La competencia arrecia en La Habana
- por © Frank Padrón (La Habana)-NOTICINE.com
10-XII-04
A la vuelta de los tres primeros días del festival habanero, ya se han visto algunas cintas inquietantes, que pudieran recibir algún coral de los principales o de las especialidades; entre ellas, "María, llena eres de gracia", la aplaudida coproducción entre Colombia y Estados Unidos, de Joshua Marston.
"María llena eres de gracia", que como tanto se ha informado, trata acerca de las “mulas” (jóvenes mujeres que portan en sus estómagos drogas) realmente discursa en torno a otros temas tan importantes dentro del ideario latinoamericano como el exilio a Estados Unidos, la pobreza y falta de perspectiva de nuestros países que casi obligan a ello, y a aceptar “trabajos” tan peligrosos como el que ocupa a las protagonistas del filme.
Marston, considerando que se trata de una opera prima, ha logrado impregnar de un adecuado ritmo su obra, que se presenta todo el tiempo como un thriller, con todas las de la ley, por demás. Una narración ágil, limpia, sin caídas, nos envuelve en esta pieza que pulsa por demás, con eficacia y profundidad, los problemas abordados. Ya premiada como mejor actriz (lauro que pudiera repetir perfectamente aquí y ahora), Catalina Sandino Moreno está realmente luminosa en su trabajo, aunque no se quedan detrás sus compañeras de reparto.
Cinta exquisita en su factura, especialmente por una fotografía estudiada y elaborada, que se suma como correlato a los supraenunciados, esa es "Cachimba", del bien apreciado chileno Silvio Caiozzi ("Coronación"). Una historia que comienza (y prosigue) hablando de los tabúes y represiones sexuales en torno a una desigual pareja, incorpora pronto una inquietante reflexión acerca del patrimonio artístico, la pasión profesional y los intereses mezquinos, todo girando alrededor de una arruinada galería, un extraordinario pintor de los años 40 ahora olvidado, tanto como el guardador de tales tesoros, un anciano borracho y sucio.
En una vuelta de 180 grados respecto a sus films anteriores (serios, graves, desgarradores incluso) Caiozzi abraza con fuerza la comedia, y sale airoso. Incluso, ciertos toques de realismo mágico (parte como ya ha hecho, de su coterráneo José Donoso) en el personaje de Hilda, esa gorda con problemas eróticos que imagina verdaderos paraísos, comunican una magia singular a la cinta, que como decía, tiene en esa fotografía que emula las pinturas, ambienta, transita por los más diversos estados anímicos y metaforiza más de un motivo diegético, una de sus principales cartas de triunfo. La otra estaría en las soberbias actuaciones: Julio Jung, que ya obtuviera entre nosotros un Coral, Pablo Schwarz y Mariana Loyola.
Otra que pelea fuerte, también de Chile, es "Machuca", de Andrés Wood, recién galardonada en Bogotá. La amistad entre dos niños de clases sociales diferentes en el Chile de la Unidad Popular y hasta los días del golpe de estado de Pinochet, sus familias, el colegio donde estudian y sus primeros lances eróticos, son recreados por el joven cineasta con una sensibilidad y una fuerza de la que carecía su film anterior, "La fiebre del loco", enturbiado por problemas narrativos. Lo mejor de esta historia es cómo sortea el sentimentalismo para conectarnos con un drama sólido y bien contado, donde el contexto socio-político, de gran complejidad, es algo más que un telón de fondo, si bien la perspectiva es sobre todo humana.
La presentación en el cine Yara de "Un día sin mexicanos", hinchado a largo de aquel significativo mediometraje de Sergio Arau, provocó un malestar que derivó en el abandono casi masivo del público. Aunque los responsables habían enviado como muestra para la inscripción una copia debidamente subtitulada, la que llegó a la pantalla de la céntrica sala vedadense estaba en versión original, lo cual provocó su definitiva sustitución en la segunda tanda programada, y aún no sabemos qué pasará con esta cinta que compite en operas primas.
