Festival de la Habana: más allá de América Latina

por © Frank Padrón (Cuba)-NOTICINE.com
Malas temporadas
Malas temporadas
Nine LivesMalas temporadas13-XII-05

La 27 edición del Festival de Cine Latinoamericano de La Habana sigue regalando a sus muchos cinéfilos sorpresas gratas y...no tanto. Lo primero a señalar es la buena cantidad de desperfectos que están sufriendo algunas salas del proyecto 23 (incluyendo la sede principal de las exhibiciones, el Chaplin) pero a su vez, debe señalarse que los servicios técnicos del Festival actúan rápido y eficazmente, de manera que a las pocas horas se están solucionando los problemas, lo cual, eso sí, no excluye deficiencias en las proyecciones de varios cines (como el Yara o el Riviera).

Mas, entrando en lo propiamente esencial, los films, paneemos por algunas de las obras no competitivas. Tal como se esperaba, "Reinas", de la muestra española, resultó un acontecimiento. En un Riviera atestado desde mucho antes de la hora señalada para el estreno (algo que el personal del cine manejó a la perfección) uno de los actores de la cinta, Gustavo Salmerón declaró su satisfacción cada vez que se encuentra en nuestro país, y elogió esta cinta que celebra una de las grandes libertades civiles conquistadas por su país, Europa y el mundo entero en los últimos tiempos: el reconocimiento del derecho inalienable de los homosexuales a unirse legalmente. La primera boda de este tipo en España, como ya se ha dicho punto de partida de la cinta, permite al siempre exitoso Manuel Gómez Pereira ("Todos los hombres sois iguales") armar una de esas comedias de situaciones a las que tanto sabe: con muchos personajes, un guión repleto de accidentes que esta vez juega magistralmente con el tiempo y el espacio, un ritmo más que fluido indetenible y un equipo de actores todos estrellas, en la que uno se la pasa divertido todo el tiempo sin que deje de reflexionar un poco en torno a la complejidad de las relaciones humanas, concretamente en este caso, entre hijos y padres (sobre todo madres...y suegras) y dentro de las parejas con sus singularidades...claro que las verdaderas reinas aquí son ese cuarteto de primeras actrices que se “roban” literalmente el show: Verónica Forqué, Carmen Maura, Mercedes Sampietro y muy particularmente, la incalculable argentina Betiana Blum.

El cine suizo abrió muy en alto con "Tout un hiver sans feu" (Todo un invierno sin calor) de Grez Zglinski, que focaliza la soledad, el desarraigo y la ausencia desde dos conflictos: el de un matrimonio que ha perdido en un incendio a su hijita y el de unos refugiados del kosovo, particularmente una joven cuyo marido desapareció en la guerra de los Balcanes: estos destinos se entrecruzan, arrojando una película que, desmintiendo su título, aporta calidez en su sondeo por los sentimientos; cinta cuyo mérito mayor es el rejuego que efectúa con la ambigüedad de los mismos, para lo cual se apoya en una superlativa fotografía, justamente a base de claroscuros y estudiados contrastes, una eficaz banda sonora y actuaciones memorables...esas que también se encuentran en otra de ese país: "Cuando llegue mi hombre" (en realidad, en el original: Mi príncipe azul), de Oliver Paulus y Stefan Hillebrand, sobre todo en el caso de la actriz protagónica (Isolde Fischer) que encarna a una mujer, doméstica de oficio, capaz de viajar a la remota adana tratando de encontrar a un turco que conoció en Alemania y al cual no le une más que una ligera amistad. Manejando con admirable tino ese paso que media entre lo sublime y lo ridículo, el director arma un trayecto con visos tragicómicos donde la principal virtud es el equilibrio y la resolución de ambos registros, vehiculando una interesante reflexión en torno a los sueños y el tópico del “hombre ideal”.

Decepcionante, sin embargo, resultó la esperada "Nine Lives", de Rodrigo García ("Cosas que diría con sólo mirarla ") que tanto entusiasmo acarreara con su estimada ópera prima, sobre todo porque esta vez, fragmentando las historias, y focalizando más los detalles que los conjuntos, el colombiano no logra evitar que la trivialidad y en ocasiones, la banalidad, se apodere de casi todo el trayecto, aunque haya que extrapolar un par de episodios (como el del supermercado, o el que cierra el film) y varias actuaciones encomiables, como las siempre perfectas Holly Hunter o Glenn Close.

"Primavera, verano, otoño, invierno...y primavera", del célebre sudcoreano Kim Ki-duk, es el equivalente fílmico de una “novela de aprendizaje” donde, con mínimo de diálogo, se equiparan los ciclos de la naturaleza a los del ser humano, muy a tono con la filosofía oriental, dentro de un verdadero poema fílmico, de esos donde la poesía no se busca o impone, sino que brota de la propia diégesis, apoyada en un trabajo fotográfico y musical absolutamente impecable, adjetivo éste que puede aplicarse al film todo.

"Malas temporadas", del español Manuel Martín Cuenca, es una pieza coral con notable densidad dramática, interrelacionando historias cuyos personajes tienen sus propios conflictos pero se insertan de un modo u otro en los ajenos. A pesar de los encontronazos que tienen todos con la vida, a la vez se las ingenian para salir adelante. Puede que le sobre tiempo, pero el director arma una narración sólida, con distinguido montaje y unas soberanas actuaciones, donde brilla nuestro paisano Eman Xor Oña ("Bailando chachachá") junto a los hispanos Nathalie Poza, Leonor Waltling y Javier Cámara.

Muchos autógrafos firmó el joven actor Pierre Chatagny a su salida del cine donde se exhibía la suiza Garçon stupide, de Lionel Baier, el trayecto de un muchacho desorientado que busca dar sentido a su vida, pero más errático que el protagonista es la propia película, que inicia muy bien, con una fibra narrativa (echando mano a la pantalla dividida, el relato in off y el plano oculto, entre otros acertados recursos) que después extravía, empantanándose en situaciones forzadas y poco convincentes. Pretenciosa y desinflada, en fin, donde acaso lo único sobresaliente es el propio Chatagny.

"Frágil", que inauguró oficialmente la Muestra española del amigo Juanma Bajo Ulloa ("La madre muerta"), su nuevo film, tras casi una década alejado de la cámara, acarreó reacciones bien diversas: para unos es un desastre absoluto, para otros, una hermosa parodia de las telenovelas y el cine rosa. El crítico se sitúa en un justo medio, pues si bien considera queda por debajo de sus anteriores experiencias, reconoce que este cuento de hadas impugna con fuerzas a quienes viven “en las nubes” en detrimento de una realidad que se les viene encima, además de hacerlo a los entresijos monstruosos del sistema de estrellas y las fábricas de sueños, y de contar con actuaciones femeninas (la protagónica Muriel comandando) de primera.

Muy pronto, desde esta página, nuevos comentarios sobre el Festival de cine: noticia perenne en la Habana cultural, del 6 al 16 de este mes.