La colombiana "Semilla del desierto" completa la presencia iberoamericana en el Tallinn Black Nights Film Festival
- por © Corresponsal (Colombia)-NOTICINE.com
"Semilla del desierto", dirigida por el colombiano Sebastián Parra, formará parte de la competencia principal del 28 Black Nights Film Festival, en Tallinn, Estonia, que se desarrollará del 13 al 22 de noviembre, donde tendrá su estreno mundial como único título iberoamericano. Previamente, se había anunciado que el segundo apartado en importancia del certamen báltico, su competencia de operas primas, contaría con la coproducción chileno-española "Patio de chacales", de Diego Figueroa, que se estrenará mundialmente en el certamen, y la mexicana "Corina", ya vista en el Guadalajara y este mismo mes en el de Morelia, antes de su première internacional en Tallinn.
Filmada en la región de La Guajira, al norte de Colombia, fronteriza con Venezuela, "Semilla del desierto", opera prima de Parra, se desarrolla en un escenario desértico y sigue la historia de una pareja joven que decide contrabandear gasolina para financiar un aborto, enfrentándose a un padre violento y a los peligros inesperados del camino que recorren.
El director, Sebastián Parra, señaló a La República que la película aborda temas "reales y dolorosos", como la "pérdida de la inocencia, la juventud desesperanzada y la falta de oportunidades", basándose en experiencias personales de amigos cercanos durante su infancia en La Guajira. Parra expresó que su deseo es mostrar estas realidades en otros contextos y destacar que "lo que sucedía hace 50 años aún sucede", lo que lo motiva a continuar contando historias auténticas sobre la vida en los pueblos, reimaginadas en la ficción.
El elenco de "Semilla del desierto" está compuesto por actores naturales, seleccionados tras un extenso proceso de casting en La Guajira, quienes recibieron una preparación actoral intensiva. Los protagonistas son Yornexzi María Ibarra Peña y Sebastián Elí Damián Moya, quienes interpretan a Chelina y Caviche, respectivamente.
El director comentó que su intención con esta película es contar "una historia real", sin adornos ni eufemismos, explorando lo moralmente incorrecto y exponiendo aspectos que suelen ser ocultados por la sociedad. Parra también mencionó que busca evocar las vivencias de aquellos amigos de su infancia que, a diferencia de él, tuvieron que crecer rápidamente y enfrentarse a realidades difíciles desde una edad temprana.
Para poder completar la producción de la película, el equipo recurrió al crowdfunding y logró recaudar más de 24 000 dólares a través de la plataforma Seed & Spark. La productora ejecutiva, Tatiana Ronderos, agradeció la generosidad de los donantes, señalando que el apoyo recibido permitió no solo finalizar la película, sino también recompensar el trabajo del equipo que hizo posible el proyecto.
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Filmada en la región de La Guajira, al norte de Colombia, fronteriza con Venezuela, "Semilla del desierto", opera prima de Parra, se desarrolla en un escenario desértico y sigue la historia de una pareja joven que decide contrabandear gasolina para financiar un aborto, enfrentándose a un padre violento y a los peligros inesperados del camino que recorren.
El director, Sebastián Parra, señaló a La República que la película aborda temas "reales y dolorosos", como la "pérdida de la inocencia, la juventud desesperanzada y la falta de oportunidades", basándose en experiencias personales de amigos cercanos durante su infancia en La Guajira. Parra expresó que su deseo es mostrar estas realidades en otros contextos y destacar que "lo que sucedía hace 50 años aún sucede", lo que lo motiva a continuar contando historias auténticas sobre la vida en los pueblos, reimaginadas en la ficción.
El elenco de "Semilla del desierto" está compuesto por actores naturales, seleccionados tras un extenso proceso de casting en La Guajira, quienes recibieron una preparación actoral intensiva. Los protagonistas son Yornexzi María Ibarra Peña y Sebastián Elí Damián Moya, quienes interpretan a Chelina y Caviche, respectivamente.
El director comentó que su intención con esta película es contar "una historia real", sin adornos ni eufemismos, explorando lo moralmente incorrecto y exponiendo aspectos que suelen ser ocultados por la sociedad. Parra también mencionó que busca evocar las vivencias de aquellos amigos de su infancia que, a diferencia de él, tuvieron que crecer rápidamente y enfrentarse a realidades difíciles desde una edad temprana.
Para poder completar la producción de la película, el equipo recurrió al crowdfunding y logró recaudar más de 24 000 dólares a través de la plataforma Seed & Spark. La productora ejecutiva, Tatiana Ronderos, agradeció la generosidad de los donantes, señalando que el apoyo recibido permitió no solo finalizar la película, sino también recompensar el trabajo del equipo que hizo posible el proyecto.
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