Albertina Carri recibirá homenaje en el Cinélatino de Toulouse
- por © Angela Pérez Torres-NOTICINE.com
La 37 edición del festival Cinélatino, programada en la ciudad de Toulouse entre el 21 y el 29 de marzo de 2025, rendirá homenaje a la cineasta y escritora argentina Albertina Carri. Siendo una de las principales impulsoras de la corriente del Nuevo Cine Argentino, entre otros logros, la autora de películas como "Las hijas del fuego" o "La rabia" exhibe un amplio palmarés de reconocimientos internacionales en diversos festivales internacionales.
La próxima edición del festival tolosano pone su foco de atención en Carri que, junto al realizador argelino-brasileó Karim Aïnouz, recibirá un reconocimiento por su cine disruptivo y radical, una filmografía que colecciona un sinfín de obras de esquivo catálogo. "Soy una mujer, latinoamericana, huérfana, madre, lesbiana e hija de desaparecidos, entre otras cosas, soy todas estas identidades", así se definía Carri en una conversación con la revista Cinémas d’Amerique Latine, en 2013. Precisamente, esas múltiples identidades que la caracterizan hacen de su obra un reflejo de su riqueza personal. En su trayectoria ha explorado desde la intriga policial hasta el documental, pasando por un cine más erótico y sin olvidar tocar otros palos de la cinematografía como la animación.
La pluralidad de su obra no es únicamente palpable en la variedad de géneros que ha tratado la directora, y es que entre sus títulos más destacados figuran cortometrajes como "Barbie también puede estar triste" (2001) y "Restos" (2010), series de televisión como "23 pares" (2012) y "La bella tarea" (2014), así como telefilms y videoinstalaciones para museos. Además, entre su filmografía cuenta con varios largometrajes que le han valido un generoso reconocimiento en su paso por festivales internacionales como el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana (donde recogió el galardón a Mejor Dirección por "La rabia") y el Festival de Monterrey (donde el mismo título le granjeó la distinción a Mejor Dirección y Mejor Actriz).
Asimismo, la inconformista Carri, lejos de comprometerse a un solo departamento cinematográfico, ha probado suerte en distintos sectores de la industria, ejerciendo como directora, guionista, cámara y montaje. En films como "Los rubios" (2003), "Géminis" (2005) y "Urgente" (2007) Carrie firmó el guion y se sentó tras la cámara en la silla del director. Para su cortometraje "Aurora" (2001), además de la dirección, asumió el rol de montadora, y en "No quiero volver a casa" (2000) escribió, dirigió y se encargó de la cámara. Además, desde la fundación (junto a Marta Dillon) de su propia compañía en 2010, Torta, ha ejercido también como productora de cintas como "Cuatreros" (2017), que también escribió, dirigió e interpretó. Pero el influjo de Carri se extiende más allá del audiovisual porque, además de sus aportaciones al Séptimo Arte, la argentina ha escrito y publicado cuatro libros que, como sus películas y, en esencia, su identidad, plasman distintos géneros: poesía, ensayo y novela.
Con este recorrido, la obra audiovisual de Albertina Carri es una parte indiscutible del movimiento artístico de la Argentina de los noventa, el Nuevo Cine Argentino, una corriente que con un marcado estilo realista que incorporaba nuevos elementos narrativos. Por su parte, para hacer homenaje a su rompedora y polivalente carrera, el festival de la capital occitana exhibirá parte de su obra en su sección Otra mirada, un espacio que visibiliza obras inclasificables que sacuden al espectador con propuestas inusuales, sección que le viene a Carri como anillo al dedo.
Por otro lado, el certamen de Toulouse anunció también un ciclo dedicado producciones cinematográficas realizadas por artistas de comunidades indígenas, originarias de América, desde México hasta la Patagonia, que existían antes de la colonización. Estas obras incluyen películas de ficción, documentales y cortometrajes.
