Berlín 06: Gael, soñador protagonista en una jornada de ausencias
- por © J. A. (Berlín)-NOTICINE.com
11-II-06
El actor mexicano Gael García Bernal adquirió con "The Science Of Sleep" este sábado un inesperado protagonismo en el 56 Berlinale, ante la ausencia por un lado de Colin Farrell (esta esperada) y la menos justificada del director de su película "El nuevo mundo", Terrence Malick, quien definitivamente cuida con codicia su categoría de "autor genial y maldito", pero también ante otra ausencia menos humana y más visual o incluso temática, la de la película a concurso "Elementarteilchen" (Las partículas elementales), de cuyo origen literario -la polémica novela homónima del francés Michel Houellebecq- apenas ha quedado un mojigado esqueleto que sin duda decepcionará a muchos.
El certamen alemán reservaba para el inicio del fin de semana un día presuntamente para estomagos predispuestos, con tres nombres propios conocidos por sus rarezas y a veces atrevimientos: Malick (cineasta de culto con escasa pero encumbrada trayectoria, cuyo anterior trabajo fue "La delgada línea roja"), Michel Gondry ("¡Olvídate de mí! / Eterno resplandor de una mente sin recuerdos") y el ya citado Houellebecq, cuya atrevida en muchos sentidos novela muchos creían intrasladable a la pantalla.
"El nuevo mundo", una hermosa versión de la leyenda norteamericana de la india Pocahontas y sus amores con el colonizador John Smith que conocemos en el resto del mundo gracias a Walt Disney, es una obra plena de poesía, que trasciende del propio fondo para actuar en la forma. Ahí destaca el espléndido trabajo de Emmanuel Lubezki, cuya virtuosa fotografía sin iluminación artificial ha valido a este mexicano una candidatura al Oscar. Estamos ante una bonita película, demasiado quizás para los amantes del cine más comercial. Porque a pesar de la presencia de Colin Farrell, Malick no ha hecho concesiones a los productores que sueñan con salas llenas de adolescentes devoradores de palomitas. Su protagonista femenina, la crecidita adolescente de origen peruano Q'Orianka Kilcher es una total desconocida, y el ritmo y el metraje cadenciosos.
En otras circunstancias podría ser un film para premio, pero aquí Malick, que con una vana excusa de compromisos profesionales no ha venido a defender su "Mundo" ha elegido participar con la etiqueta "Fuera de concurso". Recordemos que el autor de "Malas tierras" y "Días del cielo" prefiere ocultarse tras sus películas y dar las mínimas explicaciones posibles. De hecho la documentación de la cinta carece siquiera de una frase de su realizador, coproductor y guionista.
En las mismas circunstancias, o sea sin optar a un Oso, participaba Michel Gondry con su "The Science Of Sleep", una nueva historia peculiar de un cineasta cuya imaginación -desbordante a veces hasta el exceso- le ha creado una especial fama a partir de "Human nature". El tapatío Gael García es el protagonista casi absoluto de esta historia sobre un joven tímido que se traslada de México a Francia, país de su infancia y donde vive su madre, para asumir un prometedor empleo que luego no resulta tanto. Pero él tiene un colorista universo onírico propio, que empieza a compartir con su vecina (Charlotte Gainsbourg), de la que se enamora. Pero su problema es que esos sueños se hacen luego realidad...
Mientras Gondry, quien llegó al cine tras sus éxitos en el mundo del video-clip musical, no decepcionó a sus fans más fieles, los lectores de "Las partículas elementales", libro controvertido donde los haya, políticamente crítico, sexualmente pornógráfico, socialmente provocador, caústico, sufrieron al ver como éste queda desdibujado en su adaptación fílmica, que capitanea el exitoso productor Bernd Eichinger ("El hundimiento") y ha perpetrado Oskar Roehler, como guionista y director. Poco se encuentra de Houellebecq, y no nos referimos al explícito contenido sexual de su obra, sino incluso de su descarnada sátira social. Siempre puede resultar lícito reconstruir una historia sobre el mero armazón o la inspiración de una novela ajena, pero al menos hay que exigir que el resultado seduzca a los que desconocen el original, cosa que tampoco ha ocurrido aquí en Berlín. En el reparto, el único nombre del reparto conocido fuera por el gran público es el de Franka Potente.