A la vuelta de los tres primeros días del festival habanero, ya se han visto algunas cintas inquietantes, que pudieran recibir algún coral de los principales o de las especialidades; entre ellas, "María, llena eres de gracia", la aplaudida coproducción entre Colombia y Estados Unidos, de Joshua Marston.
"María llena eres de gracia", que como tanto se ha informado, trata acerca de las “mulas” (jóvenes mujeres que portan en sus estómagos drogas) realmente discursa en torno a otros temas tan importantes dentro del ideario latinoamericano como el exilio a Estados Unidos, la pobreza y falta de perspectiva de nuestros países que casi obligan a ello, y a aceptar “trabajos” tan peligrosos como el que ocupa a las protagonistas del filme.
Marston, considerando que se trata de una opera prima, ha logrado impregnar de un adecuado ritmo su obra, que se presenta todo el tiempo como un thriller, con todas las de la ley, por demás. Una narración ágil, limpia, sin caídas, nos envuelve en esta pieza que pulsa por demás, con eficacia y profundidad, los problemas abordados. Ya premiada como mejor actriz (lauro que pudiera repetir perfectamente aquí y ahora), Catalina Sandino Moreno está realmente luminosa en su trabajo, aunque no se quedan detrás sus compañeras de reparto.
Cinta exquisita en su factura, especialmente por una fotografía estudiada y elaborada, que se suma como correlato a los supraenunciados, esa es "Cachimba", del bien apreciado chileno Silvio Caiozzi ("Coronación"). Una historia que comienza (y prosigue) hablando de los tabúes y represiones sexuales en torno a una desigual pareja, incorpora pronto una inquietante reflexión acerca del patrimonio artístico, la pasión profesional y los intereses mezquinos, todo girando alrededor de una arruinada galería, un extraordinario pintor de los años 40 ahora olvidado, tanto como el guardador de tales tesoros, un anciano borracho y sucio.
En una vuelta de 180 grados respecto a sus films anteriores (serios, graves, desgarradores incluso) Caiozzi abraza con fuerza la comedia, y sale airoso. Incluso, ciertos toques de realismo mágico (parte como ya ha hecho, de su coterráneo José Donoso) en el personaje de Hilda, esa gorda con problemas eróticos que imagina verdaderos paraísos, comunican una magia singular a la cinta, que como decía, tiene en esa fotografía que emula las pinturas, ambienta, transita por los más diversos estados anímicos y metaforiza más de un motivo diegético, una de sus principales cartas de triunfo. La otra estaría en las soberbias actuaciones: Julio Jung, que ya obtuviera entre nosotros un Coral, Pablo Schwarz y Mariana Loyola.
Otra que pelea fuerte, también de Chile, es "Machuca", de Andrés Wood, recién galardonada en Bogotá. La amistad entre dos niños de clases sociales diferentes en el Chile de la Unidad Popular y hasta los días del golpe de estado de Pinochet, sus familias, el colegio donde estudian y sus primeros lances eróticos, son recreados por el joven cineasta con una sensibilidad y una fuerza de la que carecía su film anterior, "La fiebre del loco", enturbiado por problemas narrativos. Lo mejor de esta historia es cómo sortea el sentimentalismo para conectarnos con un drama sólido y bien contado, donde el contexto socio-político, de gran complejidad, es algo más que un telón de fondo, si bien la perspectiva es sobre todo humana.
La presentación en el cine Yara de "Un día sin mexicanos", hinchado a largo de aquel significativo mediometraje de Sergio Arau, provocó un malestar que derivó en el abandono casi masivo del público. Aunque los responsables habían enviado como muestra para la inscripción una copia debidamente subtitulada, la que llegó a la pantalla de la céntrica sala vedadense estaba en versión original, lo cual provocó su definitiva sustitución en la segunda tanda programada, y aún no sabemos qué pasará con esta cinta que compite en operas primas.