El Festival de Santiago de Chile celebra su segunda edición contra viento y marea
- por © Daniel Olave (Chile)-NOTICINE.com
11-VIII-06
Les cerraron puertas. Les dijeron que muchas veces se había intentado hacer un festival de cine importante en Santiago, pero que no había resultado. Por eso nadie creía que un par de jóvenes desconocidos en el "medio" del cine local iban a poder concretar el ambicioso proyecto de darle a la ciudad de Santiago el Festival de Cine que le estaba faltando. Pero lo hicieron. Con Carlos Núñez como director y Gabriela Sandoval como productora general, el año pasado se llevó a cabo el Primer Santiago Festival Internacional de Cine, el cual congregó cerca de 12 mil personas en torno a una destacada muestra de películas y actividades paralelas muy bien recibidas por el público, la prensa y la Comunidad cinematográfica.
Ahora el Santiago Festival Internacional de Cine celebra su segunda edición, a realizarse hasta el 14 de agosto, aumentando la cantidad de cintas, con una competencia internacional y el doble de invitados. Al igual que en su primer paso, los lugares de exhibición se expanden del cine Hoyts La Reina a sus complejos del centro (San Agustín y Huérfanos), Valparaíso y se agrega también la flamante Cineteca del centro Cultural La Moneda.
Con el apoyo de la Fundación Corpartes además de otros colaboradores, Núñez y su equipo han logrado reunir cerca de un millón de dólares para el Sanfic, que ha diferencia de otros festivales chilenos como Valdivia o Viña del Mar, no cuenta con apoyo de fondos estatales.
Más de 100 películas presentadas en 12 secciones componen su oferta. Habrá 15 largometrajes en competencia oficial, 20 películas en el Panorama Internacional, 19 trabajos locales en la sección competitiva Talento nacional, además de muestras de cine francés, cubano, estadounidense, argentino, oriental y chileno. Entre ellas se incluyen películas de Eric Rohmer, Jean Luc Godard, Volker Schlondorff, Michael Haneke, Lars Von Trier, Arturo Ripstein y Eliseo Subiela, así como documentales, cintas nacionales casi perdidas y animación.
Núñez, periodista y director del Sanfic, cuenta que "al principio mucha gente no creía que se podía hacer. Nos cerraron muchas puertas hubo mucha gente que nos dijo en la cara que no, que se había tratado muchas veces de hacer un festival en Santiago y que no había resultado. Pero también tuvimos, por otra parte, un apoyo increíble de un montón de personas".
"Para nosotros", comenta Núñez, "el primer Sanfic fue un éxito, en términos de audiencia y de poder exhibir películas que están actualmente en los festivales más importantes del mundo. Que todos pudieran ver de qué manera están trabajando en otros países, cómo se está produciendo cine en otros lugares, el tipo de película que se esta haciendo. Y por otro lado, que fuera una plataforma para el cine chileno en general. Jóvenes directores, realizadores antiguos, que puedan tomar contacto con distribuidores de todo el mundo".
Dentro de los nuevos objetivos a partir de esta segunda edición, el director del Sanfic destaca: "Estamos tratando de impulsar y generar nuevos espacios para realizadores jóvenes. Es muy importante rescatar el trabajo que hacen los jóvenes directores desde el cortometraje. Es casi como un semillero, una escuela, que implica tomar a la gente joven y seguirla. Trabajar con ellos, para que un momento determinado se puedan potenciar y proyectar en otros lugares, para financiar óperas primas y segundas películas, y de esa manera generar un marco de producción de cine chileno".
Pero Núñez aclara que el gran objetivo del Sanfic es "que Santiago viva una fiesta del cine, desde el punto de vista de la audiencia. Que el público sepa disfrutar, reconocer y actualizarse con lo que está pasando en el cine, en el mundo. Con otro tipo de cine, que nosotros definimos como un cine de directores de prestigio y de jóvenes talentos. El público tiene que entender que este tipo de cine no es aburrido, ni extraño, ni feo. Es un cine tan interesante, entretenido y apasionante como el cine que habitualmente se exhibe en las salas. Sería una pérdida muy, muy fuerte para la cultura nacional, para la gente y para la industria no introducirse dentro de los cambios que genera el cine a todo nivel. Esa es la esencia del Sanfic".
