Con Jose Coronado, Premio Ciudad de Huelva: "La única forma de llegar a esta edad, con tanto trabajo hecho, es siendo buena persona"
- por © Jon Apaolaza (Huelva)-NOTICINE.com
Al actor español Jose Coronado le han entregado este sábado el Premio Ciudad de Huelva en la 50 edición del Festival de Cine Iberoamericano, durante la Gala de Clausura del certamen. El galardón, creado en 1998, honra est3 año a un intérprete popular y reconocido por casi todos, con una carrera en teatro, cine y televisión que abarca casi cuatro décadas. Con él habló en exclusiva NOTICINE.com en Huelva.
- De los premios que le han dado y dejando de lado éste, ¿Hay alguno al que tenga especial cariño?
Tengo un cariño especial al Goya, porque me costó 25 años conseguirlo. Quiero recordar también los primeros Fotogramas, que además, fue una revista que a mí me sirvió de referente y de Biblia para aprender y para conocer el medio. Me hizo mucha ilusión, pero quizás por eso, porque fueron los primeros. Pero, si me tengo que quedar con alguno, me quedo con el Goya o con la Medalla del Mérito en las Bellas Artes. Los Premios Fotogramas y el Goya me parece que son galardones que están más sujetos al trabajo que has hecho, y ahí siempre puede haber injusticias o puede intervenir el azar, porque de pronto no te lo dan porque se lo han dado a otra persona que ha hecho un trabajo excelente. Sin embargo, en este tipo de premios-homenaje, como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, lo que se premia es más la trayectoria. Cuesta recibirlo, porque también te recuerdan tu fecha de nacimiento, pero hay mucha gente que llega a esta edad y no tiene ese reconocimiento.
- Es usted muy querido dentro de la propia profesión, y eso también es un orgullo ¿no?
Lo intento. Para mí es fundamental. Yo creo que eso también pasaba al principio; muchas veces llegas y quieres hacer la súper secuencia y brillar en ese personaje… Y yo cada vez lo tengo más claro: lo que quiero es que, cuando llegue la orden de "corte y hasta mañana", pueda irme a la cama satisfecho por haber ayudado al equipo, por haberle hecho el trabajo más fácil a alguien. Eso me hace ir sumando, día a día, satisfacciones. Creo que la única forma de llegar a esta edad con tanto trabajo hecho, es siendo buena persona.
- ¿Qué película fue la más dura?
Una película reciente muy dura ha sido "Cerrar los ojos", por su complejidad y sus circunstancias. Mi primera peli se llamaba "El tesoro", con Pedro Masó como productor, y me acuerdo de que nos tuvieron metidos en una fosa llena de barro en enero, fue muy duro. Yo nunca he pasado más frío en mi vida. Nunca he dicho como entonces "me quiero ir a mi casa", y en ese momento solo quería desaparecer. Pensé que incluso sería mejor seguir en el teatro o en otra cosa, porque era muy duro. Pero bueno, era una película con muy bajo presupuesto, éramos todos muy jóvenes, se aprovecharon de nuestra buena voluntad, estaba todo mojado y había que seguir rodando… Era en plan Auschwitz, con una manguera con la que nos limpiaban el barro.
- Esa película se puso en la Seminci pero nunca llegó a estrenarse, fue bastante maldita...
Sí, fue bastante maldita porque era una novela de Delibes e incluso se llegó a estrenar en la Semana Internacional de Cine de Valladolid. Es una peli de estas que se hacían por hacer, que contaba con un presupuesto bajo. Con justicia se pateó y se guardó en un cajón de donde no debería salir, porque era terriblemente mala.
- ¿Le suele gustar verse al cabo del tiempo? ¿Ve sus películas?
Sí que las veo, pero nunca las repito. Me gusta verlas una vez, y el primer impacto es el que me gusta, el saber si me creo o no. Puede haber un segundo visionado, porque quieras que no, en el primero tu egocentrismo no te permite ver toda la película en su conjunto, estás más con el foco en ti. Pero la segunda vez ya la ves. Más de eso ya no, porque solo serviría para autoflagelarme y preguntarme por qué hice o dejé de hacer tal cosa.
- ¿Cuando se ve piensa que hay cosas que podría haber hecho mejor?
Sí, continuamente. Pero como ya está hecho, no hay vuelta atrás. Claro que podría haberlo hecho mejor, pero hago lo que puedo y ya está. En los últimos años me he quitado mucha presión a la hora de autoexigirme.
