Hablamos en Huelva con Lucía Jiménez: "Tenemos mucha suerte con el cine que hacemos en España"
- por © Jon Apaolaza (Huelva)-NOTICINE.com
La actriz segoviana Lucía Jiménez ha pasado por el Festival de Huelva para el estreno mundial de su película "El cuento del lobo", unica española en optar al Colón de Oro de esta edición número 50, un thriller en el que un hecho inesperado y ajeno acaba trastocando la vida aparentemente apacible de una pareja burguesa. En cerca de tres décadas como profesional, desde que empezó en la serie "Al salir de clase", Jiménez cree haber logrado mucho, pero aspira a mucho más, y a crear sus propias historias como guionista y directora. De ello habló en exclusiva con NOTICINE.com.
- ¿Qué le atrajo de su personaje?
Del personaje de "El cuento del lobo" me gustó que es la mirada de la sociedad ante una situación extraordinaria como la que viven. Es como el reflejo de una sociedad, quiero decir, es una mujer, que vive en su casa con su marido y reciben una llamada de teléfono. En ella hay amenazas a la chica que trabaja en nuestra casa y limpia nuestra casa. Ante un hecho así, la sociedad responde... Al principio no quieres ayudar, o sí, o que sea la policía la que se ocupe. Sabes que si ayudas a esta mujer que no conoces puedes meterte en un lío, y a lo mejor es mejor mirar hacia otro lado y hacer como que no lo has visto. Pero una vez que ya te metes en faena, porque al final decides ayudar, te das cuenta que ese hecho en sí va a desencadenar una serie de circunstancias en tu vida que no te esperabas.
- ¿Hay una moraleja en esta historia?
Seguro, seguro... El cuento el lobo es una moraleja en sí, ¿no? Que es cuando mientes, mientes, mientes, mientes... y cuando dices la verdad, ya nadie te cree. Esto es lo lo más terrible, pero es que encima lo que sucede es que el personaje de la chica, la muchacha, ella miente porque es verdad que ha tenido una serie de amenazas.
- Bueno, en realidad todos mienten...
Sí, todos mienten, y mienten y mienten. Y llega un momento que ya nadie sabe a quién creer. Entonces es que las mentiras al final tienen una consecuencia, y es que al final nadie te crea
- Me parece muy interesante en la película que el personaje masculino y el femenino están tratados con mucho equilibrio, sin que haya uno preponderante, huyendo -digamos- de los estereotipos ¿no?
¡Qué bueno! Sí, claro, es un matrimonio en el que cada uno tiene su trabajo. Son dos intelectuales que están muy desconectados emocionalmente. Llevan toda la vida juntos y no tienen hijos por circunstancias que luego se explicarán. Hay una gran brecha emocional entre ellos. Yo creo que son dos personajes que van un poco a la par. En lo profesional ella esta un poco frustrada, pero es una relación como otras relaciones de muchas personas, en las que no se hablan las cosas. Entonces, por una llamada, que es una circunstancia externa, acaban hablando de lo que tienen que hablar y acaban sacando cosas del pasado que tenían que sacar, porque viven como anestesiados un poco.
- La película se basa en una obra de teatro. ¿En qué crees tú que se cambió la obra para hacerla digamos más cinematográfica?
"El cuento de lobo", como he dicho antes, es como una especie de laberinto. Vas descubriendo nuevos lugares que parece que te van a llevar a un sitio, pero te llevan a otro. Cuando de repente ya entiendes y dices "Ah vale, es el padre. No, no es el padre. Pues sí, sí que es el padre. ¿Pero el padre es bueno o es malo?". o sea vas descubriendo y todo el rato te haces preguntas, y las respuestas no llegas a tenerlas muy claras hasta el final finalísmo. Por eso creo que te mantiene en la butaca diciendo: "¿Pero quién es esta gente? ¿Qué les pasa?". Es muy intrigante.
- Y es meritorio que todo surja de unos personajes y unos actores que los interpretan, a partir de un nivel mínimo de producción, en tres o cuatro escenarios...
Sí, es fundamentalmente una casa, cuatro personajes. Se rodó en Tenerife, hay localizaciones súper bonitas también. Pero no se sabe muy bien dónde sucede. Es un poco claustrofóbica, porque es ese lugar, esa casa, ese matrimonio, esa niña que tienes ganas de que diga la verdad, de que esté bien... No puedes entender qué le pasa por la cabeza a esa niña. Quieres ayudarla, pero no sabes muy bien cómo.
- ... Y al final creo que ha habido tal acumulación de mentiras por parte de todos los personajes, que no sabes cuál es la verdad. Casi siempre todos mentimos por miedo.
