Ezekiel Montes, productor, guionista y director: "Cada vez hay menos gente que quiera hacer cine y más que aspira a ser youtuber"
- por © Jon Apaolaza-NOTICINE.com

El malagueño Ezekiel Montes, acaba de presentar dos películas en el Festival de Málaga, "Aullar", en la que ejerció como productor, guionista y director de fotografía, que se estrenó fuera de concurso, y "Abuela hippie", un proyecto actualmente en preproducción. El polifacético cineasta, en charla exclusiva con NOTICINE.com, comparte sus reflexiones sobre el gran momento que vive el cine español, sin ocultar cierto miedo al futuro, ya que las nuevas generaciones parecen haber perdido el interés por el Séptimo Arte.
- No es tan común en el cine español que un productor escriba guiones o que un guionista produzca. Ya sé que ha hecho de todo en la industria audiovisual. ¿Por qué no se acabó decantando por una única especialidad?
Sí, he hecho un poco de todo, en "Hombre muerto no sabe vivir" hice dirección, guion, producción y dirección de fotografía y en "Aullar" he ejercido como director de fotografía, guionista y productor. Aprendí a hacer cine con libertad, porque cogí una cámara y empecé a rodar. Aquí en Málaga no había nada para poder hacer cine ni para aprender, por lo que aprendí de forma autodidacta haciendo rodajes para contar mis historias como director y guionista, porque me siento como un creador. Además, no tenía a nadie que apostara por mí y que produjera mis proyectos, por lo que me convertí en productor. Cuando vi que tampoco había un director de fotografía en Málaga, me convertí en camarógrafo de mis proyectos y de otros directores para que lucieran bien, o al menos lo mejor posible. A día de hoy sigo haciéndolo así. Yo sé que puede ser un poco raro pero a mí me aporta mucha cercanía con el control creativo de la película. Como guionista estoy pensando en el productor, como productor estoy pensando en el guionista y como director de fotografía estoy pensando en el productor y el director.
- El proyecto que ha presentado en Málaga, aparte del ya terminado "Aullar", ¿También sería con las mismas funciones?
En ese proyecto, que es "Abuela hippie", soy guionista y productor, conque voy a seguir sufriendo. Todavía no sé si voy a ser director de fotografía, porque estamos pendientes de cerrar la fecha de rodaje y depende del calendario, ya que tengo otros proyectos como guionista, como director y como productor. Además estoy en marcha con mi segunda película y una serie. Si soy el director de fotografía también, estaré en el rodaje todos los días. De momento soy guionista y productor, que es una cosa rara, aunque en series no tanto, porque los guionistas se convirtieron en productores creativos. Yo soy productor financiero, es decir, levanto la financiación de las películas, las vendo, cierro el director, hago los presupuestos, negocio las ventas y negocio con los representantes, por lo que estoy en todos los frentes.
- "Abuela hippie", suena a comedia...
Sí, ese es uno de los ganchos de la película. Suena a comedia pero es una película de terror absoluta. Es el debut de Luna Fulgencio en un cine que ya no es tan infantil, sino más orientado al público convencional. La película versa sobre si los niños tienen edad para pensar y decidir por sí mismos y tener verdad o no, y de cómo muchas veces los adultos dudamos de que tengan su propia personalidad, punto de vista y creencias.
- ¿Le quedan horas en el día? ¿Cómo lleva esa combinación de tareas?
Soy un afortunado porque es mi pasión y es lo que me gusta, entonces no me pesa ni me cansa. Tengo una vida familiar estupenda y tengo la suerte de poder currar en cualquier momento, en cualquier lugar y con la comunidad que quiero. Evidentemente cuando estás en un rodaje hay mucha más presión porque estás con los tiempos y con no malgastar el dinero, pero vivo muy cómodo. Si no, no sería posible ser guionista, porque si no estuviera tranquilo no tendría tiempo y espacio para crear.
- ¿Qué tipo de historias le interesan?
