Colaboración: San Sebastián 65, poca originalidad hasta en lo más nuestro
- por © NOTICINE.com
Por Jon Apaolaza
Este año, el Festival de San Sebastián se reafirma en sus dos problemas fundamentales de cada año: escasez de estrenos mundiales y desatención hacia el mundo hispano. En el primer número de su especial dedicado al certamen, Variety proclamaba este viernes cómo el donostiarra sigue siendo el festival más importante del ámbito iberoamericano, algo irrefutable, por falta de competencia real (sólo sería comparable Mar del Plata, en decadencia desde hace años, al tratarse del único otro evento de clase "A" según la FIAPF).
Sin embargo, paradójicamente, San Sebastián no se hace valer en ese universo cultural hispano, con una selección de películas españolas y latinoamericanas en su apartado competitivo de las que sólo una, la vasca "Handía" es estreno mundial. Las dos cintas argentinas y las ibéricas que optan a la Concha de Oro fueron estrenadas en Toronto, como la mayoría de las demás cintas.
Una vez más, hay que recordar que lo que hace grande a un festival no es su cantidad de películas, ni siquiera la calidad de éstas, si no va acompañada de la originalidad, es decir, estrenar antes que otros. Miren las anuales selecciones de Cannes, Berlín y Venecia y sabrán de qué hablamos: nuevos títulos, reconocidos cineastas o debutantes de impacto. Eso hace grande a un festival. Replicar los estrenos de Toronto año tras año (y ni siquiera elegir necesariamente los más atractivos) aleja al donostiarra de la élite de los certámenes internacionales.
Volvamos al universo cultural hispano, del que no se si por prejuicios ideológicos San Sebastián parece no querer formar parte decididamente. Sí, hay una sección, Horizontes Latinos, pero está integrada por películas ya vistas en otros festivales del año. Es otra "Perlas" o un resumen de lo mejor programado a lo largo del año por otros eventos. De nuevo no hay originalidad o primicia.
Pero tampoco se vislumbra esa apuesta en la carrera por la Concha de Oro. Sólo concursan dos únicas películas latinoamericanas, "Una especie de familia" y "Alanís", ambas argentinas y ya vistas en Toronto, y otras tres optantes españolas, la citada "Handia" (única inédita) y "Life and Nothing More" y "El autor", procedentes del mismo festival canadiense.
Este año, además, parte de la representación española no compite, sino que se enclava en el "fuera de concurso" o en las "proyecciones especiales", como los films de Sergio G. Sánchez, Borja Cobeaga o Fernando Franco (¿Por cierto, hay alguna diferencia entre estas dos subsecciones relacionadas con la oficial? Y si no, ¿por qué no llamarlas de una sola manera?). En cambio, Francia está presente como productora principal o coproductora en muchas de las cintas en competencia. Por ese lado, sí podemos hablar de una línea preponderantemente europea y específicamente gala, con al menos nueve cintas que exhiben esa nacionalidad entre sus productores.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.
Este año, el Festival de San Sebastián se reafirma en sus dos problemas fundamentales de cada año: escasez de estrenos mundiales y desatención hacia el mundo hispano. En el primer número de su especial dedicado al certamen, Variety proclamaba este viernes cómo el donostiarra sigue siendo el festival más importante del ámbito iberoamericano, algo irrefutable, por falta de competencia real (sólo sería comparable Mar del Plata, en decadencia desde hace años, al tratarse del único otro evento de clase "A" según la FIAPF).
Sin embargo, paradójicamente, San Sebastián no se hace valer en ese universo cultural hispano, con una selección de películas españolas y latinoamericanas en su apartado competitivo de las que sólo una, la vasca "Handía" es estreno mundial. Las dos cintas argentinas y las ibéricas que optan a la Concha de Oro fueron estrenadas en Toronto, como la mayoría de las demás cintas.
Una vez más, hay que recordar que lo que hace grande a un festival no es su cantidad de películas, ni siquiera la calidad de éstas, si no va acompañada de la originalidad, es decir, estrenar antes que otros. Miren las anuales selecciones de Cannes, Berlín y Venecia y sabrán de qué hablamos: nuevos títulos, reconocidos cineastas o debutantes de impacto. Eso hace grande a un festival. Replicar los estrenos de Toronto año tras año (y ni siquiera elegir necesariamente los más atractivos) aleja al donostiarra de la élite de los certámenes internacionales.
Volvamos al universo cultural hispano, del que no se si por prejuicios ideológicos San Sebastián parece no querer formar parte decididamente. Sí, hay una sección, Horizontes Latinos, pero está integrada por películas ya vistas en otros festivales del año. Es otra "Perlas" o un resumen de lo mejor programado a lo largo del año por otros eventos. De nuevo no hay originalidad o primicia.
Pero tampoco se vislumbra esa apuesta en la carrera por la Concha de Oro. Sólo concursan dos únicas películas latinoamericanas, "Una especie de familia" y "Alanís", ambas argentinas y ya vistas en Toronto, y otras tres optantes españolas, la citada "Handia" (única inédita) y "Life and Nothing More" y "El autor", procedentes del mismo festival canadiense.
Este año, además, parte de la representación española no compite, sino que se enclava en el "fuera de concurso" o en las "proyecciones especiales", como los films de Sergio G. Sánchez, Borja Cobeaga o Fernando Franco (¿Por cierto, hay alguna diferencia entre estas dos subsecciones relacionadas con la oficial? Y si no, ¿por qué no llamarlas de una sola manera?). En cambio, Francia está presente como productora principal o coproductora en muchas de las cintas en competencia. Por ese lado, sí podemos hablar de una línea preponderantemente europea y específicamente gala, con al menos nueve cintas que exhiben esa nacionalidad entre sus productores.
Sigue nuestras últimas noticias por TWITTER.