Sí. ¿Qué hay detrás de las mentiras? ¿Por qué mentimos? Pues para sobrevivir.
- Me llamó la atención la radicalidad de su personaje cuando llega la ruptura de la pareja y ella le dice: "Cuando vengas a llevarte el resto, avísame para no estar". Eso me parece tremendo...
Ya... Lo mismo me dice el director: "Esa frase me mata". Y fíjate que a mí me parece dura, pero la veo viable. O sea la veo como "mira, nos hemos separado, ahora mismo no quiero verte". Y al director le pasa que le destroza esa frase. Sí, yo creo que somos diferentes en eso los hombres y las mujeres. Al final es la historia de una separación, ¿no? Es como de un matrimonio que se rompe, y la historia de trasfondo es súper cruel.
- Hay una escena bastante insólita en los tiempos que vivimos, de violencia en la pareja, en la que es ella la que se revuelve cuando él le arrebata el teléfono móvil y agrade a su marido a golpes...
Ya, es fuerte esa, ¿no? Es como la pérdida del control. Me costó muchísimo, pero creo que se ve natural, es la rabia contenida de toda una vida. Es la impotencia, es la frustración. Hay odio también. Es muy salvaje ese momento y yo dije "pues a muerte, a muerte, a muerte". Y es un instinto muy animal de protección. De decir: "¿Pero por qué? ¿Por qué lo rompes (su móvil)? ¿Por qué me anulas? ¿Qué te pasa?". Rodarla fue duro. Acabamos destrozados, yo me hacía daño y a Dani le decía: "Perdóname, cariño". Pobrecito...
- Usted es una mujer joven, pero lleva bastantes años en la actuación. ¿Cómo ha visto cambiar al cine español en este tiempo?
Qué interesante. Pues creo que hay mucho talento, muchísimo. Creo que tenemos un cine muy rico, lleno de historias muy diversas, y que hay de todo. Y me gusta mucho el cine español, me parece que hacemos películas preciosas y de todos los géneros y de todos los formatos. Hay mucha cabida ahora para la gente joven, con miradas diferentes. Eso se premia y se apoya, y me gusta mucho. Y ha habido una apertura al cine dirigido por mujeres también muy potente, que creo que está muy bien, muy bien. Yo creo que que tenemos mucha suerte con el cine que hacemos en España.
- Desde el punto de vista profesional de los actores, ¿cómo ha cambiado?
No sé. Yo, claro, empecé con 17 años en "La buena vida" con David Trueba. Desde entonces (está próxima a cumplir 46 años) he hecho un montón de películas iberoamericanas, en Perú, en Bolivia… un montón. He trabajado aquí mucho también. Luego he hecho muchas series, pero bueno... estamos hablando de cine. Siempre hay una demanda de que te gusta lo conocido. O sea hay un punto como de "vamos a repetir una ecuación que funciona", ¿no? De "vamos a repetir el patrón, vamos a repetir estos actores que sabemos que son los que funcionan y que la gente está familiarizada". Y esto es lo único que yo cambiaría, que hay veces que esa regla se salta, y creo que debería saltarse más. Un ejemplo es esta película, "El cuento del lobo", porque es una cosa diferente a todo lo que se podría pensar. Hay mucha libertad a la hora de contarla, el director ha tenido mucha libertad, y es una película muy honesta con eso. Es decir, que no te quiere manipular, simplemente te hace un viaje. Te sientas, te dejas llevar y que sea todo súper creíble.
- Está a punto de cumplir años ¿Cómo ve la vida ahora mismo?
Estoy muy orgullosa de hasta dónde he llegado, que vas cumpliendo años y te das cuenta de que te gustaría tener 6 vidas más para vivir, de lo motivada que estás y lo feliz que te sientes ante las cosas que suceden. Ojalá me quedase aquí, así, siempre...
- ¿No pide más y mejor?
No sé, pienso que tengo mucho por hacer todavía. Quiero contar muchas historias, quiero trabajar en cosas diferentes.
- ¿Cosas diferentes que no ha hecho antes?
Quiero dirigir, quiero escribir, quiero seguir interpretando historias tan bonitas como "El cuento el lobo" y otras diferentes. Tengo muchas ganas de que pasen cosas.
- ¿Y qué tipo de historias son las que le atraen para crearlas usted?