Con más de cuatrocientas comunidades sociales que conservan sus lenguas, mitos y culturas, estas poblaciones han resistido las políticas de discriminación y destrucción. El cine ha surgido como una herramienta clave para narrar sus propias experiencias, revitalizar su identidad y contrarrestar los discursos coloniales predominantes. A través de este medio, se busca transmitir el legado de la oralidad y preservar las raíces históricas de cada pueblo.
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La próxima edición del festival tolosano pone su foco de atención en Carri que, junto al realizador argelino-brasileó Karim Aïnouz, recibirá un reconocimiento por su cine disruptivo y radical, una filmografía que colecciona un sinfín de obras de esquivo catálogo. "Soy una mujer, latinoamericana, huérfana, madre, lesbiana e hija de desaparecidos, entre otras cosas, soy todas estas identidades", así se definía Carri en una conversación con la revista Cinémas d’Amerique Latine, en 2013. Precisamente, esas múltiples identidades que la caracterizan hacen de su obra un reflejo de su riqueza personal. En su trayectoria ha explorado desde la intriga policial hasta el documental, pasando por un cine más erótico y sin olvidar tocar otros palos de la cinematografía como la animación.
La pluralidad de su obra no es únicamente palpable en la variedad de géneros que ha tratado la directora, y es que entre sus títulos más destacados figuran cortometrajes como "Barbie también puede estar triste" (2001) y "Restos" (2010), series de televisión como "23 pares" (2012) y "La bella tarea" (2014), así como telefilms y videoinstalaciones para museos. Además, entre su filmografía cuenta con varios largometrajes que le han valido un generoso reconocimiento en su paso por festivales internacionales como el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana (donde recogió el galardón a Mejor Dirección por "La rabia") y el Festival de Monterrey (donde el mismo título le granjeó la distinción a Mejor Dirección y Mejor Actriz).
Asimismo, la inconformista Carri, lejos de comprometerse a un solo departamento cinematográfico, ha probado suerte en distintos sectores de la industria, ejerciendo como directora, guionista, cámara y montaje. En films como "Los rubios" (2003), "Géminis" (2005) y "Urgente" (2007) Carrie firmó el guion y se sentó tras la cámara en la silla del director. Para su cortometraje "Aurora" (2001), además de la dirección, asumió el rol de montadora, y en "No quiero volver a casa" (2000) escribió, dirigió y se encargó de la cámara. Además, desde la fundación (junto a Marta Dillon) de su propia compañía en 2010, Torta, ha ejercido también como productora de cintas como "Cuatreros" (2017), que también escribió, dirigió e interpretó. Pero el influjo de Carri se extiende más allá del audiovisual porque, además de sus aportaciones al Séptimo Arte, la argentina ha escrito y publicado cuatro libros que, como sus películas y, en esencia, su identidad, plasman distintos géneros: poesía, ensayo y novela.
Con este recorrido, la obra audiovisual de Albertina Carri es una parte indiscutible del movimiento artístico de la Argentina de los noventa, el Nuevo Cine Argentino, una corriente que con un marcado estilo realista que incorporaba nuevos elementos narrativos. Por su parte, para hacer homenaje a su rompedora y polivalente carrera, el festival de la capital occitana exhibirá parte de su obra en su sección Otra mirada, un espacio que visibiliza obras inclasificables que sacuden al espectador con propuestas inusuales, sección que le viene a Carri como anillo al dedo.
Por otro lado, el certamen de Toulouse anunció también un ciclo dedicado producciones cinematográficas realizadas por artistas de comunidades indígenas, originarias de América, desde México hasta la Patagonia, que existían antes de la colonización. Estas obras incluyen películas de ficción, documentales y cortometrajes.
Con más de cuatrocientas comunidades sociales que conservan sus lenguas, mitos y culturas, estas poblaciones han resistido las políticas de discriminación y destrucción. El cine ha surgido como una herramienta clave para narrar sus propias experiencias, revitalizar su identidad y contrarrestar los discursos coloniales predominantes. A través de este medio, se busca transmitir el legado de la oralidad y preservar las raíces históricas de cada pueblo.
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