- Uno de sus últimos estrenos ha sido "Puntos suspensivos". Es una película de suspense, pero tiene un punto humorístico. La comedia no ha sido sin embargo el género que más has frecuentado...
Porque ellos no han querido. Yo mi vida la vivo mucho en clave de comedia. He hecho incursiones y creo que no se ha dado mal. Ha habido comedias, como "Es por tu bien", "La mujer perfecta" o "Salsa rosa" al principio… Es un género muy difícil. Generalmente he estado en otras labores. He hecho mucho cine negro y cine de suspense y me ha resultado muy rentable y gratificante. Enrique Urbizu fue el que me quitó el sambenito de galán y me dio paso a los "thrillers", pasé de ser el galán del cine español a ser el tipo duro. Yo creo que esto es así, a los actores nos gustan los retos, no nos gusta lo fácil. Por eso estoy abierto a que venga lo que venga, y lo que intento es prepararme para todo y siempre trabajar desde el esfuerzo y la verdad.
- ¿Hay algo que crea que no ha hecho aún y que le gustaría hacer?
No, porque es imposible abarcarlo todo. He aprendido a ser muy pragmático y a enamorarme de verdad de lo que tengo entre manos. Por querer hacer, podríamos querer hacer tantas cosas… Pero no todo es alcanzable ni compatible. Hago lo que me ha tocado en esta vida corta que tenemos, y doy gracias porque hago muchas cosas. Veo lo que hacen mis compañeros y me doy cuenta de que he construido y vivido más de cien personajes entre teatro, cine, series y televisión, que me han permitido crecer como persona.
- Pensando en el futuro, ¿a qué le tiene miedo?
Solo le tengo miedo a tener miedo. A mi edad empiezas a tener miedo a las enfermedades, tanto tuyas como de los que te acompañan, más que a ver que el final se acerca. Prefiero hacer como el avestruz, meter la cabeza debajo y no saber lo que viene, porque evidentemente, vas cumpliendo años.
- ¿Le quedan aspiraciones?
Estar a la altura de lo que me venga. Soy muy poco ambicioso, aunque siempre me habría gustado, y creo que a lo mejor todavía podría, hacer un Shakespeare en teatro, soy un enamorado de su obra, me encantaría hacer "El Rey Lear". Me gustaría hacerlo para ver si de verdad he aprendido en estos años, tanto por experiencias como por edad, y poder plasmarlo y disfrutarlo. Si no viene, tampoco pasa nada. Desde hace mucho tiempo, creo que estoy más que pagado profesional y personalmente por la vida.
Transcripción: Celia Santos
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- De los premios que le han dado y dejando de lado éste, ¿Hay alguno al que tenga especial cariño?
Tengo un cariño especial al Goya, porque me costó 25 años conseguirlo. Quiero recordar también los primeros Fotogramas, que además, fue una revista que a mí me sirvió de referente y de Biblia para aprender y para conocer el medio. Me hizo mucha ilusión, pero quizás por eso, porque fueron los primeros. Pero, si me tengo que quedar con alguno, me quedo con el Goya o con la Medalla del Mérito en las Bellas Artes. Los Premios Fotogramas y el Goya me parece que son galardones que están más sujetos al trabajo que has hecho, y ahí siempre puede haber injusticias o puede intervenir el azar, porque de pronto no te lo dan porque se lo han dado a otra persona que ha hecho un trabajo excelente. Sin embargo, en este tipo de premios-homenaje, como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, lo que se premia es más la trayectoria. Cuesta recibirlo, porque también te recuerdan tu fecha de nacimiento, pero hay mucha gente que llega a esta edad y no tiene ese reconocimiento.
- Es usted muy querido dentro de la propia profesión, y eso también es un orgullo ¿no?
Lo intento. Para mí es fundamental. Yo creo que eso también pasaba al principio; muchas veces llegas y quieres hacer la súper secuencia y brillar en ese personaje… Y yo cada vez lo tengo más claro: lo que quiero es que, cuando llegue la orden de "corte y hasta mañana", pueda irme a la cama satisfecho por haber ayudado al equipo, por haberle hecho el trabajo más fácil a alguien. Eso me hace ir sumando, día a día, satisfacciones. Creo que la única forma de llegar a esta edad con tanto trabajo hecho, es siendo buena persona.
- ¿Qué película fue la más dura?
