El Festival habanero: lo que no compite
- por © Frank Padrón (Cuba)-NOTICINE.com
16-XII-04
Muchas son las cintas iberoamericanas y del resto del mundo que se pueden disfrutar en las secciones paralelas del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana; a continuación un recorrido por los destacados y esperados films del certamen.
"Notre musique" (Nuestra música), de Jean Luc Godard, es una especie de versión, muy en la óptica de este realizador de culto, sobre La Divina Comedia. Semidocumental o docu ficticio, reflexiones in off sobre la guerra, la vida y la muerte, conforman este film que sobresale por una magistral edición y un guión como sabe hacer este francés excepcional.
El film español "90 millas", de Francisco Rodríguez, abarrota cada cine donde se exhibe, como quiera que trae un tema de esos esenciales para nosotros: los balseros, el éxodo clandestino, el riesgo de tantos que, como en la película, han quedado casi todos en el acuático, azaroso camino. La relación entre los personajes y la progresión dramática del relato están notablemente trazadas, contando además con elogiables desempeños de Alexis Valdés, Claudia Rojas, Enrique Molina y el propio guionista, Jorge Herrera, pero la cinta se ve lastrada por abundantes frases hechas, lugares comunes y situaciones algo forzadas.
"Te lo leo en los ojos", de Valerio Santella, es otro buen momento de la muestra italiana, sobre un triángulo madre-hija-nieta (y hasta abuelo) que traza interesantes caracteres (sobre todo el de esa ex diva ególatra, insegura y posesiva) y una acertada narración, por lo cual hay que perdonarle el ridículo desenlace, con Stefania Sandrelli cantando la cursi cancioncita que da título a la cinta, dedicada a la hija.
La rusa "Un jinete llamado la muerte", de Karen Shakhnazarov, no es tan buena como su colega "El regreso". Aquí puede elogiarse la excelente reconstrucción de época (siglo XIX) y la dirección artística en general, dentro de estas memorias del terrorista Boris Savinkov, pero el relato es anémico, torpe, y las consideraciones en torno a esa criminal tendencia, que tan útiles serían dada su lamentable vigencia, no tienen el suficiente peso en el sujeto como para conferirle al film otra dimensión.
En cambio sí tiene, en otro sentido, la sabrosa comedia coral "Intermission", de John Crowley; suerte de Caldera del diablo irlandesa, con la dinámica edición requerida para hilvanar admirablemente tantos casos en una pequeña comunidad, pero lo mejor, sin dudas, son esos mismos casos: seres singulares, con problemas de personalidad, egos desmedidos o autoestimas laceradas, conforman un potaje hilarante pero que todo el tiempo detenta profundidad, agudeza y la mejor ironía, sin olvidar el trabajo actoral de conjunto.
Sinceramente, de lo mejor que nos ha aportado el Panorama Contemporáneo Internacional, la Muestra española sigue presentando una de cal y otra de arena. Junto a una pieza retórica y cargada de fracesitas postuladas para premio al mejor guión como "El principio de Arquímides", de Gerardo Herrero, llegó una coproducción entre España, Alemania, Portugal e Italia llamada "Inconscientes", de Joaquín Oristrell, que satiriza a Freud, sus teorías y todo lo que significó en su momento europeo. Ya se sabe, ello implica una obra cargadita eróticamente, con buen ritmo y hasta cierto punto, simpática, y escribo hasta cierto punto porque al director a veces se le va la mano, cayendo de lleno en el astracán. Pasable, de todos modos...
Otra recomendable del cine independiente norteamericano es "Pieces of April" ("Retrato de April"), de Peter Hedges, relación entre una joven con pasado yonqui y su familia que la ha rechazado por ello. Un día de Acción de Gracias, la primera los invita a cenar, por lo que deben viajar desde Pennsylvania a una modesta barriada neoyorquina. Película de cinco personajes, aunque las situaciones van modulando una historia atractiva y excelentemente contada, reflexiona asimismo sobre las relaciones familiares y las de vecinos, sumando otro canto , de esos que nunca se entonan lo suficiente, en torno a la tolerancia, el respeto al otro y la indulgencia, la capacidad de perdón y comprensión, pero todo muy espontáneamente, surgiendo de la propia trama y sin discursillos moralizantes, como lamentablemente tanto ocurre. Patricia Clarkson, que también brilló en "Buscando amistades", demuestra ser una grande de la actuación ahora mismo.