Me gustan las historias dramáticas que hablan de las relaciones familiares, de los vínculos, de las cargas de una familia, o de las relaciones madre e hijo. También las historias que hablan de vida, de esperanza. Tengo ahí unas cuantas en mi cabeza. Estudié guión y de ahí surgió un proyecto de largometraje que se llama "Mi hijo en la tierra", pero no he querido parar de formarme. Cumplo años pero estoy más activa y más motivada que nunca, abriendo un nuevo lugar que da mucho vértigo, pero emociona mucho también. Me siento igual que cuando empecé, y he sido y soy muy intuitiva, eso ha sido una guía para mí.
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- ¿Qué le atrajo de su personaje?
Del personaje de "El cuento del lobo" me gustó que es la mirada de la sociedad ante una situación extraordinaria como la que viven. Es como el reflejo de una sociedad, quiero decir, es una mujer, que vive en su casa con su marido y reciben una llamada de teléfono. En ella hay amenazas a la chica que trabaja en nuestra casa y limpia nuestra casa. Ante un hecho así, la sociedad responde... Al principio no quieres ayudar, o sí, o que sea la policía la que se ocupe. Sabes que si ayudas a esta mujer que no conoces puedes meterte en un lío, y a lo mejor es mejor mirar hacia otro lado y hacer como que no lo has visto. Pero una vez que ya te metes en faena, porque al final decides ayudar, te das cuenta que ese hecho en sí va a desencadenar una serie de circunstancias en tu vida que no te esperabas.
- ¿Hay una moraleja en esta historia?
Seguro, seguro... El cuento el lobo es una moraleja en sí, ¿no? Que es cuando mientes, mientes, mientes, mientes... y cuando dices la verdad, ya nadie te cree. Esto es lo lo más terrible, pero es que encima lo que sucede es que el personaje de la chica, la muchacha, ella miente porque es verdad que ha tenido una serie de amenazas.
- Bueno, en realidad todos mienten...
Sí, todos mienten, y mienten y mienten. Y llega un momento que ya nadie sabe a quién creer. Entonces es que las mentiras al final tienen una consecuencia, y es que al final nadie te crea
- Me parece muy interesante en la película que el personaje masculino y el femenino están tratados con mucho equilibrio, sin que haya uno preponderante, huyendo -digamos- de los estereotipos ¿no?
¡Qué bueno! Sí, claro, es un matrimonio en el que cada uno tiene su trabajo. Son dos intelectuales que están muy desconectados emocionalmente. Llevan toda la vida juntos y no tienen hijos por circunstancias que luego se explicarán. Hay una gran brecha emocional entre ellos. Yo creo que son dos personajes que van un poco a la par. En lo profesional ella esta un poco frustrada, pero es una relación como otras relaciones de muchas personas, en las que no se hablan las cosas. Entonces, por una llamada, que es una circunstancia externa, acaban hablando de lo que tienen que hablar y acaban sacando cosas del pasado que tenían que sacar, porque viven como anestesiados un poco.
- La película se basa en una obra de teatro. ¿En qué crees tú que se cambió la obra para hacerla digamos más cinematográfica?
"El cuento de lobo", como he dicho antes, es como una especie de laberinto. Vas descubriendo nuevos lugares que parece que te van a llevar a un sitio, pero te llevan a otro. Cuando de repente ya entiendes y dices "Ah vale, es el padre. No, no es el padre. Pues sí, sí que es el padre. ¿Pero el padre es bueno o es malo?". o sea vas descubriendo y todo el rato te haces preguntas, y las respuestas no llegas a tenerlas muy claras hasta el final finalísmo. Por eso creo que te mantiene en la butaca diciendo: "¿Pero quién es esta gente? ¿Qué les pasa?". Es muy intrigante.
- Y es meritorio que todo surja de unos personajes y unos actores que los interpretan, a partir de un nivel mínimo de producción, en tres o cuatro escenarios...
Sí, es fundamentalmente una casa, cuatro personajes. Se rodó en Tenerife, hay localizaciones súper bonitas también. Pero no se sabe muy bien dónde sucede. Es un poco claustrofóbica, porque es ese lugar, esa casa, ese matrimonio, esa niña que tienes ganas de que diga la verdad, de que esté bien... No puedes entender qué le pasa por la cabeza a esa niña. Quieres ayudarla, pero no sabes muy bien cómo.
- ... Y al final creo que ha habido tal acumulación de mentiras por parte de todos los personajes, que no sabes cuál es la verdad. Casi siempre todos mentimos por miedo.
Sí. ¿Qué hay detrás de las mentiras? ¿Por qué mentimos? Pues para sobrevivir.
- Me llamó la atención la radicalidad de su personaje cuando llega la ruptura de la pareja y ella le dice: "Cuando vengas a llevarte el resto, avísame para no estar". Eso me parece tremendo...
