Viejos conocidos inician la segunda semana de la Seminci

por © J.A. (Valladolid)-NOTICINE.com
Deepa Mehta
Con tres películas de directores redundantes en la competencia, incluso alguno con un palmarés ganador como el de Goran Paskaljevic, se ha iniciado la segunda semana de competencia de la Semana de Cine de Valladolid, que este lunes presentó a concurso el drama del serbio "Dev Bhoomi", otra muestra del mismo género que se desarrolla en otro punto del mismo país, "Anatomy of Violence", de Deepa Mehta, y la comedia belga "King of the Belgians", de Peter Brosens y Jessica Woodworth.

La primera de ellas cuenta el regreso de un hijo pródigo, como lo son en realidad los cuatro cineastas citados, que participaron todos ellos con títulos precedentes en el festival español. Es precisamente el serbio Paskaljevic el más afortunado, con tres Espigas de Oro en su haber. Tras ser una voz reflexiva sobre los conflictos de los Balcanes, el realizador se fue a la India, para rodar en el Himalaka "Dev Bhoomi", una experiencia de la que "culpa" a su cómplice en la aventura, el actor Victor Banerjee, un veterano astro local "pero que no trabaja para Bollywood", especifica Paskaljevic.

"Hace años estuve de jurado en un festival en la India y allí lo conocí. Hicimos buenas migas y me invitó a visitarlo en su casa del Himilaya. Me organizó un viaje de dos meses por toda la región, y me enamoré del país. Creo que es el más bello paisaje del mundo. Allí surgió la idea de hacer una película juntos, y él no sólo actuó, sino que participó en el guión". La historia trata entre otros temas sobre el sistema de castas, aún vigente especialmente en la India más rural.

"Se trata de la historia de un hombre que está perdiendo la vista, y antes de quedar ciego del todo, en la recta final de su vida, decide regresar al pueblo del Himalaya donde nació. Creo que a pesar de haberla hecho en un escenario y con una temática tan alejada de mi país, es mi película más personal", asegura el autor de "How Harry Became a Tree", que confiesa que prefiere trabajar lejos de Serbia, "para que los subsidios oficiales se los lleven directores más jóvenes, que los hay muy talentosos".

También la India, aunque una gran ciudad, Nueva Delhi, es el escenario de la segunda cinta exhibida en la Seminci este lunes, "Anatomy of Violence", una reconstrucción no necesariamente fiel a la realidad de la violación de una joven en un microbus público que acabó costándole la vida, y que -como subraya la cineasta india afincada en Canadá- generó un movimiento de indignación y protesta que hizo reformar la laxa legislación del país respecto de las violaciones, aunque éstas siguen ocurriendo. "Pero no es cosa ni sólo de ese país y de una clases social determinada. La violencia y las violaciones contra las mujeres ocurren en todos los países, aunque se hable poco de ello. Es un problema al que hay que hacer frente, incluso ustedes los hombres. Hay que cambiar la forma de educar y tratar a las mujeres desde la infancia", dice la veterana cineasta, que el año pasado presentó la colorista y violenta "Beeba Boys".

Esta vez, en cambio, se ocupa sólo de especular sobre la vida de los seis hombres que llevaron a cabo la violación, y el hecho en sí nunca es mostrado. "Reproducir el acto en sí hubiera sido victimizarla de nuevo", sostiene.

En un registro opuesto, la comedia, Peter Brosens, Jessica Woodworth mostraron "King of the Belgians", un falso documental satírico que puso ser bastante más divertido de lo que finalmente resulta, aunque tiene suficiente interés para generar el aplauso como el que se llevó del Teatro Calderón este lunes. El punto de partida es bastante demencial: El rey belga y su séquito se encuentran en Estambul cuando la región francófona de Valonia decide independizarse unilateralmente y romper la unidad del país. El hecho coincide con un fenómeno de explosiones solares que impiden tanto los vuelos de avión como las comunicaciones, y el monarca y su séquito se ven obligados a regresar a su país por carretera, pese a la oposición de sus anfitriones turcos, atravesando los Balcanes.

Cuenta Brosens, que viajó a Valladolid sin su mujer y codirectora, que tras una trilogía muy dramática pero con el elementos absurdos intentaron huir de encasillamientos para hacer siempre con elementos absurdos (y añadiríamos tan surrealistas como la misma realidad) un "mockumentary" sobre la idiotez del nacionalismo y la "humanización" de un rey sujeto habitualmente al protocolo, enfrentado en una divertida road movie a un paseo insospechado por los países balcánicos.

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