La Habana 2006: Primeros contactos
- por © Frank Padrón (La Habana)-NOTICINE.com
6-XII-06
Aunque aún no se descorre la cortina de la competencia, ya circulan por las salas del 28 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que comenzó el día 5 y se extenderá hasta el 15 en La Habana y varias provincias subsesdes, varios títulos ”sonantes” del mundo entero.
Entre la programación de esta edición destaca una de esas “ensaladas” donde meten manos y bazas varios países: Hong Kong, China, Estados Unidos, Francia, Italia, Luxemburgo coproducen “Eros”, firmada nada menos que por Wong Kar-wai , Steven Soderbergh y Michelangelo Antonioni...nada que, con esos nombres y ese título, ¿quién se resiste?...
Tommy Lee Jones, rostro bien conocido a través de films como “Hombres de negro” o “El fugitivo” debuta tras las cámaras en un largometraje que ya tenemos en las pantallas festivaleras: “Los tres entierros de Melquiades Estrada”, que le valiera a su guionista, el mexicano Guillermo Arriaga (“Amores perros”) la Palma de Oro en Cannes por su trabajo aquí. Viaje de retorno que nos recuerda a Odiseo, y en el que no falta el involuntario homicida, Jones no sigue en él precisamente las lecciones del cine en el que trabaja tanto como actor: ignora la supersónica dinámica hollywoodiense, para conferir a su narración un ritmo más bien lento, que permita seguir los accidentes dramáticos y motivaciones de sus personajes, a propósito, no tan desarrollados en función de lo que más importa: el viaje con un desenlace sorpresivo, pero también ajeno a lo que entiende Hollywood por ello, ajeno a los “efectismos finales” habituales en la megaindustria, el que aquí recibimos está más a tono con el realismo mágico a lo García Márquez, al menos por esta vez, influencia mayor del guionista Arriaga. “Film de aprendizaje” como casi todos los que tienen un viaje (sobre todo de retorno) de motivo dramático rector , significa la evolución humana de los antagonistas, de modo que el viaje, aparentemente absurdo, sin sentido, indudablemente sí lo ha tenido, y lo tiene también (faltaba más) como cine: el índice hacia arriba para esta arrancada triunfal de Jones en la dirección.
Del Panorama Latinoamericano recomiendo de viva voz el film brasileño “2 filhos de Francisco“, biopic de Breno Silveira sobre los populares cantantes sertaneses Luciano y Zezé de Camargo. Viéndola a sala repleta se entiende el por qué del suceso que constituye en su país de origen; cinta que apela a la sensibilidad sin sensiblerías, sirve una banda sonora como para disfrutar a ojos cerrados (y donde intervino, además del propio Zezé, compositor destacado, Caetano Veloso), sobresalientes desempeños dramáticos, y un abordaje de personajes y situaciones que elude con eficacia los lugares comunes de este tipo de “vidas de cantantes”.
No puede afirmarse lo mismo de la chilena “El rey de los huevones”, en la que su realizador, guionista y actor principal, Boris Quercia, baja unos cuantos puntos respecto a su exitosa experiencia precedente (“Sexo con amor”). Aquí seguimos a un taxista “buena gente”, un ingenuo con un corazón de oro que en el inicio de un día normal de trabajo se tropieza con una atractiva mujer que le endilga a su pequeño hijo: la relación entre protagonista y niño explota con eficacia la ternura que se desprende de este tipo de films, y hay, como ocurre siempre con Quercia, escenas simpáticas y bien armadas. Sin embargo, el trayecto se siente un tanto forzado, se estira como un chicle y la mayoría de las situaciones carece de la espontaneidad y la frescura que tanto abundaban en su anterior cinta.
Una sorpresa grata resultó el haitiano “¿Tiene SIDA el presidente?”, del veterano Arnold Antonin (“Haití, caminos de libertad”): otra de cantantes, en este caso todo un astro de la música popular allí a quien, como decimos por acá, “se le sube el éxito” a la cabeza, hasta que el contacto con el terrible flagelo le baja los humos. El film se proyecta un tanto moralizante, explícito en su mensaje, y con ciertas suciedades en el montaje, pero Antonin exhibe pericia narrativa de modo que no decae la atención pese a la nada breve longitud de una pieza donde también sobresalen en términos generales, las actuaciones y la riqueza de su banda sonora.
La premiére del certamen tuvo lugar con “El laberinto del fauno“, la reconocida cinta de Guillermo del Toro que encontró aquí, sin embargo, reacciones divididas: no poca gente abandonó la proyección mucho antes de finalizar, a otros les pareció mejor. Nosotros hablaremos de ella en otro contacto desde estas páginas, donde seguiremos “cubriendo”el Festival habanero, que ya en su primer día ha cambiado el ritmo y la temperatura de la ciudad, pese a que todo el tiempo en esta jornada inicial resultó lluvioso y gris.
