La cineasta Andrea Jaurrieta comparte su experiencia como productora "autogestionada"
- por © Redacción-PRODUCCIONLATINA.com
La opera prima de la española Andrea Jaurrieta, "Eva de día" se estrenó en la reciente edición del Festival de Málaga, compitiendo por la Biznaga de Oro. PRODUCCIONLATINA.com habló con ella en exclusiva sobre su obligada experiencia como gestora de su propia producción, tras intentarlo primero con dos productoras externas. Lo consiguió gracias al Crowdfunding, sistema que recomienda, pese al innegable esfuerzo que representa levantar un proyecto así, independiente y sin ayudas.
"Me ha costado -dice Jaurrieta- mucho tiempo. La empecé a escribir en 2010, después paré un par de años en los que seguí formándome, haciendo un máster de dirección y algunos cortos, porque no había manera de sacarla adelante. La retomé en 2014, y hasta hoy. Ha pasado por varias productoras y al final la he producido yo misma, con mi propia productora y con un equipo muy reducido".
La autofinanciación, detalla, no es un camino de rosas, y llegó a ella tras probar métodos más convencionales: "Cuando estaba con el primer productor de la película, José Nolla, me acompañaba siempre a todas las reuniones y aprendí muchísimo sobre cómo se tenían que hacer las cosas. Después, pasamos a un segundo productor y en el momento en el que él se sale y me quedó yo como cabeza plena del proyecto, bueno, es que ha sido un master realmente. Nos dieron una ayuda pequeñita del gobierno de Navarra, nos buscamos todas las empresas navarras posibles, porque hay unas reducciones fiscales muy potentes, y no entró ni una, había una campaña en mecenazgo y conseguimos 1500 € como mucho. Teníamos que rodar, no había otra oportunidad, no nos iban a volver a dar más dinero. Ante esto, dije: “pues bueno, crowdfunding”. Hicimos cálculos y fuimos a por ello. Fue un salto sin red".
Formada en la ESCAC barcelonesa, Andrea Jaurrieta reconoce que en algún momento de este proceso estuvo tentada de tirar la toalla. "Sí, sobre todo la segunda vez. La primera no, porque seguí trabajando con él en otras películas y, bueno, entendí las razones que me dio. La segunda confiaba mucho en que fuéramos a ser capaces de sacarlo por otro lado, una manera más independiente, porque era un hombre más joven, y cuando se salió me dio mucha rabia. Me cae muy bien y creía que por ahí íbamos a conseguirlo, pero no nos dieron las ayudas públicas y se fue de lo independiente. Es lógico, es un riesgo y hay que estar un poco loco para correrlo, pero no quería que mi película se quedara en un cajón", explica.
Convertirte en tu propia productora exige un notable esfuerzo, paciencia, tesón... y -por qué no decirlo- amor propio, convicción en la calidad de una propuesta como "Ana de día". "Muchos han empezado así. Brian de Palma empezó así, Scorsese empezó así, Coppola empezó así. Si no arriesgas tú y defiendes tú tu propio proyecto, por qué van a tener que venir otros a defenderlo por ti, ¿no? Es jodido, hay que tener muchas ganas y mucho tesón, pero yo sí que lo recomiendo. Cuando eres joven, eso sí. Yo creo que de aquí a diez años este proceso que me lo hagan, ya no voy a poder más, pero sí", reconoce.
Sin querer detallar el presupuesto de su opera prima, Jaurrieta cuenta que la complicidad del equipo técnico y artístico fue imprescindible: "Todos hemos capitalizado en parte nuestros salarios, a la espera de que se venda la película y podamos recuperar. Todo el equipo (desde Ingrid García Jonsson, Iván Luis, yo misma…) hemos trabajado igual y hemos cobrado lo mismo".