Les cerraron puertas. Les dijeron que muchas veces se había intentado hacer un festival de cine importante en Santiago, pero que no había resultado. Por eso nadie creía que un par de jóvenes desconocidos en el "medio" del cine local iban a poder concretar el ambicioso proyecto de darle a la ciudad de Santiago el Festival de Cine que le estaba faltando. Pero lo hicieron. Con Carlos Núñez como director y Gabriela Sandoval como productora general, el año pasado se llevó a cabo el Primer Santiago Festival Internacional de Cine, el cual congregó cerca de 12 mil personas en torno a una destacada muestra de películas y actividades paralelas muy bien recibidas por el público, la prensa y la Comunidad cinematográfica.
Ahora el Santiago Festival Internacional de Cine celebra su segunda edición, a realizarse hasta el 14 de agosto, aumentando la cantidad de cintas, con una competencia internacional y el doble de invitados. Al igual que en su primer paso, los lugares de exhibición se expanden del cine Hoyts La Reina a sus complejos del centro (San Agustín y Huérfanos), Valparaíso y se agrega también la flamante Cineteca del centro Cultural La Moneda.
Con el apoyo de la Fundación Corpartes además de otros colaboradores, Núñez y su equipo han logrado reunir cerca de un millón de dólares para el Sanfic, que ha diferencia de otros festivales chilenos como Valdivia o Viña del Mar, no cuenta con apoyo de fondos estatales.
Más de 100 películas presentadas en 12 secciones componen su oferta. Habrá 15 largometrajes en competencia oficial, 20 películas en el Panorama Internacional, 19 trabajos locales en la sección competitiva Talento nacional, además de muestras de cine francés, cubano, estadounidense, argentino, oriental y chileno. Entre ellas se incluyen películas de Eric Rohmer, Jean Luc Godard, Volker Schlondorff, Michael Haneke, Lars Von Trier, Arturo Ripstein y Eliseo Subiela, así como documentales, cintas nacionales casi perdidas y animación.
Núñez, periodista y director del Sanfic, cuenta que "al principio mucha gente no creía que se podía hacer. Nos cerraron muchas puertas hubo mucha gente que nos dijo en la cara que no, que se había tratado muchas veces de hacer un festival en Santiago y que no había resultado. Pero también tuvimos, por otra parte, un apoyo increíble de un montón de personas".
"Para nosotros", comenta Núñez, "el primer Sanfic fue un éxito, en términos de audiencia y de poder exhibir películas que están actualmente en los festivales más importantes del mundo. Que todos pudieran ver de qué manera están trabajando en otros países, cómo se está produciendo cine en otros lugares, el tipo de película que se esta haciendo. Y por otro lado, que fuera una plataforma para el cine chileno en general. Jóvenes directores, realizadores antiguos, que puedan tomar contacto con distribuidores de todo el mundo".
Dentro de los nuevos objetivos a partir de esta segunda edición, el director del Sanfic destaca: "Estamos tratando de impulsar y generar nuevos espacios para realizadores jóvenes. Es muy importante rescatar el trabajo que hacen los jóvenes directores desde el cortometraje. Es casi como un semillero, una escuela, que implica tomar a la gente joven y seguirla. Trabajar con ellos, para que un momento determinado se puedan potenciar y proyectar en otros lugares, para financiar óperas primas y segundas películas, y de esa manera generar un marco de producción de cine chileno".
Pero Núñez aclara que el gran objetivo del Sanfic es "que Santiago viva una fiesta del cine, desde el punto de vista de la audiencia. Que el público sepa disfrutar, reconocer y actualizarse con lo que está pasando en el cine, en el mundo. Con otro tipo de cine, que nosotros definimos como un cine de directores de prestigio y de jóvenes talentos. El público tiene que entender que este tipo de cine no es aburrido, ni extraño, ni feo. Es un cine tan interesante, entretenido y apasionante como el cine que habitualmente se exhibe en las salas. Sería una pérdida muy, muy fuerte para la cultura nacional, para la gente y para la industria no introducirse dentro de los cambios que genera el cine a todo nivel. Esa es la esencia del Sanfic".