Reportaje: Bolonia y la gran reserva del cine

por © Carolina Ramos (Italia)-NOTICINE.com
Brigadoon, musical fantástico
Brigadoon, musical fantástico
El mensajero del miedoBrigadoon, musical fantástico20-VII-06

Este mes ha tenido lugar una nueva edición del Festival del Cine Reencontrado (Festival del Cinema Ritrovato) de Bolonia (Italia), manifestación cultural fundada precisamente hace ya veinte años por dos jóvenes talentos, Gian Luca Farinelli y Nicola Mazzanti. Ha sido una semana completamente dedicada a la cinematografía menos conocida y también a aquella recientemente revitalizada mediante obras de restauración.

La edición comenzó celebrando uno de los más importantes logros del cine italiano de la segunda mitad del pasado siglo: "Novecento", obra maestra de Bernardo Bertolucci, proyectada en versión íntegra, que precisamente este año ha cumplido su trigésimo aniversario. Le siguió una mesa redonda el día después con el maestro Bertolucci, Edgar Reitz y Marco Tullio Giordana (director artífice de esa joya del cine italiano moderno que es "La mejor juventud").

Como signo de continuidad con la pasada edición, también este año el Festival ha contado con las secciones sobre la Guerra Fría y el Plan Marshall, que prosiguen en el camino ya planteado en 2005 sobre las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. España ha estado dignamente representada con "¡Bienvenido, Mister Marshall!" (1953) y "El canto del gallo" (1955), que han sido en un cierto modo los abanderados de la sección. Han seguido las cintas estadounidenses "El mensajero del miedo" (1962), de John Frankenheimer, "Telón de acero" (1948), de William A. Wellman y la obra maestra maldita de Leo McCarey, "Mi hijo John", triste fantasía familiar en la era macartiana. Destacaron, en el frente soviético, "Vstreca Na Elbe" (Meeting at the Elbe, 1949) y "Zagovor Obrecënnych" (Conspiracy of the Doom, 1950) que señalan a los Estados Unidos y al capitalismo como a los demonios que vencer, obviamente. También Italia encontró su hueco con "Corazones sin fronteras" (1949), de Luigi Zampa, y "La città dolente" (1951), de Mario Bonnard.

Se siguió hablando de la península itálica a través de una retrospectiva dedicada a Alberto Lattuada, el maestro de las transposiciones literarias, el observador de una sociedad en pleno desarrollo económico y de sus controvertidos signos. Se ha rendido homenaje asimismo a Vincente Minelli y a la francesa Germaine Dulac. Del primero se ha propuesto un amplio abanico de ejemplos de su obra, desde el melodrama al musical y a la comedia: de "Brigadoon" a "Como un torrente"; de "La casa de la colina" a "Los cuatro jinetes del Apocalipsis", pasando por "Dos semanas en otra ciudad". De la cineasta europea de los años veinte, en difícil equilibrio siempre entre producciones clásicas y de vanguardia, se presentó una rica selección en la que no pudo faltar la obra maestra "La Coquille et le Clergyman" (1928).

Germaine Dulac no ha sido la única mujer estrella del Festival. Ha habido espacio también para la actriz más aclamada de la historia del teatro, la legendaria Sarah Bernhardt y para la bailarina estadounidense Loïe Fuller. “Cine reencontrado” es sinónimo de cine restaurado y, por ello, hay que mencionar algunas de las numerosas obras que han descubierto de nuevo su propia naturaleza original. Vuelve, gracias al trabajo de la Murnau Stiftung de Wiesbaden "Michael", una de las películas más interesantes de Dreyer. Mientras tanto, gracias a la Cinémathèque de Toulouse ha renacido "Verdun, visions d’histoire" (1928), de Léon Poirier, que, “por muchos aspectos es la reflexión más significativa sobre la Primera Guerra Mundial”, en palabras del director artístico del Festival, Peter von Bagh. La lista es casi interminable. Si volvemos al frente italiano, se pasa del mudo "Maciste" (1915) al poco conocido "Vanina Vanini", de Rossellini (1962); "De Profesión: reportero" (1975), de Antonioni, a la restauración de los sorprendentes cortometrajes de Vittorio De Seta que fueron presentados con la participación del director. Se ha continuado con el Proyecto Chaplin, con "Un Rey en Nueva York" y ocho cortometrajes del período Keystone (1914), algunos recientemente restaurados por la Cineteca de Bolonia y por el Archivo Nacional de Películas y Televisión de Londres.

Una vigésima edición que ha ofrecido puntos de interés para diferentes tipos de público, incluido el aficionado al género western de John Ford o de William S. Hart. Éste último, actor y director, modelo y fuente de inspiración para muchas generaciones (de John Wayne y Randolph Scott a Clint Eastwood), ha sido, según Von Bagh, el primer icono del western que ha llevado el género a la madurez estética, sobre todo por su capacidad de unir dureza y sentimiento.