Una película reciente muy dura ha sido "Cerrar los ojos", por su complejidad y sus circunstancias. Mi primera peli se llamaba "El tesoro", con Pedro Masó como productor, y me acuerdo de que nos tuvieron metidos en una fosa llena de barro en enero, fue muy duro. Yo nunca he pasado más frío en mi vida. Nunca he dicho como entonces "me quiero ir a mi casa", y en ese momento solo quería desaparecer. Pensé que incluso sería mejor seguir en el teatro o en otra cosa, porque era muy duro. Pero bueno, era una película con muy bajo presupuesto, éramos todos muy jóvenes, se aprovecharon de nuestra buena voluntad, estaba todo mojado y había que seguir rodando… Era en plan Auschwitz, con una manguera con la que nos limpiaban el barro.
- Esa película se puso en la Seminci pero nunca llegó a estrenarse, fue bastante maldita...
Sí, fue bastante maldita porque era una novela de Delibes e incluso se llegó a estrenar en la Semana Internacional de Cine de Valladolid. Es una peli de estas que se hacían por hacer, que contaba con un presupuesto bajo. Con justicia se pateó y se guardó en un cajón de donde no debería salir, porque era terriblemente mala.
- ¿Le suele gustar verse al cabo del tiempo? ¿Ve sus películas?
Sí que las veo, pero nunca las repito. Me gusta verlas una vez, y el primer impacto es el que me gusta, el saber si me creo o no. Puede haber un segundo visionado, porque quieras que no, en el primero tu egocentrismo no te permite ver toda la película en su conjunto, estás más con el foco en ti. Pero la segunda vez ya la ves. Más de eso ya no, porque solo serviría para autoflagelarme y preguntarme por qué hice o dejé de hacer tal cosa.
- ¿Cuando se ve piensa que hay cosas que podría haber hecho mejor?
Sí, continuamente. Pero como ya está hecho, no hay vuelta atrás. Claro que podría haberlo hecho mejor, pero hago lo que puedo y ya está. En los últimos años me he quitado mucha presión a la hora de autoexigirme.
- Uno de sus últimos estrenos ha sido "Puntos suspensivos". Es una película de suspense, pero tiene un punto humorístico. La comedia no ha sido sin embargo el género que más has frecuentado...
Porque ellos no han querido. Yo mi vida la vivo mucho en clave de comedia. He hecho incursiones y creo que no se ha dado mal. Ha habido comedias, como "Es por tu bien", "La mujer perfecta" o "Salsa rosa" al principio… Es un género muy difícil. Generalmente he estado en otras labores. He hecho mucho cine negro y cine de suspense y me ha resultado muy rentable y gratificante. Enrique Urbizu fue el que me quitó el sambenito de galán y me dio paso a los "thrillers", pasé de ser el galán del cine español a ser el tipo duro. Yo creo que esto es así, a los actores nos gustan los retos, no nos gusta lo fácil. Por eso estoy abierto a que venga lo que venga, y lo que intento es prepararme para todo y siempre trabajar desde el esfuerzo y la verdad.
- ¿Hay algo que crea que no ha hecho aún y que le gustaría hacer?
No, porque es imposible abarcarlo todo. He aprendido a ser muy pragmático y a enamorarme de verdad de lo que tengo entre manos. Por querer hacer, podríamos querer hacer tantas cosas… Pero no todo es alcanzable ni compatible. Hago lo que me ha tocado en esta vida corta que tenemos, y doy gracias porque hago muchas cosas. Veo lo que hacen mis compañeros y me doy cuenta de que he construido y vivido más de cien personajes entre teatro, cine, series y televisión, que me han permitido crecer como persona.
- Pensando en el futuro, ¿a qué le tiene miedo?
Solo le tengo miedo a tener miedo. A mi edad empiezas a tener miedo a las enfermedades, tanto tuyas como de los que te acompañan, más que a ver que el final se acerca. Prefiero hacer como el avestruz, meter la cabeza debajo y no saber lo que viene, porque evidentemente, vas cumpliendo años.
- ¿Le quedan aspiraciones?
Estar a la altura de lo que me venga. Soy muy poco ambicioso, aunque siempre me habría gustado, y creo que a lo mejor todavía podría, hacer un Shakespeare en teatro, soy un enamorado de su obra, me encantaría hacer "El Rey Lear". Me gustaría hacerlo para ver si de verdad he aprendido en estos años, tanto por experiencias como por edad, y poder plasmarlo y disfrutarlo. Si no viene, tampoco pasa nada. Desde hace mucho tiempo, creo que estoy más que pagado profesional y personalmente por la vida.
Transcripción: Celia Santos
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