Cannes: Premios para el cine argentino en una jornada en que Francia y USA hicieron el ridículo
- por © E.E. (Cannes)-NOTICINE.com / Fotos: AP
25-V-07
El Festival Internacional de Cine de Cannes ha desvelado los primeros palmarés de sus secciones paralelas, siendo la cosecha altamente favorable para el cine argentino. En la Semana de la Crítica, la novel Lucía Puenzo se llevó varios premios, incluyendo el principal, mientras que en la Cinéfondation venció Gonzalo Tobal con el cortometraje que le sirvió de tésis de carrera. Mientras, la competencia oficial alcanzó su punto más bajo.
Puenzo, de 31 años, comenzó con el pie derecho su andadura como directora de cine, al obtener el Premio de la Semana de la Crítica (elegido por periodistas y críticos, y dotado con 5.000 euros), el premio Apoyo ACID/CCAS (dotado con 8.000 euros), el Gran Rail D'Or y una mención del Premio Regard Jeunes con su ópera prima "XXY". Protagonizada por Inés Efrón y Ricardo Darín, la cinta narra la historia de Alex, una joven intersexual que al ingresar en la etapa del despertar sexual, comienza a plantearse su identidad. La sensibilidad y profundidad con que aborda la historia fue la nota destacada de varios integrantes de la prensa sobre la cinta de Puenzo, hija de Luis Puenzo ("La historia oficial"), con quien escribió el guión de "La puta y la ballena", siendo además escritora.
En esa misma sección hubo otro premio para el cine latino, al ser galardonado el cortometraje brasileño "Un ramo", de Juliana Rojas y Marco Dutra, con el Premio Descubrimiento del Mejor cortometraje, dotado de 3.000 euros. Este film cuenta la historia de un pájaro que augura que una persona se transformará en árbol.
Por su parte, Tobal, egresado de la Universidad del Cine de Buenos Aires, consiguió con "Ahora todos parecen contentos" el primer premio de la Cinéfondation, creada en 1998 para descubrir a los nuevos talentos del cine. Esta historia de la huida que emprende un profesor con su alumna, inspirada en un hecho real, capturó al jurado presidido por el cineasta chino Jia Zhangke ("Still Life"), por la madurez para retratar el tema. El segundo premio del apartado fue para el chino "Ru Dao", de Chen Tao, y el tercero para "A reunion", del coreano Hong Sung-Hoon y "Minus", del serbio Fakultet Dramskih Umetnosti.
En cuanto a la competencia oficial, este viernes fue totalmente olvidable. La francesa "Une vielle maîtresse", de la directora Catherine Breillat -quien supo ser guionista de "Y la nave va", de Federico Fellini, directora de "Romance" y años atrás sufrió una hemiplejia como consecuencia de una embolia cerebral-, es un film de época al estilo de "Las amistades peligrosas", pero sin el interés de aquella. La directora, especialista en historias que abordan la sexualidad femenina, adapta la obra homónima de Jules Barbey d'Aurevilly, que narra la historia de un joven licencioso prometido en matrimonio a una virginal damisela, que debe poner fin a su relación con su amante, una femme-fatale andaluza, representada con todos los clichés por la morbosísima Asia Argento. Si bien su proyección provocó risas en momentos de supuesto dramatismo, la función tuvo tibios aplausos, quizá por respeto a su realizadora, que aún evidencia signos físicos del mal que la afectó.
Con "We Own the Night", en cambio, el público no tuvo miramientos y la abucheó decididamente. Esta película con Joaquin Phoenix, Robert Duvall y Eva Mendes, marcó el regreso a la Croisette de James Gray, director de "La otra cara del crimen / La traición", que entrega un policial previsible y aburrido, acerca de policías de Nueva York (Duvall en el rol del padre y el ausente Mark Wahlberg en el del hijo), que se involucran con un mafioso ruso (Phoenix); por supuesto, dentro de un film tan estructurado, Mendes cumple la función de florero bonito como la chica de uno de los protagonistas. "Estaba ansioso por hacer algo que no sólo fuese emocionante, sino explosivo, dramático y francamente lleno de acción", dijo Gray. Quizá lo consiga en otra película.