El actor mexicano Gael García Bernal adquirió con "The Science Of Sleep" este sábado un inesperado protagonismo en el 56 Berlinale, ante la ausencia por un lado de Colin Farrell (esta esperada) y la menos justificada del director de su película "El nuevo mundo", Terrence Malick, quien definitivamente cuida con codicia su categoría de "autor genial y maldito", pero también ante otra ausencia menos humana y más visual o incluso temática, la de la película a concurso "Elementarteilchen" (Las partículas elementales), de cuyo origen literario -la polémica novela homónima del francés Michel Houellebecq- apenas ha quedado un mojigado esqueleto que sin duda decepcionará a muchos.
El certamen alemán reservaba para el inicio del fin de semana un día presuntamente para estomagos predispuestos, con tres nombres propios conocidos por sus rarezas y a veces atrevimientos: Malick (cineasta de culto con escasa pero encumbrada trayectoria, cuyo anterior trabajo fue "La delgada línea roja"), Michel Gondry ("¡Olvídate de mí! / Eterno resplandor de una mente sin recuerdos") y el ya citado Houellebecq, cuya atrevida en muchos sentidos novela muchos creían intrasladable a la pantalla.
"El nuevo mundo", una hermosa versión de la leyenda norteamericana de la india Pocahontas y sus amores con el colonizador John Smith que conocemos en el resto del mundo gracias a Walt Disney, es una obra plena de poesía, que trasciende del propio fondo para actuar en la forma. Ahí destaca el espléndido trabajo de Emmanuel Lubezki, cuya virtuosa fotografía sin iluminación artificial ha valido a este mexicano una candidatura al Oscar. Estamos ante una bonita película, demasiado quizás para los amantes del cine más comercial. Porque a pesar de la presencia de Colin Farrell, Malick no ha hecho concesiones a los productores que sueñan con salas llenas de adolescentes devoradores de palomitas. Su protagonista femenina, la crecidita adolescente de origen peruano Q'Orianka Kilcher es una total desconocida, y el ritmo y el metraje cadenciosos.
En otras circunstancias podría ser un film para premio, pero aquí Malick, que con una vana excusa de compromisos profesionales no ha venido a defender su "Mundo" ha elegido participar con la etiqueta "Fuera de concurso". Recordemos que el autor de "Malas tierras" y "Días del cielo" prefiere ocultarse tras sus películas y dar las mínimas explicaciones posibles. De hecho la documentación de la cinta carece siquiera de una frase de su realizador, coproductor y guionista.
En las mismas circunstancias, o sea sin optar a un Oso, participaba Michel Gondry con su "The Science Of Sleep", una nueva historia peculiar de un cineasta cuya imaginación -desbordante a veces hasta el exceso- le ha creado una especial fama a partir de "Human nature". El tapatío Gael García es el protagonista casi absoluto de esta historia sobre un joven tímido que se traslada de México a Francia, país de su infancia y donde vive su madre, para asumir un prometedor empleo que luego no resulta tanto. Pero él tiene un colorista universo onírico propio, que empieza a compartir con su vecina (Charlotte Gainsbourg), de la que se enamora. Pero su problema es que esos sueños se hacen luego realidad...
Mientras Gondry, quien llegó al cine tras sus éxitos en el mundo del video-clip musical, no decepcionó a sus fans más fieles, los lectores de "Las partículas elementales", libro controvertido donde los haya, políticamente crítico, sexualmente pornógráfico, socialmente provocador, caústico, sufrieron al ver como éste queda desdibujado en su adaptación fílmica, que capitanea el exitoso productor Bernd Eichinger ("El hundimiento") y ha perpetrado Oskar Roehler, como guionista y director. Poco se encuentra de Houellebecq, y no nos referimos al explícito contenido sexual de su obra, sino incluso de su descarnada sátira social. Siempre puede resultar lícito reconstruir una historia sobre el mero armazón o la inspiración de una novela ajena, pero al menos hay que exigir que el resultado seduzca a los que desconocen el original, cosa que tampoco ha ocurrido aquí en Berlín. En el reparto, el único nombre del reparto conocido fuera por el gran público es el de Franka Potente.