Cannes 2006: Finaliza la competencia con nuevos éxitos del cine latino
- por © E.E. (Cannes)-NOTICINE.com / Fotos: Reuters-AP
27-V-06
Tradicionales "parientes pobres" de Cannes, donde se prima fundamentalmente al cine francés y norteamericano, y en segundo nivel al europeo sin contar con España o incluso al oriental, los cineasta latinos han puesto el punto final a un festival de Cannes donde nadie puede discutir que como identidad cultural, la iberoamericana ha sido la que ha ofrecido este año un mejor nivel. "El laberinto del fauno" y "Crónica de una fuga" cerraron este sábado la carrera por la Palma de Oro, que se conocerá con el resto del palmarés este domingo alrededor de las 8 de la tarde (hora francesa), y lo hicieron entre aplausos y reconocimientos.
Con la única excepción discutible de "Juventude em marcha", un film de autor en el más propio sentido de la palabra, árido tal vez para el grueso del público, la presencia latina en Cannes (5 directores en competencia por la Palma) se cierra con un alto nivel que ni el cine local francés ni el norteamericano han sido capaces de igualar. "Volver", de Pedro Almodóvar, triunfó en toda regla, pero la mexicano-norteamericana de Alejandro González Iñárritu, con guión de Guillermo Arriaga, no quedó muy lejos.
El cine iberoamericano en Cannes ha demostrado tener algo poco habitual en el cine mundial contemporáneo: ideas, buenas ideas, bien contadas, emocionantes, con buenos actores, originales, sin complejos... Y capaces tanto de seducir a un sesudo crítico como al simple espectador de a pie. Y lo ha hecho al menos en cuatro ocasiones este año. Esperemos que este "redescubrimiento" del marginado cine latino no sea coyuntural tras la demostración de poderío exhibida, y volvamos en ediciones sucesivas de Cannes a tener al menos un reconocimiento justo en relación con la cultura que representa el tercer puesto tras la china y la anglosajona, por hablar ya no solo de creatividad sino de peso específico.
El concurso finalizaba este sábado con "El laberinto del fauno", un cuento de hadas para adultos, inteligente, oscuro y lleno de matices que supuso la confirmación del talento del mexicano Guillermo del Toro como creador de inquietantes situaciones, en un género que creíamos redundante y que sin embargo aún puede brindar una calidad que trasciende el prejuicio de considerar a ese cine de género como un pariente pobre del gran cine.
Su fábula se desarrolla en la postguerra civil española, cuando los triunfadores franquistas se entretenían en sofocar los focos de resistencia de los maquis, los últimos luchadores de la libertad en un país ahogado por el fascismo triunfador. En ese marco histórico, una niña hijastra de un militar represor entra en una nueva y fantástica dimensión que supera su gris existencia.
"Al principio -ha explicado Del Toro en su rueda de prensa- esta cinta formaba parte de "El espinazo del diablo", pero luego hice "Hellboy" y le reescribí como una fábula. Es una historia muy compleja, y necesitaba encontrar el equilibrio entre la imaginación y la realidad. Creo haberlo logrado y me siento orgulloso. De hecho pienso que "El laberinto del fauno" es mi mejor película, por delante del "Espinazo...", porque es la que más se parece a lo que yo quería hacer".
El cineasta mexicano, que dijo haberse inspirado en la imaginería de Goya, confesaba que durante el rodaje perdió 3 kilos por semana como consecuencia del estrés: "Por suerte todo el equipo era excelente, pero sólo disponíamos de 12 semanas para rodar lo que había diseñado previamente, y trabajamos día y noche. Quería que el espectador se encontrara con una película que tuviera el aspecto de haber costado 30 o 40 millones de dólares cuando en realidad costó la tercera parte de eso".
Por su parte, el uruguayo afincado en Argentina Adrián Caetano cuenta sin prejuicios dogmáticos pero sin esquivar tampoco las obvias connotaciones políticas de su historia, otra realidad -esta vez pura y sin universos paralelos-, la de un grupo de jóvenes detenidos y torturados por el régimen militar argentino, que consiguen sobrevivir a la barbarie y huir de su encierro en uno de los anónimos centros de detención y exterminio de la Dictadura.
"Lo que me impresionó cuado los productores me propusieron este proyecto -ha dicho aquí- fue la imagen de esos cuatro evadidos de 18 a 20 años corriendo por la calle, de noche, desnudos y esposados. Hacía dos años que la Dictadura militar estaba en el poder. Yo no conocía previamente los hechos, ya que al igual que los actores de la película era un niño en esa época. Pero me seducía la idea de hablar de muchas cosas a partir de un único hecho. La película no tiene vocación política, salvo la de defender los derechos humanos, ya que de lo que hablamos es de un crimen injustificable contra el ser humano. También quise evocar las relaciones entre el verdugo y la víctima, lo que rara vez se muestra en las películas políticas".
El jurado no anunciará el palmarés completo hasta este anochecer del domingo en Cannes. Las quinielas apuntan sobre todo a Almodóvar para la Palma de Oro, con González Iñárritu bien situado -tanto para un Premio Especial del Jurado, mejor director o mejor guión (de Arriaga)-, Penélope Cruz y Gérard Depardieu con posibilidades de llevarse los premios de interpretación, y un paquete de films bien acogidos, como los de Nuri Bilge Ceylan, Guillermo del Toro, Ken Loach, Sofia Coppola, Nanni Moretti o Rachid Bouchareb, que podrían recoger algo...
