo que no va a sacar. Lo que no se puede sacar no se puede sacar y frustra mucho. Los esfuerzos inútiles te sumergen en la melancolía. Con estas cosas hay que ser muy prudente. Yo trato de no chocar con barreras que ya sé que existen. Sé que no puedo ir con una película con personajes así y pasearme por las televisiones y esperar que Netflix me dé el dinero para hacerla; y como lo sé, me lo ahorro. Pienso: 'Venga, lo voy a hacer porque son actores buenos y en poco tiempo vamos a poder levantar la película'. Aunque no tenga ningún elemento de rodaje, material o tiempo".

Aprovechó para hacer su respetable crítica a varios aspectos de la industria cinematográfica española, dejando caer que el largometraje no contaba por el momento con plan de distribución: "Me gustaría que hubiera una territorialidad dentro del cine español que permitiera salirse de los departamentos de un casting preestablecido, de una película de un formato preestablecido de un coste preestablecido... son demasiado iguales. Algunas se salen, como este año ha sido el caso de 'La sociedad de la nieve'. Se salen, por suerte para ellas, por arriba. Tenía todo el presupuesto del cine español en un año. Pero las demás estamos en la misma zona a nivel de producción y es un poco repetitivo. Igual que los americanos se inventaron lo del cine independiente, nosotros quizá por la cosa administrativa no somos capaces de permitir eso. Ni siquiera se le ha enseñado a los distribuidores. Me encanta venir al Festival de Málaga porque todavía hay cierta pureza, no es tan snob como otros festivales. Me parece que puedes enseñar una película tranquilamente y no pasa nada. No vamos a frustrarnos a estas alturas".

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