La cineasta navarra recuerda que cuando tuvo la película terminada carecía de distribución en salas, pero su selección para el apartado oficial de Málaga hizo que varias puertas se abrieran. "Tenemos algunas ofertas ya, así que estamos muy contentos. Gracias a Málaga tenemos previsión de estrenar pronto en salas de cine. Había otros interesados, pero no terminaba de cuajar, no terminaban de darnos una oferta potente, y gracias a Málaga vamos a conseguirlo", asegura con convicción.
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"Me ha costado -dice Jaurrieta- mucho tiempo. La empecé a escribir en 2010, después paré un par de años en los que seguí formándome, haciendo un máster de dirección y algunos cortos, porque no había manera de sacarla adelante. La retomé en 2014, y hasta hoy. Ha pasado por varias productoras y al final la he producido yo misma, con mi propia productora y con un equipo muy reducido".
La autofinanciación, detalla, no es un camino de rosas, y llegó a ella tras probar métodos más convencionales: "Cuando estaba con el primer productor de la película, José Nolla, me acompañaba siempre a todas las reuniones y aprendí muchísimo sobre cómo se tenían que hacer las cosas. Después, pasamos a un segundo productor y en el momento en el que él se sale y me quedó yo como cabeza plena del proyecto, bueno, es que ha sido un master realmente. Nos dieron una ayuda pequeñita del gobierno de Navarra, nos buscamos todas las empresas navarras posibles, porque hay unas reducciones fiscales muy potentes, y no entró ni una, había una campaña en mecenazgo y conseguimos 1500 € como mucho. Teníamos que rodar, no había otra oportunidad, no nos iban a volver a dar más dinero. Ante esto, dije: “pues bueno, crowdfunding”. Hicimos cálculos y fuimos a por ello. Fue un salto sin red".
Formada en la ESCAC barcelonesa, Andrea Jaurrieta reconoce que en algún momento de este proceso estuvo tentada de tirar la toalla. "Sí, sobre todo la segunda vez. La primera no, porque seguí trabajando con él en otras películas y, bueno, entendí las razones que me dio. La segunda confiaba mucho en que fuéramos a ser capaces de sacarlo por otro lado, una manera más independiente, porque era un hombre más joven, y cuando se salió me dio mucha rabia. Me cae muy bien y creía que por ahí íbamos a conseguirlo, pero no nos dieron las ayudas públicas y se fue de lo independiente. Es lógico, es un riesgo y hay que estar un poco loco para correrlo, pero no quería que mi película se quedara en un cajón", explica.
Convertirte en tu propia productora exige un notable esfuerzo, paciencia, tesón... y -por qué no decirlo- amor propio, convicción en la calidad de una propuesta como "Ana de día". "Muchos han empezado así. Brian de Palma empezó así, Scorsese empezó así, Coppola empezó así. Si no arriesgas tú y defiendes tú tu propio proyecto, por qué van a tener que venir otros a defenderlo por ti, ¿no? Es jodido, hay que tener muchas ganas y mucho tesón, pero yo sí que lo recomiendo. Cuando eres joven, eso sí. Yo creo que de aquí a diez años este proceso que me lo hagan, ya no voy a poder más, pero sí", reconoce.
Sin querer detallar el presupuesto de su opera prima, Jaurrieta cuenta que la complicidad del equipo técnico y artístico fue imprescindible: "Todos hemos capitalizado en parte nuestros salarios, a la espera de que se venda la película y podamos recuperar. Todo el equipo (desde Ingrid García Jonsson, Iván Luis, yo misma…) hemos trabajado igual y hemos cobrado lo mismo".
La cineasta navarra recuerda que cuando tuvo la película terminada carecía de distribución en salas, pero su selección para el apartado oficial de Málaga hizo que varias puertas se abrieran. "Tenemos algunas ofertas ya, así que estamos muy contentos. Gracias a Málaga tenemos previsión de estrenar pronto en salas de cine. Había otros interesados, pero no terminaba de cuajar, no terminaban de darnos una oferta potente, y gracias a Málaga vamos a conseguirlo", asegura con convicción.
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