Tradicionales "parientes pobres" de Cannes, donde se prima fundamentalmente al cine francés y norteamericano, y en segundo nivel al europeo sin contar con España o incluso al oriental, los cineasta latinos han puesto el punto final a un festival de Cannes donde nadie puede discutir que como identidad cultural, la iberoamericana ha sido la que ha ofrecido este año un mejor nivel. "El laberinto del fauno" y "Crónica de una fuga" cerraron este sábado la carrera por la Palma de Oro, que se conocerá con el resto del palmarés este domingo alrededor de las 8 de la tarde (hora francesa), y lo hicieron entre aplausos y reconocimientos.
Con la única excepción discutible de "Juventude em marcha", un film de autor en el más propio sentido de la palabra, árido tal vez para el grueso del público, la presencia latina en Cannes (5 directores en competencia por la Palma) se cierra con un alto nivel que ni el cine local francés ni el norteamericano han sido capaces de igualar. "Volver", de Pedro Almodóvar, triunfó en toda regla, pero la mexicano-norteamericana de Alejandro González Iñárritu, con guión de Guillermo Arriaga, no quedó muy lejos.
El cine iberoamericano en Cannes ha demostrado tener algo poco habitual en el cine mundial contemporáneo: ideas, buenas ideas, bien contadas, emocionantes, con buenos actores, originales, sin complejos... Y capaces tanto de seducir a un sesudo crítico como al simple espectador de a pie. Y lo ha hecho al menos en cuatro ocasiones este año. Esperemos que este "redescubrimiento" del marginado cine latino no sea coyuntural tras la demostración de poderío exhibida, y volvamos en ediciones sucesivas de Cannes a tener al menos un reconocimiento justo en relación con la cultura que representa el tercer puesto tras la china y la anglosajona, por hablar ya no solo de creatividad sino de peso específico.
El concurso finalizaba este sábado con "El laberinto del fauno", un cuento de hadas para adultos, inteligente, oscuro y lleno de matices que supuso la confirmación del talento del mexicano Guillermo del Toro como creador de inquietantes situaciones, en un género que creíamos redundante y que sin embargo aún puede brindar una calidad que trasciende el prejuicio de considerar a ese cine de género como un pariente pobre del gran cine.
Su fábula se desarrolla en la postguerra civil española, cuando los triunfadores franquistas se entretenían en sofocar los focos de resistencia de los maquis, los últimos luchadores de la libertad en un país ahogado por el fascismo triunfador. En ese marco histórico, una niña hijastra de un militar represor entra en una nueva y fantástica dimensión que supera su gris existencia.
"Al principio -ha explicado Del Toro en su rueda de prensa- esta cinta formaba parte de "El espinazo del diablo", pero luego hice "Hellboy" y le reescribí como una fábula. Es una historia muy compleja, y necesitaba encontrar el equilibrio entre la imaginación y la realidad. Creo haberlo logrado y me siento orgulloso. De hecho pienso que "El laberinto del fauno" es mi mejor película, por delante del "Espinazo...", porque es la que más se parece a lo que yo quería hacer".
El cineasta mexicano, que dijo haberse inspirado en la imaginería de Goya, confesaba que durante el rodaje perdió 3 kilos por semana como consecuencia del estrés: "Por suerte todo el equipo era excelente, pero sólo disponíamos de 12 semanas para rodar lo que había diseñado previamente, y trabajamos día y noche. Quería que el espectador se encontrara con una película que tuviera el aspecto de haber costado 30 o 40 millones de dólares cuando en realidad costó la tercera parte de eso".
Por su parte, el uruguayo afincado en Argentina Adrián Caetano cuenta sin prejuicios dogmáticos pero sin esquivar tampoco las obvias connotaciones políticas de su historia, otra realidad -esta vez pura y sin universos paralelos-, la de un grupo de jóvenes detenidos y torturados por el régimen militar argentino, que consiguen sobrevivir a la barbarie y huir de su encierro en uno de los anónimos centros de detención y exterminio de la Dictadura.
"Lo que me impresionó cuado los productores me propusieron este proyecto -ha dicho aquí- fue la imagen de esos cuatro evadidos de 18 a 20 años corriendo por la calle, de noche, desnudos y esposados. Hacía dos años que la Dictadura militar estaba en el poder. Yo no conocía previamente los hechos, ya que al igual que los actores de la película era un niño en esa época. Pero me seducía la idea de hablar de muchas cosas a partir de un único hecho. La película no tiene vocación política, salvo la de defender los derechos humanos, ya que de lo que hablamos es de un crimen injustificable contra el ser humano. También quise evocar las relaciones entre el verdugo y la víctima, lo que rara vez se muestra en las películas políticas".
El jurado no anunciará el palmarés completo hasta este anochecer del domingo en Cannes. Las quinielas apuntan sobre todo a Almodóvar para la Palma de Oro, con González Iñárritu bien situado -tanto para un Premio Especial del Jurado, mejor director o mejor guión (de Arriaga)-, Penélope Cruz y Gérard Depardieu con posibilidades de llevarse los premios de interpretación, y un paquete de films bien acogidos, como los de Nuri Bilge Ceylan, Guillermo del Toro, Ken Loach, Sofia Coppola, Nanni Moretti o Rachid Bouchareb, que podrían recoger algo...