Llamamiento ecologista del Festival de La Habana a cineastas latinos
- por © Redacción-NOTICINE.com
19-X-05
En representación del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana se ha emitido una carta con el objetivo de crear conciencia a nivel internacional, pero especialmente en los cineastas latinoamericanos, acerca de las catástrofes naturales que se están viviendo en el mundo como consecuencia del maltrato al planeta. La misma se reproduce a continuación.
Cineastas y amigos del Mundo todo:
Cuba y La Habana se preparan para recibirlos en lo que será, del 6 al 16 de diciembre próximos, la 27 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
El Festival, fundado en el ideario bolivariano y martiano, profecía que hoy, con nuevas fuerzas, renueva y expande esperanzas en y más allá de las fronteras de Nuestra América, insiste en aunar a cineastas, cinéfilos, intelectuales, científicos, políticos y artistas conscientes de que un mundo mejor es posible.
Y principalmente es a ustedes, cineastas de América Latina, a quienes nos dirigimos en días en que catástrofe tras catástrofe prueban que la humanidad corre cada vez mayores peligros y que se hace urgente trabajar sin descanso para “salvar la Tierra”, el futuro del planeta.
No se trata sólo de los huracanes y tifones que, en los últimos meses han embestido, con inusual fuerza esta parte de América, las Antillas, México, Estados Unidos, Centroamérica y que continúan asolando amplias áreas de Asia, islas y continente o de las inundaciones que en amplias áreas de Europa sorprenden por su extensión e intensidad; todos estos procesos naturales cada vez más destructores han dejado a su paso la pérdida irreparable de vidas humanas y daños materiales casi incalculables y a esto se unen incendios forestales, que han afectado particularmente España y Portugal en estos años hasta el Amazonas. Al mismo tiempo y por otras razones crece y crece la desertificación en África empobreciendo cada vez más ese continente y a poblaciones cuyos sufrimientos y escaceses no parece tener límite.
Es todo esto incuestionable testimonio de que la ruptura del ecosistema y los cambios climatológicos no resultan soportables y que es la sobrevivencia de la humanidad la que está en juego. El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano ha decidido por eso implicarse activamente; servirse de la presencia de cineastas de todas las regiones, y en particular de América Latina, para hacer un llamado a la opinión pública mundial. Nos centraremos en esta ocasión en el fenómeno de la desertificación y el agua que se entrelaza con la pérdida de la diversidad biológica, y que convierte extensos territorios en territorios de desesperación y hambre, de pobreza y miseria, con consecuencias que van desde la muerte prematura a migraciones masivas e indetenibles.
La conciencia del mundo no puede permanecer adormecida, debe ser alertada incesantemente y llamada a convertir su inquietud en acciones salvadoras.
La desertificación no es un peligro que se vislumbra. Es un proceso que forma parte de nuestra existencia, y contribuir a detenerlo, promover la concientización internacional y acciones precisas alrededor de tan grave fenómeno, ha pasado a convertirse en urgencia.
Nuestra voz, que es imagen, esperamos pueda movilizarse en reclamo y alerta dirigiéndose de mil modos a la opinión pública internacional y a las organizaciones internacionales, todas, a los Estados, a sus Gobiernos, a las ONG, a las personalidades más influyentes de la cultura, de la ciencia, de la prensa.
La Asamblea General de Naciones Unidas ha declarado el año 2006 como “Año Internacional de Desiertos y Desertificación”. No puede ser para menos, la frialdad de las cifras, aún cuando conservadoras o prudentes obligan a reflexionar, con preocupación:
• Debido a la desertificación, están amenazadas más de mil millones de personas en unos cien países y, de manera directa, una tercera parte de la superficie terrestre.
• Ningún país o región del Mundo escapa al proceso de desertificación: el continente africano se ha visto afectado en dos terceras partes de su inmensa extensión. Estados Unidos en un treinta por ciento y, América Latina y el Caribe, en una cuarta parte de sus territorios. En España están amenazadas una quinta parte de sus tierras. Las tormentas de arena y el rápido crecimiento de los desiertos en China han arrasado con poco más de setecientas mil hectáreas de tierras de cultivo y millones de hectáreas de pastizales y bosques.