Me decanto por dos vertientes. Las historias que me gusta trabajar como director son películas de cine negro en las que de alguna forma pueda mostrar que detrás de toda esa oscuridad hay rayitos de luz. Me gustan las historias que hablan de valores que creo que se están perdiendo como la lealtad o el honor. Pienso que hacer cine negro te deja un espacio muy bonito para hablar este tipo de cosas. En cambio, como guionista para películas que sé que no voy a dirigir, lo que me interesa es mostrar un punto de vista lo más humano posible de los personajes. Por ejemplo, en el caso de "Aullar", concretamente en la relación de Elena con su padre, se muestra esa parte humana de entender que esa persona está enferma. Por lo tanto, trato de acercarme a un lugar profundo donde le pueda mostrar al espectador un pensamiento que tengo sobre una situación concreta de una película, de una historia o de unos personajes.
- Ha presentado estas dos películas en el Festival de Málaga, que es su ciudad. Al ser malagueño me imagino que ha vivido la evolución del festival. ¿Cómo lo ve desde sus inicios hasta el momento actual?
Creo que está en un momento estupendo, ya que el Festival de Málaga es muy útil para el cine español, porque todos los productores queremos venir y presentar nuestras películas. Es muy útil la atención de la prensa y la reunión de todos los elementos de la industria. De cara a lo que aporta el festival a la ciudad, a nivel de conectar con el público, con salas llenas, y testar cómo funciona tu película también es maravilloso. Desde el punto de vista de la industria, Juan Antonio Vigar y Annabelle Aramburu desde Mafiz traen a Málaga todo el mercado internacional. Ahora mismo, el Festival brinda un momento muy dulce y creo que todavía tiene margen de seguir creciendo y la evolución ha sido estupenda.
- ¿El haber ampliado tanto la sección oficial puede hacer que se diluya ese impacto del que habla?
Eso es algo que se ha comentado mucho en ruedas de prensa, estrenos, cócteles, etc. No es que el festival haya ampliado la sección oficial, es que el cine español se ha ampliado. Hay muchísimas más películas rodadas cada año con muchísimos castings y directores estupendos, y son cintas buenísimas. Creo que esa ampliación es totalmente necesaria, porque sería peor que esas películas no tuvieran un lugar como el Festival de Málaga donde exponerse, y de esta forma se da la oportunidad a más películas para que tengan el sello de sección oficial del Festival de Málaga.
- Ahora mismo, como bien dice, hay una súper abundancia de rodajes, producciones y no todas son necesariamente de plataformas. ¿El audiovisual español está viviendo su momento más dulce?
Yo creo que sí, que es posible que estemos en el momento más dulce de nuestro cine porque hay un mejor dinamismo para poder producir, con unos recursos mejores y un mercado un poco más amplio. Las nuevas generaciones están haciendo cosas que están teniendo mucho éxito: hay películas que están viajando, tenemos directores que están saltando a nivel internacional, estamos ganando en festivales extranjeros y se está haciendo un cine muy variado y diferente. Antes criticaban el cine español y decían que solo se hacían películas de drama y de la Guerra Civil, pero ahora tenemos mucha variedad, y las comedias españolas funcionan bien en taquilla y conectan por el público, por no hablar de lo bien que ha funcionado "La infiltrada", un thriller. Es cierto que, al haber unos buenos recursos para producir, al final nos damos cuenta de que los españoles también somos de cine.
- ¿Hasta qué punto este auge tiene que ver con las plataformas? Sus proyectos no son directamente de servicios de streaming, sino que son independientes, ¿les quedan huecos?
Yo creo que mientras exista un productor, seguirá existiendo el cine independiente, así como las miradas y las historias que podamos contar desde aquí. Pocos productores del país estamos trabajando mucho para que se defina la figura del productor independiente. Tenemos que convivir con todo tipo de cine, el que hacen las plataformas y que se estrena directamente ahí, el cine que hacen plataformas que estrenan en cine y después sale en streaming, y las películas de cine que se hacen para cine y después van a las plataformas. Agradezco que hayan venido para ofrecer esta nueva ventana al cine, porque antes ese lugar lo había roto la piratería. Ahora por lo menos está legalizado y los productores podemos venderle una ventana a las plataformas. Sin embargo, creo que el problema viene de que el consumidor está en TikTok o en YouTube, y los creadores están haciendo videojuegos o investigando sobre inteligencia artificial, por lo que cada vez hay menos personas que quieren ser directoras de cine. Por lo tanto, nuestro problema no tiene que ver con nuestro cine, sino con lo demás.
