Miradas femeninas en la Seminci: Elena Manrique y Maura Delpero

por © Mireia Quintana (Valladolid)-NOTICINE.com
Elena Manrique y Maura Delpero
Elena Manrique y Maura Delpero
Dos directoras protagonizaron este martes la competencia de la 69 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), la española Elena Manrique, una experimentada productora que ha debutado en la realización con "Fin de fiesta", y la italo-argentina Maura Delpero, con la cinta que representa al país transalpino en los Oscars, premiada en Venecia, "Vermiglio".

"Fin de fiesta" aborda la relación entre los privilegios de clase y la solidaridad entre las personas. La trama sigue a Carmina, una mujer que descubre a un inmigrante indocumentado escondido en su casa mientras huye de la policía. Carmina decide ayudarle, pero su acto altruista empieza a teñirse de motivaciones más complejas y ambiguas. "Me interesa mucho hablar de la solidaridad de las clases humildes, porque ya estoy harta de esta narrativa que dice que los inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo", comentó Manrique en rueda de prensa.

La directora explicó que la idea de "Fin de fiesta" surgió a partir de una experiencia real que ocurrió a unos amigos en Cádiz. Un joven africano que llegó en una patera se refugió en su jardín, y ellos decidieron ayudarle llevándolo a una estación de autobuses y dándole dinero para que siguiera su camino. Según Manrique, esta experiencia la marcó y fue el germen para la creación del personaje de Carmina, cuya complejidad fue uno de los mayores desafíos de la película. "Era importante entender la película que yo quería hacer, porque se mueve en esa fina línea entre lo políticamente correcto e incorrecto, y si no nos creemos al personaje de Carmina, no hay película", explicó.



Sonia Barba, que interpreta a Carmina, coincidió en la dificultad de construir el personaje. Según la actriz, fue un reto hasta que se dio cuenta de que Carmina "dice en todo momento lo que le da la gana, sin pensar si está dañando a alguien", lo que hizo más fácil interpretarla. Barba también destacó el aislamiento de Carmina, señalando que es incapaz de "ver al otro" y que solo utiliza a quienes la rodean, sin reconocer realmente a las personas que la asisten, como su criada.

En la misma jornada la cineasta italo-argentina Maura Delpero, conocida por su cinta argentina "Maternal",  presentó "Vermiglio", una película ambientada en 1944 en un pequeño pueblo de los Alpes italianos. La trama sigue a un maestro local cuya vida se ve alterada con la llegada de un soldado desertor que busca refugio. Este relato histórico se convierte en un marco para reflexionar sobre temas como la maternidad, el patriarcado y el paso del tiempo. Para Delpero, "Vermiglio" es "un viaje en el tiempo y el espacio", y le interesaba especialmente retratar el último año de la II Guerra Mundial como un momento de transición entre lo antiguo y lo moderno.

Aunque la película está situada en un contexto histórico específico, Delpero destacó que las relaciones humanas que explora son universales. "No es una cuestión conectada exclusivamente a una época, es lo que nos toca a todos como seres humanos", afirmó. Asimismo, la directora señaló la importancia de retratar la realidad de las mujeres de la época sin imponer un discurso que rompa con la precisión histórica: "Los personajes femeninos están bajo las decisiones de un páter familias, pero empiezan a experimentar un deseo de autodeterminación, aunque sea de manera oculta".

Delpero también habló sobre su vinculación personal con el entorno que retrata. "Vermiglio" es el nombre del pueblo donde nació su padre y gran parte de su familia, y para la directora, el paisaje no es un simple escenario, sino parte integral de la cultura local. En la película, trabajó con actores profesionales y no profesionales, eligiendo a niños, adolescentes y ancianos del pueblo para que participaran en la obra. "No usé extras, sino que iba de bar en bar tomando vino y grappa con los ancianos del pueblo, pidiéndoles que hicieran un papel en la película", relató.

En cuanto a su estilo de rodaje, Delpero explicó que priorizó el uso de planos fijos y estáticos, buscando una narrativa más pictórica que cinematográfica. "Intento contar algo en cada imagen", señaló, subrayando que su interés principal estaba en los personajes y en los paisajes, sin necesidad de movimientos de cámara excesivos.

Sigue nuestras últimas noticias por INSTAGRAM o FACEBOOK.