Ya... Lo mismo me dice el director: "Esa frase me mata". Y fíjate que a mí me parece dura, pero la veo viable. O sea la veo como "mira, nos hemos separado, ahora mismo no quiero verte". Y al director le pasa que le destroza esa frase. Sí, yo creo que somos diferentes en eso los hombres y las mujeres. Al final es la historia de una separación, ¿no? Es como de un matrimonio que se rompe, y la historia de trasfondo es súper cruel.
- Hay una escena bastante insólita en los tiempos que vivimos, de violencia en la pareja, en la que es ella la que se revuelve cuando él le arrebata el teléfono móvil y agrade a su marido a golpes...
Ya, es fuerte esa, ¿no? Es como la pérdida del control. Me costó muchísimo, pero creo que se ve natural, es la rabia contenida de toda una vida. Es la impotencia, es la frustración. Hay odio también. Es muy salvaje ese momento y yo dije "pues a muerte, a muerte, a muerte". Y es un instinto muy animal de protección. De decir: "¿Pero por qué? ¿Por qué lo rompes (su móvil)? ¿Por qué me anulas? ¿Qué te pasa?". Rodarla fue duro. Acabamos destrozados, yo me hacía daño y a Dani le decía: "Perdóname, cariño". Pobrecito...
- Usted es una mujer joven, pero lleva bastantes años en la actuación. ¿Cómo ha visto cambiar al cine español en este tiempo?
Qué interesante. Pues creo que hay mucho talento, muchísimo. Creo que tenemos un cine muy rico, lleno de historias muy diversas, y que hay de todo. Y me gusta mucho el cine español, me parece que hacemos películas preciosas y de todos los géneros y de todos los formatos. Hay mucha cabida ahora para la gente joven, con miradas diferentes. Eso se premia y se apoya, y me gusta mucho. Y ha habido una apertura al cine dirigido por mujeres también muy potente, que creo que está muy bien, muy bien. Yo creo que que tenemos mucha suerte con el cine que hacemos en España.
- Desde el punto de vista profesional de los actores, ¿cómo ha cambiado?
No sé. Yo, claro, empecé con 17 años en "La buena vida" con David Trueba. Desde entonces (está próxima a cumplir 46 años) he hecho un montón de películas iberoamericanas, en Perú, en Bolivia… un montón. He trabajado aquí mucho también. Luego he hecho muchas series, pero bueno... estamos hablando de cine. Siempre hay una demanda de que te gusta lo conocido. O sea hay un punto como de "vamos a repetir una ecuación que funciona", ¿no? De "vamos a repetir el patrón, vamos a repetir estos actores que sabemos que son los que funcionan y que la gente está familiarizada". Y esto es lo único que yo cambiaría, que hay veces que esa regla se salta, y creo que debería saltarse más. Un ejemplo es esta película, "El cuento del lobo", porque es una cosa diferente a todo lo que se podría pensar. Hay mucha libertad a la hora de contarla, el director ha tenido mucha libertad, y es una película muy honesta con eso. Es decir, que no te quiere manipular, simplemente te hace un viaje. Te sientas, te dejas llevar y que sea todo súper creíble.
- Está a punto de cumplir años ¿Cómo ve la vida ahora mismo?
Estoy muy orgullosa de hasta dónde he llegado, que vas cumpliendo años y te das cuenta de que te gustaría tener 6 vidas más para vivir, de lo motivada que estás y lo feliz que te sientes ante las cosas que suceden. Ojalá me quedase aquí, así, siempre...
- ¿No pide más y mejor?
No sé, pienso que tengo mucho por hacer todavía. Quiero contar muchas historias, quiero trabajar en cosas diferentes.
- ¿Cosas diferentes que no ha hecho antes?
Quiero dirigir, quiero escribir, quiero seguir interpretando historias tan bonitas como "El cuento el lobo" y otras diferentes. Tengo muchas ganas de que pasen cosas.
- ¿Y qué tipo de historias son las que le atraen para crearlas usted?
Me gustan las historias dramáticas que hablan de las relaciones familiares, de los vínculos, de las cargas de una familia, o de las relaciones madre e hijo. También las historias que hablan de vida, de esperanza. Tengo ahí unas cuantas en mi cabeza. Estudié guión y de ahí surgió un proyecto de largometraje que se llama "Mi hijo en la tierra", pero no he querido parar de formarme. Cumplo años pero estoy más activa y más motivada que nunca, abriendo un nuevo lugar que da mucho vértigo, pero emociona mucho también. Me siento igual que cuando empecé, y he sido y soy muy intuitiva, eso ha sido una guía para mí.
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