Aunque aún no se descorre la cortina de la competencia, ya circulan por las salas del 28 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que comenzó el día 5 y se extenderá hasta el 15 en La Habana y varias provincias subsesdes, varios títulos ”sonantes” del mundo entero.
Entre la programación de esta edición destaca una de esas “ensaladas” donde meten manos y bazas varios países: Hong Kong, China, Estados Unidos, Francia, Italia, Luxemburgo coproducen “Eros”, firmada nada menos que por Wong Kar-wai , Steven Soderbergh y Michelangelo Antonioni...nada que, con esos nombres y ese título, ¿quién se resiste?...
Tommy Lee Jones, rostro bien conocido a través de films como “Hombres de negro” o “El fugitivo” debuta tras las cámaras en un largometraje que ya tenemos en las pantallas festivaleras: “Los tres entierros de Melquiades Estrada”, que le valiera a su guionista, el mexicano Guillermo Arriaga (“Amores perros”) la Palma de Oro en Cannes por su trabajo aquí. Viaje de retorno que nos recuerda a Odiseo, y en el que no falta el involuntario homicida, Jones no sigue en él precisamente las lecciones del cine en el que trabaja tanto como actor: ignora la supersónica dinámica hollywoodiense, para conferir a su narración un ritmo más bien lento, que permita seguir los accidentes dramáticos y motivaciones de sus personajes, a propósito, no tan desarrollados en función de lo que más importa: el viaje con un desenlace sorpresivo, pero también ajeno a lo que entiende Hollywood por ello, ajeno a los “efectismos finales” habituales en la megaindustria, el que aquí recibimos está más a tono con el realismo mágico a lo García Márquez, al menos por esta vez, influencia mayor del guionista Arriaga. “Film de aprendizaje” como casi todos los que tienen un viaje (sobre todo de retorno) de motivo dramático rector , significa la evolución humana de los antagonistas, de modo que el viaje, aparentemente absurdo, sin sentido, indudablemente sí lo ha tenido, y lo tiene también (faltaba más) como cine: el índice hacia arriba para esta arrancada triunfal de Jones en la dirección.
Del Panorama Latinoamericano recomiendo de viva voz el film brasileño “2 filhos de Francisco“, biopic de Breno Silveira sobre los populares cantantes sertaneses Luciano y Zezé de Camargo. Viéndola a sala repleta se entiende el por qué del suceso que constituye en su país de origen; cinta que apela a la sensibilidad sin sensiblerías, sirve una banda sonora como para disfrutar a ojos cerrados (y donde intervino, además del propio Zezé, compositor destacado, Caetano Veloso), sobresalientes desempeños dramáticos, y un abordaje de personajes y situaciones que elude con eficacia los lugares comunes de este tipo de “vidas de cantantes”.
No puede afirmarse lo mismo de la chilena “El rey de los huevones”, en la que su realizador, guionista y actor principal, Boris Quercia, baja unos cuantos puntos respecto a su exitosa experiencia precedente (“Sexo con amor”). Aquí seguimos a un taxista “buena gente”, un ingenuo con un corazón de oro que en el inicio de un día normal de trabajo se tropieza con una atractiva mujer que le endilga a su pequeño hijo: la relación entre protagonista y niño explota con eficacia la ternura que se desprende de este tipo de films, y hay, como ocurre siempre con Quercia, escenas simpáticas y bien armadas. Sin embargo, el trayecto se siente un tanto forzado, se estira como un chicle y la mayoría de las situaciones carece de la espontaneidad y la frescura que tanto abundaban en su anterior cinta.
Una sorpresa grata resultó el haitiano “¿Tiene SIDA el presidente?”, del veterano Arnold Antonin (“Haití, caminos de libertad”): otra de cantantes, en este caso todo un astro de la música popular allí a quien, como decimos por acá, “se le sube el éxito” a la cabeza, hasta que el contacto con el terrible flagelo le baja los humos. El film se proyecta un tanto moralizante, explícito en su mensaje, y con ciertas suciedades en el montaje, pero Antonin exhibe pericia narrativa de modo que no decae la atención pese a la nada breve longitud de una pieza donde también sobresalen en términos generales, las actuaciones y la riqueza de su banda sonora.
La premiére del certamen tuvo lugar con “El laberinto del fauno“, la reconocida cinta de Guillermo del Toro que encontró aquí, sin embargo, reacciones divididas: no poca gente abandonó la proyección mucho antes de finalizar, a otros les pareció mejor. Nosotros hablaremos de ella en otro contacto desde estas páginas, donde seguiremos “cubriendo”el Festival habanero, que ya en su primer día ha cambiado el ritmo y la temperatura de la ciudad, pese a que todo el tiempo en esta jornada inicial resultó lluvioso y gris.