La herencia ancestral impulsa el resurgir del cine indígena en el Festival de la Presencia Autóctona de Montreal
- por © María Gómez Bravo (Montreal)-NOTICINE.com
"We are the land and the land is us" (somos la tierra y la tierra somos nosotros). Así es el grito que vertebra la selección de producciones indígenas de todo el mundo que participan este año en la 34ª edición del Festival Presencia Autóctona de Montreal (Canadá). La voz de los pueblos nativos se abre paso ante el gemido de dolor de nuestro planeta. Sin esa tierra, ¿qué somos? El delicado equilibrio con la naturaleza está, si cabe, aún más presente en la filmografía nativa, como requisito indispensable para asegurar nuestra supervivencia como especie. Y las más de 70 producciones que este año reúne la cita canadiense se vehiculan, de alguna manera, bajo este precepto.
En este cine que se eleva y que transmite con fuerza, en medio de estos tiempos turbulentos y caóticos, cómo la sabiduría ancestral es ahora más relevante que nunca, cada espectador se convierte en un compañero de viaje más. Un camino de lucha en el que, no obstante, la esperanza está por delante, como muestra de la larga saga de la resiliencia de los pueblos indígenas del mundo, que se documenta en numerosas producciones que se verán en el Festival.
La defensa de los últimos grandes espacios naturales, amenazados por la deforestación, está presente en cintas como la producción quebequesa "Amazonie, à la rencontre des gardiens de la forêt", de Santiago Bertolino, a la que se unirá "The Wind Blows the Border" (Brasil), "This is our everything" (Alemania) e incluso la película griega "The Land of the Forgotten Songs", centrada en los grandes mitos fundacionales de las poblaciones indígenas de la cuenca amazónica.
También en la película inaugural, "Yintah" (Canadá), que hace un repaso a la década de lucha de los wet'suwet'ens para salvaguardar la ecología de su territorio amenazado por las compañías petroleras. Es el primero de los 19 largometrajes, once de ellos de ficción, que se presentarán como estrenos en Montreal hasta el 15 de agosto. Un ciclo de cine que se cerrará con la proyección de la última obra de Warwick Thornton, "The New Boy", con la participación de Cate Blanchett, en la que un niño aborigen secuestrado se encuentra bajo la autoridad de una monja poco ortodoxa. Otros dramas se centran en la infancia, como "Yana-Wara", del fallecido Oscar Catacora, que cuenta la historia de una joven heroína trágica en el mundo legal y espiritual de una comunidad quechua; "Valentina", el viaje de una niña mixteca que debe superar el luto por su padre; o "Frybread Face and Me", en la que un adolescente nativo urbano debe, en contra de su buen juicio, pasar sus vacaciones de verano con su abuela navajo.
En este esfuerzo por aunar las distintas voces de los pueblos indígenas a este lugar milenario de encuentro como es Tiohtià / Montreal, la organización ha seleccionado producciones que llegan no solo de Canadá o Estados Unidos, por proximidad, sino que se abren a un elenco diverso que recorre la geografía mundial, desde Suecia, Nueva Zelanda, Australia, Alemania, Noruega, hasta la presencia latinoamericana, con un gran protagonismo tradicionalmente en el Festival, con muestras de Perú, México, Guatemala o Brasil, entre otros países. Largos y cortometrajes que optan a los prestigiosos galardones de esta cita anual, como los Grandes Premios Teueikan y Rigoberta Menchú.
Pero, además, la programación se enriquece, en esta ocasión, con una reposición de las películas aborígenes más destacadas del año pasado (proyectadas en la Grande Bibliothèque), y actividades como el encuentro con el director del Waira Maori Film Festival, Leo Koziol; clases magistrales de cine en colaboración con ISO-BEA o proyecciones en la reserva de Kahnawake en colaboración con el Mohawk Cultural Center. Una agenda apretada en esta 34ª edición que se convierte en una oportunidad única de experimentar, ver y disfrutar lo mejor de la creatividad aborigen mundial.
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En este cine que se eleva y que transmite con fuerza, en medio de estos tiempos turbulentos y caóticos, cómo la sabiduría ancestral es ahora más relevante que nunca, cada espectador se convierte en un compañero de viaje más. Un camino de lucha en el que, no obstante, la esperanza está por delante, como muestra de la larga saga de la resiliencia de los pueblos indígenas del mundo, que se documenta en numerosas producciones que se verán en el Festival.
La defensa de los últimos grandes espacios naturales, amenazados por la deforestación, está presente en cintas como la producción quebequesa "Amazonie, à la rencontre des gardiens de la forêt", de Santiago Bertolino, a la que se unirá "The Wind Blows the Border" (Brasil), "This is our everything" (Alemania) e incluso la película griega "The Land of the Forgotten Songs", centrada en los grandes mitos fundacionales de las poblaciones indígenas de la cuenca amazónica.
También en la película inaugural, "Yintah" (Canadá), que hace un repaso a la década de lucha de los wet'suwet'ens para salvaguardar la ecología de su territorio amenazado por las compañías petroleras. Es el primero de los 19 largometrajes, once de ellos de ficción, que se presentarán como estrenos en Montreal hasta el 15 de agosto. Un ciclo de cine que se cerrará con la proyección de la última obra de Warwick Thornton, "The New Boy", con la participación de Cate Blanchett, en la que un niño aborigen secuestrado se encuentra bajo la autoridad de una monja poco ortodoxa. Otros dramas se centran en la infancia, como "Yana-Wara", del fallecido Oscar Catacora, que cuenta la historia de una joven heroína trágica en el mundo legal y espiritual de una comunidad quechua; "Valentina", el viaje de una niña mixteca que debe superar el luto por su padre; o "Frybread Face and Me", en la que un adolescente nativo urbano debe, en contra de su buen juicio, pasar sus vacaciones de verano con su abuela navajo.
En este esfuerzo por aunar las distintas voces de los pueblos indígenas a este lugar milenario de encuentro como es Tiohtià / Montreal, la organización ha seleccionado producciones que llegan no solo de Canadá o Estados Unidos, por proximidad, sino que se abren a un elenco diverso que recorre la geografía mundial, desde Suecia, Nueva Zelanda, Australia, Alemania, Noruega, hasta la presencia latinoamericana, con un gran protagonismo tradicionalmente en el Festival, con muestras de Perú, México, Guatemala o Brasil, entre otros países. Largos y cortometrajes que optan a los prestigiosos galardones de esta cita anual, como los Grandes Premios Teueikan y Rigoberta Menchú.
Pero, además, la programación se enriquece, en esta ocasión, con una reposición de las películas aborígenes más destacadas del año pasado (proyectadas en la Grande Bibliothèque), y actividades como el encuentro con el director del Waira Maori Film Festival, Leo Koziol; clases magistrales de cine en colaboración con ISO-BEA o proyecciones en la reserva de Kahnawake en colaboración con el Mohawk Cultural Center. Una agenda apretada en esta 34ª edición que se convierte en una oportunidad única de experimentar, ver y disfrutar lo mejor de la creatividad aborigen mundial.
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