Alonso Ruizpalacios abre "La Cocina" al público de la Seminci
- por © Mireia Quintana (Valladolid)-NOTICINE.com
El director mexicano Alonso Ruizpalacios ha presentado en la 69ª Semana Internacional de Cine de Valladolid su último largometraje, "La Cocina’, una coproducción entre Estados Unidos y México, rodada en blanco y negro, y protagonizada por los actores Rooney Mara y Raúl Briones.
Ambientada en un restaurante de Manhattan, la película explora la vida de inmigrantes, como Pedro (Raúl Briones) y Julia (Rooney Mara), que trabajan en condiciones precarias mientras buscan mantener sus sueños en un entorno donde la productividad domina.
La cinta está inspirada en la obra teatral "The Kitchen", de Arnold Wesker, descubierta por el director mientras trabajaba en un restaurante en Londres, una experiencia que inspiró su fascinación por el mundo de las cocinas. Aunque inicialmente pensó que sería su primer largometraje, "La Cocina" se convirtió en su cuarta película y es la primera que sitúa fuera de México. Como explicaba el cineasta en el encuentro con la prensa: "Quería retratar esa "Torre de Babel" que son las cocinas, donde se cruzan múltiples nacionalidades y vidas".
"La Cocina" se distingue por su estilo visual, utilizando el blanco y negro para enfatizar la sensación de fábula y destacar los contrastes sociales y económicos que atraviesan la historia. Esta elección estética permitió crear un entorno atemporal, donde las líneas entre el cielo y los techos del restaurante se difuminan. "Desde que empecé a escribirla lo vi así, fue un instinto. Después descubrí que tenía que ver con borrar la especificidad temporal. Me gustaba la idea de no saber cuándo tiene lugar la historia", comentaba el realizador.
La película ahonda en la complejidad de las jerarquías laborales dentro de un restaurante en el que la tensión se incrementa tras la desaparición de dinero, generando un conflicto que refleja las luchas de poder entre los personajes.
El director subrayó que no buscaba hacer una película de buenos contra malos, sino "retratar una cocina dignamente", resaltando las dinámicas de poder y las rivalidades internas entre los propios migrantes, que van más allá de las diferencias raciales y se centran en las estructuras económicas y de poder. "El racismo no tiene razas, aunque algunas lo han ejercido más que otras. Aquí, la lucha es sobre quién controla los medios de producción", afirmó Ruizpalacios.
En la rueda de prensa, Ruizpalacios también quiso destacar el papel de la Seminci como un espacio para la reflexión cinematográfica y el encuentro entre culturas, un lugar donde las historias locales y globales pueden coexistir y dialogar. "Es un honor estar aquí en Valladolid, un festival que siempre ha dado cabida a miradas que quizás no encuentran espacio en otros lugares", expuso el cineasta.
Con una duración de 139 minutos, La Cocina ha conseguido captar la atención del público en Valladolid por su enfoque innovador y la autenticidad de sus personajes, una cálida recepción que Ruizpalacios quiso agradecer, expresando su deseo de que la película continúe viajando a través de festivales y llegue a nuevas audiencias.
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Ambientada en un restaurante de Manhattan, la película explora la vida de inmigrantes, como Pedro (Raúl Briones) y Julia (Rooney Mara), que trabajan en condiciones precarias mientras buscan mantener sus sueños en un entorno donde la productividad domina.
La cinta está inspirada en la obra teatral "The Kitchen", de Arnold Wesker, descubierta por el director mientras trabajaba en un restaurante en Londres, una experiencia que inspiró su fascinación por el mundo de las cocinas. Aunque inicialmente pensó que sería su primer largometraje, "La Cocina" se convirtió en su cuarta película y es la primera que sitúa fuera de México. Como explicaba el cineasta en el encuentro con la prensa: "Quería retratar esa "Torre de Babel" que son las cocinas, donde se cruzan múltiples nacionalidades y vidas".
"La Cocina" se distingue por su estilo visual, utilizando el blanco y negro para enfatizar la sensación de fábula y destacar los contrastes sociales y económicos que atraviesan la historia. Esta elección estética permitió crear un entorno atemporal, donde las líneas entre el cielo y los techos del restaurante se difuminan. "Desde que empecé a escribirla lo vi así, fue un instinto. Después descubrí que tenía que ver con borrar la especificidad temporal. Me gustaba la idea de no saber cuándo tiene lugar la historia", comentaba el realizador.
La película ahonda en la complejidad de las jerarquías laborales dentro de un restaurante en el que la tensión se incrementa tras la desaparición de dinero, generando un conflicto que refleja las luchas de poder entre los personajes.
El director subrayó que no buscaba hacer una película de buenos contra malos, sino "retratar una cocina dignamente", resaltando las dinámicas de poder y las rivalidades internas entre los propios migrantes, que van más allá de las diferencias raciales y se centran en las estructuras económicas y de poder. "El racismo no tiene razas, aunque algunas lo han ejercido más que otras. Aquí, la lucha es sobre quién controla los medios de producción", afirmó Ruizpalacios.
En la rueda de prensa, Ruizpalacios también quiso destacar el papel de la Seminci como un espacio para la reflexión cinematográfica y el encuentro entre culturas, un lugar donde las historias locales y globales pueden coexistir y dialogar. "Es un honor estar aquí en Valladolid, un festival que siempre ha dado cabida a miradas que quizás no encuentran espacio en otros lugares", expuso el cineasta.
Con una duración de 139 minutos, La Cocina ha conseguido captar la atención del público en Valladolid por su enfoque innovador y la autenticidad de sus personajes, una cálida recepción que Ruizpalacios quiso agradecer, expresando su deseo de que la película continúe viajando a través de festivales y llegue a nuevas audiencias.
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