Transcripción: Celia Santos
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- No es tan común en el cine español que un productor escriba guiones o que un guionista produzca. Ya sé que ha hecho de todo en la industria audiovisual. ¿Por qué no se acabó decantando por una única especialidad?
Sí, he hecho un poco de todo, en "Hombre muerto no sabe vivir" hice dirección, guion, producción y dirección de fotografía y en "Aullar" he ejercido como director de fotografía, guionista y productor. Aprendí a hacer cine con libertad, porque cogí una cámara y empecé a rodar. Aquí en Málaga no había nada para poder hacer cine ni para aprender, por lo que aprendí de forma autodidacta haciendo rodajes para contar mis historias como director y guionista, porque me siento como un creador. Además, no tenía a nadie que apostara por mí y que produjera mis proyectos, por lo que me convertí en productor. Cuando vi que tampoco había un director de fotografía en Málaga, me convertí en camarógrafo de mis proyectos y de otros directores para que lucieran bien, o al menos lo mejor posible. A día de hoy sigo haciéndolo así. Yo sé que puede ser un poco raro pero a mí me aporta mucha cercanía con el control creativo de la película. Como guionista estoy pensando en el productor, como productor estoy pensando en el guionista y como director de fotografía estoy pensando en el productor y el director.
- El proyecto que ha presentado en Málaga, aparte del ya terminado "Aullar", ¿También sería con las mismas funciones?
En ese proyecto, que es "Abuela hippie", soy guionista y productor, conque voy a seguir sufriendo. Todavía no sé si voy a ser director de fotografía, porque estamos pendientes de cerrar la fecha de rodaje y depende del calendario, ya que tengo otros proyectos como guionista, como director y como productor. Además estoy en marcha con mi segunda película y una serie. Si soy el director de fotografía también, estaré en el rodaje todos los días. De momento soy guionista y productor, que es una cosa rara, aunque en series no tanto, porque los guionistas se convirtieron en productores creativos. Yo soy productor financiero, es decir, levanto la financiación de las películas, las vendo, cierro el director, hago los presupuestos, negocio las ventas y negocio con los representantes, por lo que estoy en todos los frentes.
- "Abuela hippie", suena a comedia...
Sí, ese es uno de los ganchos de la película. Suena a comedia pero es una película de terror absoluta. Es el debut de Luna Fulgencio en un cine que ya no es tan infantil, sino más orientado al público convencional. La película versa sobre si los niños tienen edad para pensar y decidir por sí mismos y tener verdad o no, y de cómo muchas veces los adultos dudamos de que tengan su propia personalidad, punto de vista y creencias.
- ¿Le quedan horas en el día? ¿Cómo lleva esa combinación de tareas?
Soy un afortunado porque es mi pasión y es lo que me gusta, entonces no me pesa ni me cansa. Tengo una vida familiar estupenda y tengo la suerte de poder currar en cualquier momento, en cualquier lugar y con la comunidad que quiero. Evidentemente cuando estás en un rodaje hay mucha más presión porque estás con los tiempos y con no malgastar el dinero, pero vivo muy cómodo. Si no, no sería posible ser guionista, porque si no estuviera tranquilo no tendría tiempo y espacio para crear.
- ¿Qué tipo de historias le interesan?
Me decanto por dos vertientes. Las historias que me gusta trabajar como director son películas de cine negro en las que de alguna forma pueda mostrar que detrás de toda esa oscuridad hay rayitos de luz. Me gustan las historias que hablan de valores que creo que se están perdiendo como la lealtad o el honor. Pienso que hacer cine negro te deja un espacio muy bonito para hablar este tipo de cosas. En cambio, como guionista para películas que sé que no voy a dirigir, lo que me interesa es mostrar un punto de vista lo más humano posible de los personajes. Por ejemplo, en el caso de "Aullar", concretamente en la relación de Elena con su padre, se muestra esa parte humana de entender que esa persona está enferma. Por lo tanto, trato de acercarme a un lugar profundo donde le pueda mostrar al espectador un pensamiento que tengo sobre una situación concreta de una película, de una historia o de unos personajes.