• Se espera que en las próximas décadas más de sesenta millones de habitantes de África se vean obligados a emigrar hacia los territorios del Norte, para sobrevivir. Una de las razones que motiva el aumento de la emigración latinoamericana hacia territorios norteamericanos es, entre otros, notablemente la pobreza que resulta de la infertilidad creciente de sus tierras.
• Estimados, igualmente prudentes, permiten calcular que buena parte de los conflictos armados en el mundo tienen entre sus causas problemas relacionados con esa permanente, irresponsable agresión que sufre el medioambiente.
• La degradación de las tierras es un proceso continuo y continua será la contaminación de mares y ríos del Planeta.
Pudieran ser incluidas otras muchas cifras. Ellas reflejarían los niveles de pobreza de cientos de millones de personas en cualquier parte del mundo. Harían referencia al recalentamiento global. O a las enfermedades y epidemias asociadas a las sequías o las inundaciones. A las lluvias ácidas. Al analfabetismo y a las condiciones verdaderamente infrahumanas, que acompañan la pobreza de las regiones afectadas por la desertificación. A la agresión permanente a los ecosistemas y a su desaparición.
Por ello, por la responsabilidad a veces olvidada, que significa habitar el Planeta, por el compromiso ineludible que tenemos los cineastas para con el futuro de la humanidad toda y para con el futuro de nuestros pueblos de América Latina, y entre ellos sus jóvenes y niños, el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en coordinación con la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, convoca el Taller Internacional sobre Desertificación que, en La Habana, sesionará en el próximo mes de diciembre, como una de sus actividades y aspiramos que esta Convocatoria y el Taller queden definidos ante todo como acción ética, de responsabilidad, y que prepare, entre nosotros, esa campaña mundial de concientización que ha seleccionado por marco el año 2006 y que encontrará seguramente presencia en otros Festivales y Eventos cinematográficos.
En representación del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana se ha emitido una carta con el objetivo de crear conciencia a nivel internacional, pero especialmente en los cineastas latinoamericanos, acerca de las catástrofes naturales que se están viviendo en el mundo como consecuencia del maltrato al planeta. La misma se reproduce a continuación.
Cineastas y amigos del Mundo todo:
Cuba y La Habana se preparan para recibirlos en lo que será, del 6 al 16 de diciembre próximos, la 27 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
El Festival, fundado en el ideario bolivariano y martiano, profecía que hoy, con nuevas fuerzas, renueva y expande esperanzas en y más allá de las fronteras de Nuestra América, insiste en aunar a cineastas, cinéfilos, intelectuales, científicos, políticos y artistas conscientes de que un mundo mejor es posible.
Y principalmente es a ustedes, cineastas de América Latina, a quienes nos dirigimos en días en que catástrofe tras catástrofe prueban que la humanidad corre cada vez mayores peligros y que se hace urgente trabajar sin descanso para “salvar la Tierra”, el futuro del planeta.
No se trata sólo de los huracanes y tifones que, en los últimos meses han embestido, con inusual fuerza esta parte de América, las Antillas, México, Estados Unidos, Centroamérica y que continúan asolando amplias áreas de Asia, islas y continente o de las inundaciones que en amplias áreas de Europa sorprenden por su extensión e intensidad; todos estos procesos naturales cada vez más destructores han dejado a su paso la pérdida irreparable de vidas humanas y daños materiales casi incalculables y a esto se unen incendios forestales, que han afectado particularmente España y Portugal en estos años hasta el Amazonas. Al mismo tiempo y por otras razones crece y crece la desertificación en África empobreciendo cada vez más ese continente y a poblaciones cuyos sufrimientos y escaceses no parece tener límite.