El Festival Internacional de Cine de Cannes ha desvelado los primeros palmarés de sus secciones paralelas, siendo la cosecha altamente favorable para el cine argentino. En la Semana de la Crítica, la novel Lucía Puenzo se llevó varios premios, incluyendo el principal, mientras que en la Cinéfondation venció Gonzalo Tobal con el cortometraje que le sirvió de tésis de carrera. Mientras, la competencia oficial alcanzó su punto más bajo.
Puenzo, de 31 años, comenzó con el pie derecho su andadura como directora de cine, al obtener el Premio de la Semana de la Crítica (elegido por periodistas y críticos, y dotado con 5.000 euros), el premio Apoyo ACID/CCAS (dotado con 8.000 euros), el Gran Rail D'Or y una mención del Premio Regard Jeunes con su ópera prima "XXY". Protagonizada por Inés Efrón y Ricardo Darín, la cinta narra la historia de Alex, una joven intersexual que al ingresar en la etapa del despertar sexual, comienza a plantearse su identidad. La sensibilidad y profundidad con que aborda la historia fue la nota destacada de varios integrantes de la prensa sobre la cinta de Puenzo, hija de Luis Puenzo ("La historia oficial"), con quien escribió el guión de "La puta y la ballena", siendo además escritora.
En esa misma sección hubo otro premio para el cine latino, al ser galardonado el cortometraje brasileño "Un ramo", de Juliana Rojas y Marco Dutra, con el Premio Descubrimiento del Mejor cortometraje, dotado de 3.000 euros. Este film cuenta la historia de un pájaro que augura que una persona se transformará en árbol.
Por su parte, Tobal, egresado de la Universidad del Cine de Buenos Aires, consiguió con "Ahora todos parecen contentos" el primer premio de la Cinéfondation, creada en 1998 para descubrir a los nuevos talentos del cine. Esta historia de la huida que emprende un profesor con su alumna, inspirada en un hecho real, capturó al jurado presidido por el cineasta chino Jia Zhangke ("Still Life"), por la madurez para retratar el tema. El segundo premio del apartado fue para el chino "Ru Dao", de Chen Tao, y el tercero para "A reunion", del coreano Hong Sung-Hoon y "Minus", del serbio Fakultet Dramskih Umetnosti.
En cuanto a la competencia oficial, este viernes fue totalmente olvidable. La francesa "Une vielle maîtresse", de la directora Catherine Breillat -quien supo ser guionista de "Y la nave va", de Federico Fellini, directora de "Romance" y años atrás sufrió una hemiplejia como consecuencia de una embolia cerebral-, es un film de época al estilo de "Las amistades peligrosas", pero sin el interés de aquella. La directora, especialista en historias que abordan la sexualidad femenina, adapta la obra homónima de Jules Barbey d'Aurevilly, que narra la historia de un joven licencioso prometido en matrimonio a una virginal damisela, que debe poner fin a su relación con su amante, una femme-fatale andaluza, representada con todos los clichés por la morbosísima Asia Argento. Si bien su proyección provocó risas en momentos de supuesto dramatismo, la función tuvo tibios aplausos, quizá por respeto a su realizadora, que aún evidencia signos físicos del mal que la afectó.
Con "We Own the Night", en cambio, el público no tuvo miramientos y la abucheó decididamente. Esta película con Joaquin Phoenix, Robert Duvall y Eva Mendes, marcó el regreso a la Croisette de James Gray, director de "La otra cara del crimen / La traición", que entrega un policial previsible y aburrido, acerca de policías de Nueva York (Duvall en el rol del padre y el ausente Mark Wahlberg en el del hijo), que se involucran con un mafioso ruso (Phoenix); por supuesto, dentro de un film tan estructurado, Mendes cumple la función de florero bonito como la chica de uno de los protagonistas. "Estaba ansioso por hacer algo que no sólo fuese emocionante, sino explosivo, dramático y francamente lleno de acción", dijo Gray. Quizá lo consiga en otra película.