- Ha presentado estas dos películas en el Festival de Málaga, que es su ciudad. Al ser malagueño me imagino que ha vivido la evolución del festival. ¿Cómo lo ve desde sus inicios hasta el momento actual?
Creo que está en un momento estupendo, ya que el Festival de Málaga es muy útil para el cine español, porque todos los productores queremos venir y presentar nuestras películas. Es muy útil la atención de la prensa y la reunión de todos los elementos de la industria. De cara a lo que aporta el festival a la ciudad, a nivel de conectar con el público, con salas llenas, y testar cómo funciona tu película también es maravilloso. Desde el punto de vista de la industria, Juan Antonio Vigar y Annabelle Aramburu desde Mafiz traen a Málaga todo el mercado internacional. Ahora mismo, el Festival brinda un momento muy dulce y creo que todavía tiene margen de seguir creciendo y la evolución ha sido estupenda.
- ¿El haber ampliado tanto la sección oficial puede hacer que se diluya ese impacto del que habla?
Eso es algo que se ha comentado mucho en ruedas de prensa, estrenos, cócteles, etc. No es que el festival haya ampliado la sección oficial, es que el cine español se ha ampliado. Hay muchísimas más películas rodadas cada año con muchísimos castings y directores estupendos, y son cintas buenísimas. Creo que esa ampliación es totalmente necesaria, porque sería peor que esas películas no tuvieran un lugar como el Festival de Málaga donde exponerse, y de esta forma se da la oportunidad a más películas para que tengan el sello de sección oficial del Festival de Málaga.
- Ahora mismo, como bien dice, hay una súper abundancia de rodajes, producciones y no todas son necesariamente de plataformas. ¿El audiovisual español está viviendo su momento más dulce?
Yo creo que sí, que es posible que estemos en el momento más dulce de nuestro cine porque hay un mejor dinamismo para poder producir, con unos recursos mejores y un mercado un poco más amplio. Las nuevas generaciones están haciendo cosas que están teniendo mucho éxito: hay películas que están viajando, tenemos directores que están saltando a nivel internacional, estamos ganando en festivales extranjeros y se está haciendo un cine muy variado y diferente. Antes criticaban el cine español y decían que solo se hacían películas de drama y de la Guerra Civil, pero ahora tenemos mucha variedad, y las comedias españolas funcionan bien en taquilla y conectan por el público, por no hablar de lo bien que ha funcionado "La infiltrada", un thriller. Es cierto que, al haber unos buenos recursos para producir, al final nos damos cuenta de que los españoles también somos de cine.
- ¿Hasta qué punto este auge tiene que ver con las plataformas? Sus proyectos no son directamente de servicios de streaming, sino que son independientes, ¿les quedan huecos?
Yo creo que mientras exista un productor, seguirá existiendo el cine independiente, así como las miradas y las historias que podamos contar desde aquí. Pocos productores del país estamos trabajando mucho para que se defina la figura del productor independiente. Tenemos que convivir con todo tipo de cine, el que hacen las plataformas y que se estrena directamente ahí, el cine que hacen plataformas que estrenan en cine y después sale en streaming, y las películas de cine que se hacen para cine y después van a las plataformas. Agradezco que hayan venido para ofrecer esta nueva ventana al cine, porque antes ese lugar lo había roto la piratería. Ahora por lo menos está legalizado y los productores podemos venderle una ventana a las plataformas. Sin embargo, creo que el problema viene de que el consumidor está en TikTok o en YouTube, y los creadores están haciendo videojuegos o investigando sobre inteligencia artificial, por lo que cada vez hay menos personas que quieren ser directoras de cine. Por lo tanto, nuestro problema no tiene que ver con nuestro cine, sino con lo demás.
Transcripción: Celia Santos
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