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Mucho se ha hablado del desinterés de buena parte de los profesionales del cine mexicano por integrarse en su veterana Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, fundada en los años 40 del pasado siglo, que ahora cuenta con poco más de 90 miembros, pero tampoco parece existir una inquietud de parte de la propia industria en aspirar a sus premios anuales. Del cerca de centenar de largometrajes (ficción, documentales y animación) que se producen en el país, menos de la tercera parte se inscribe para los Ariel. En la víspera del cierre de la convocatoria 2012/13, sólo 29 películas aspiran a esa recompensa, la más importante que se otorga en México.

No hay datos oficiales sobre la producción nacional de 2012, pero según los publicados por el IMCINE respecto del año precedente, se realizaron en la República Mexicana 111 largometrajes. No hay motivos para pensar que fueron muchos menos. La pregunta, entonces, es ¿Por qué el escaso poder de convocatoria del Ariel y la Academia?

Por supuesto, entre esas cerca de tres decenas de películas (20 de ficción, 7 documentales y 2 de animación), estrenadas a lo largo del año pasado, están muchas de las más populares, tanto por su suceso comercial como por su amplia y exitosa trayectoria en festivales, como "Colosio: El asesinato", "Después de Lucía", "Aquí, entre nos", "El lenguaje de los machetes", "El sueño de Lu", "Entre la noche y el día", "La vida precoz y breve de Sabina Rivas", "La demora", "Los últimos cristeros", "Morelos", "Post tenebras lux", "Nos vemos, papá", "El Santos vs la Tetona Mendoza"...., pero por ejemplo no se inscribieron (al menos hasta dos días antes del cierre) el exitoso documental "¡De panzazo!", la comedia "Suave patria", o "El cielo en tu mirada", las tres entre las 100 películas más taquilleras el año pasado.

Respecto de las candidatas foráneas, aspirarán al Ariel hasta el momento la uruguaya "3", la venezolana "Azul y no tan rosa", la chilena "No", la colombiana "La sirga", la española "Blancanieves" y la costarricense "Tres marías". Es de suponer que a fecha de este 31 de enero se confirme al menos una propuesta más, la argentina.