La "Nymphomaniac" de Lars Von Trier sacude el mercado berlinés
- por © E.E. (Berlín)-NOTICINE.com
Sin estar oficialmente terminada su edición, "Nymphomaniac", el díptico "porno" y erótico (tendrá dos versiones con distintos niveles de exposición), de Lars Von Trier ha sido uno de los títulos "calientes" -también en lo comercial- del agonizante mercado berlinés European Film Market. La empresa de ventas TrustNordisk ha movilizado a los potenciales compradores con una "promo" de la primera de las dos cintas, en las que sigue trabajando el cineasta danés. A pesar de ello, ya la han adquirido para su distribución en Estados Unidos, Canadá, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Hungría y Brasil.
En tres meses se espera que se cierren en Cannes el resto de ventas a los principales países, y que para entonces haya una copia visible al menos de la primera de las dos cintas, que se filmaron simultaneamente desde finales de agosto del año pasado. El proceso de postproducción se está dilatando porque Von Trier edita personalmente las dos versiones de cada largometraje: una al menos parcialmente pornográfica, con sexo real, y otra más "light" para países o sensibilidades menos complacientes.
La película tiene como protagonistas principales a dos actores que ya habían trabajado anteriormente con el realizador escandinavo, la francesa Charlotte Gainsbourg y el sueco Stellan Skarsgard. Junto a ellos estuvieron los norteamericanos Shia LaBeouf, Christian Slater y Willem Dafoe, el británico Jamie Bell, la danesa Connie Nielsen y el alemán Udo Kier. Aunque inicialmente Von Trier especuló sobre que los actores practicaran sexo explícito en la cinta, finalmente las escenas más gráficas se han resuelto con dobles de cuerpo, actores de cine "X", y efectos digitales.
La película trata sobre una mujer que narra al hombre que la ayudado y acogido en su casa, tras encontrarla golpeada y herida en la calle, sus experiencias sexuales a lo largo de más de medio siglo, desde la infancia.
El estreno de la primera película del díptico está previsto para finales de mayo en Dinamarca, pero queda por ver si Cannes acoge o no en su competencia esta cinta del director al que dos años atrás consideró "Persona non grata", después de que en la rueda de prensa de presentación de su film "Melancolía" hiciera alusiones según él irónicas sobre Hitler y los judíos, pero que sentaron muy mal a los organizadores del evento, empezando por el presidente del mismo, de raíces semitas, Gilles Jacob.
En tres meses se espera que se cierren en Cannes el resto de ventas a los principales países, y que para entonces haya una copia visible al menos de la primera de las dos cintas, que se filmaron simultaneamente desde finales de agosto del año pasado. El proceso de postproducción se está dilatando porque Von Trier edita personalmente las dos versiones de cada largometraje: una al menos parcialmente pornográfica, con sexo real, y otra más "light" para países o sensibilidades menos complacientes.
La película tiene como protagonistas principales a dos actores que ya habían trabajado anteriormente con el realizador escandinavo, la francesa Charlotte Gainsbourg y el sueco Stellan Skarsgard. Junto a ellos estuvieron los norteamericanos Shia LaBeouf, Christian Slater y Willem Dafoe, el británico Jamie Bell, la danesa Connie Nielsen y el alemán Udo Kier. Aunque inicialmente Von Trier especuló sobre que los actores practicaran sexo explícito en la cinta, finalmente las escenas más gráficas se han resuelto con dobles de cuerpo, actores de cine "X", y efectos digitales.
La película trata sobre una mujer que narra al hombre que la ayudado y acogido en su casa, tras encontrarla golpeada y herida en la calle, sus experiencias sexuales a lo largo de más de medio siglo, desde la infancia.
El estreno de la primera película del díptico está previsto para finales de mayo en Dinamarca, pero queda por ver si Cannes acoge o no en su competencia esta cinta del director al que dos años atrás consideró "Persona non grata", después de que en la rueda de prensa de presentación de su film "Melancolía" hiciera alusiones según él irónicas sobre Hitler y los judíos, pero que sentaron muy mal a los organizadores del evento, empezando por el presidente del mismo, de raíces semitas, Gilles Jacob.