Es todo esto incuestionable testimonio de que la ruptura del ecosistema y los cambios climatológicos no resultan soportables y que es la sobrevivencia de la humanidad la que está en juego. El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano ha decidido por eso implicarse activamente; servirse de la presencia de cineastas de todas las regiones, y en particular de América Latina, para hacer un llamado a la opinión pública mundial. Nos centraremos en esta ocasión en el fenómeno de la desertificación y el agua que se entrelaza con la pérdida de la diversidad biológica, y que convierte extensos territorios en territorios de desesperación y hambre, de pobreza y miseria, con consecuencias que van desde la muerte prematura a migraciones masivas e indetenibles.
La conciencia del mundo no puede permanecer adormecida, debe ser alertada incesantemente y llamada a convertir su inquietud en acciones salvadoras.
La desertificación no es un peligro que se vislumbra. Es un proceso que forma parte de nuestra existencia, y contribuir a detenerlo, promover la concientización internacional y acciones precisas alrededor de tan grave fenómeno, ha pasado a convertirse en urgencia.
Nuestra voz, que es imagen, esperamos pueda movilizarse en reclamo y alerta dirigiéndose de mil modos a la opinión pública internacional y a las organizaciones internacionales, todas, a los Estados, a sus Gobiernos, a las ONG, a las personalidades más influyentes de la cultura, de la ciencia, de la prensa.
La Asamblea General de Naciones Unidas ha declarado el año 2006 como “Año Internacional de Desiertos y Desertificación”. No puede ser para menos, la frialdad de las cifras, aún cuando conservadoras o prudentes obligan a reflexionar, con preocupación:
• Debido a la desertificación, están amenazadas más de mil millones de personas en unos cien países y, de manera directa, una tercera parte de la superficie terrestre.
• Ningún país o región del Mundo escapa al proceso de desertificación: el continente africano se ha visto afectado en dos terceras partes de su inmensa extensión. Estados Unidos en un treinta por ciento y, América Latina y el Caribe, en una cuarta parte de sus territorios. En España están amenazadas una quinta parte de sus tierras. Las tormentas de arena y el rápido crecimiento de los desiertos en China han arrasado con poco más de setecientas mil hectáreas de tierras de cultivo y millones de hectáreas de pastizales y bosques.
• Se espera que en las próximas décadas más de sesenta millones de habitantes de África se vean obligados a emigrar hacia los territorios del Norte, para sobrevivir. Una de las razones que motiva el aumento de la emigración latinoamericana hacia territorios norteamericanos es, entre otros, notablemente la pobreza que resulta de la infertilidad creciente de sus tierras.
• Estimados, igualmente prudentes, permiten calcular que buena parte de los conflictos armados en el mundo tienen entre sus causas problemas relacionados con esa permanente, irresponsable agresión que sufre el medioambiente.
• La degradación de las tierras es un proceso continuo y continua será la contaminación de mares y ríos del Planeta.
Pudieran ser incluidas otras muchas cifras. Ellas reflejarían los niveles de pobreza de cientos de millones de personas en cualquier parte del mundo. Harían referencia al recalentamiento global. O a las enfermedades y epidemias asociadas a las sequías o las inundaciones. A las lluvias ácidas. Al analfabetismo y a las condiciones verdaderamente infrahumanas, que acompañan la pobreza de las regiones afectadas por la desertificación. A la agresión permanente a los ecosistemas y a su desaparición.
Por ello, por la responsabilidad a veces olvidada, que significa habitar el Planeta, por el compromiso ineludible que tenemos los cineastas para con el futuro de la humanidad toda y para con el futuro de nuestros pueblos de América Latina, y entre ellos sus jóvenes y niños, el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en coordinación con la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, convoca el Taller Internacional sobre Desertificación que, en La Habana, sesionará en el próximo mes de diciembre, como una de sus actividades y aspiramos que esta Convocatoria y el Taller queden definidos ante todo como acción ética, de responsabilidad, y que prepare, entre nosotros, esa campaña mundial de concientización que ha seleccionado por marco el año 2006 y que encontrará seguramente presencia en otros Festivales y Eventos cinematográficos.