Muchas son las cintas iberoamericanas y del resto del mundo que se pueden disfrutar en las secciones paralelas del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana; a continuación un recorrido por los destacados y esperados films del certamen.
"Notre musique" (Nuestra música), de Jean Luc Godard, es una especie de versión, muy en la óptica de este realizador de culto, sobre La Divina Comedia. Semidocumental o docu ficticio, reflexiones in off sobre la guerra, la vida y la muerte, conforman este film que sobresale por una magistral edición y un guión como sabe hacer este francés excepcional.
El film español "90 millas", de Francisco Rodríguez, abarrota cada cine donde se exhibe, como quiera que trae un tema de esos esenciales para nosotros: los balseros, el éxodo clandestino, el riesgo de tantos que, como en la película, han quedado casi todos en el acuático, azaroso camino. La relación entre los personajes y la progresión dramática del relato están notablemente trazadas, contando además con elogiables desempeños de Alexis Valdés, Claudia Rojas, Enrique Molina y el propio guionista, Jorge Herrera, pero la cinta se ve lastrada por abundantes frases hechas, lugares comunes y situaciones algo forzadas.
"Te lo leo en los ojos", de Valerio Santella, es otro buen momento de la muestra italiana, sobre un triángulo madre-hija-nieta (y hasta abuelo) que traza interesantes caracteres (sobre todo el de esa ex diva ególatra, insegura y posesiva) y una acertada narración, por lo cual hay que perdonarle el ridículo desenlace, con Stefania Sandrelli cantando la cursi cancioncita que da título a la cinta, dedicada a la hija.
La rusa "Un jinete llamado la muerte", de Karen Shakhnazarov, no es tan buena como su colega "El regreso". Aquí puede elogiarse la excelente reconstrucción de época (siglo XIX) y la dirección artística en general, dentro de estas memorias del terrorista Boris Savinkov, pero el relato es anémico, torpe, y las consideraciones en torno a esa criminal tendencia, que tan útiles serían dada su lamentable vigencia, no tienen el suficiente peso en el sujeto como para conferirle al film otra dimensión.
En cambio sí tiene, en otro sentido, la sabrosa comedia coral "Intermission", de John Crowley; suerte de Caldera del diablo irlandesa, con la dinámica edición requerida para hilvanar admirablemente tantos casos en una pequeña comunidad, pero lo mejor, sin dudas, son esos mismos casos: seres singulares, con problemas de personalidad, egos desmedidos o autoestimas laceradas, conforman un potaje hilarante pero que todo el tiempo detenta profundidad, agudeza y la mejor ironía, sin olvidar el trabajo actoral de conjunto.
Sinceramente, de lo mejor que nos ha aportado el Panorama Contemporáneo Internacional, la Muestra española sigue presentando una de cal y otra de arena. Junto a una pieza retórica y cargada de fracesitas postuladas para premio al mejor guión como "El principio de Arquímides", de Gerardo Herrero, llegó una coproducción entre España, Alemania, Portugal e Italia llamada "Inconscientes", de Joaquín Oristrell, que satiriza a Freud, sus teorías y todo lo que significó en su momento europeo. Ya se sabe, ello implica una obra cargadita eróticamente, con buen ritmo y hasta cierto punto, simpática, y escribo hasta cierto punto porque al director a veces se le va la mano, cayendo de lleno en el astracán. Pasable, de todos modos...
Otra recomendable del cine independiente norteamericano es "Pieces of April" ("Retrato de April"), de Peter Hedges, relación entre una joven con pasado yonqui y su familia que la ha rechazado por ello. Un día de Acción de Gracias, la primera los invita a cenar, por lo que deben viajar desde Pennsylvania a una modesta barriada neoyorquina. Película de cinco personajes, aunque las situaciones van modulando una historia atractiva y excelentemente contada, reflexiona asimismo sobre las relaciones familiares y las de vecinos, sumando otro canto , de esos que nunca se entonan lo suficiente, en torno a la tolerancia, el respeto al otro y la indulgencia, la capacidad de perdón y comprensión, pero todo muy espontáneamente, surgiendo de la propia trama y sin discursillos moralizantes, como lamentablemente tanto ocurre. Patricia Clarkson, que también brilló en "Buscando amistades", demuestra ser una grande de la actuación ahora mismo.