El argentino Lalo Schifrin recibirá Oscar honorario
- por © Redacción (Argentina)-NOTICINE.com
El compositor argentino afincado en Hollywood Lalo Schifrin recibirá un Oscar honorario, según anunció la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos. Autor del celebérrimo tema de la serie de los años "Misión: Imposible", que ha sobrevivido a su salto a la gran pantalla, donde sigue sonando con Tom Cruise en la pantalla, el músico compartirá este premio con los productores Kathleen Kennedy y Frank Marshall, el veterano publicista Marvin Levy y la actriz Cicely Tyson. Desde hace años, estas recompensas se entregan antes que la gala de los Oscar, y en este caso será el próximo 18 de noviembre.
Nacido en 1932 y criado en Argentina, Schifrin estudió música clásica y jazz en Francia antes de comenzar a componer para cine en Buenos Aires a mediados de la década de 1950. De allí no tardó en probar suerte la década siguiente en Estados Unidos. Es autor de no menos de 100 bandas sonoras, entre ellas las de películas como "The Cincinnati Kid", "Bullitt", "Harry el sucio / Dirty Harry", "Enter the Dragon", "Rush Hour, la serie "Mannix", "La leyenda del indomable / Cool Hand Luke", "La zorra / The Fox", "El viaje de los malditos / "Voyage of the Damned", "Terror en Amityville / The Amityville Horror", "El concurso / The Competition (1980) y "El golpe II / The Sting II". Estas seis últimas cintas recibieron nominaciones al Oscar, aunque ninguna tuvo premio. De ahí que el nombre de Schifrin, cuyo estilo es fundamentalmente devoto del jazz, haya estado durante años entre los potenciales receptores de una estatuilla de honor, lo que por fin ha llegado ahora.
"Si yo no hiciera nada, estaría aburrido. La idea de jubilación me es ajena: para mí, jubilarme sería la muerte en el alma", decía el argentino al diario Clarin hace dos años. "Yo no escribí para tener éxito, escribí y compuse porque me gustaba hacerlo. Y después de tantos años en la industria del cine y la televisión, empecé a darme cuenta de que yo no era el creador de esos proyectos; el creador era el guionista, el director o el productor. Así que decidí crear mis proyectos. Estoy componiendo esa música llamada clásica, en vez de escribir para cine. No estoy dirigiendo porque estoy viejo y no tengo equilibrio para estar parado durante una hora y media o dos. Dirigía de memoria, pero ahora ya no tengo esa energía. Igual, lo que estoy haciendo tiene tanto éxito que me lo están pidiendo de todos lados", añadía.
Schifrin, de ascendencia judía europea, no se considera merecedor de demasiadas recompensas: "No sé si merezco estos premios. Supongamos que usted está caminando y ve al final del camino, muy lejos, una luz. Usted quiere llegar a esa luz porque se está haciendo de noche, y cuando llega quiere descansar. Pero se da cuenta de que más adelante hay otro horizonte y hay otra luz, y quiere ir a esa luz. Y así se da cuenta de que nunca termina de llegar. Eso pasa en ciencia y en arte. Cada vez que encuentro algo que quería, veo más allá algo que quisiera encontrar".
Sobre su tema más popular, el de "Misión: Imposible", recordaba que la música le llegó justo al ver el episodio piloto. "Yo tengo un don. No sé quién me lo dio, pero tengo mucha suerte: a veces, veo una imagen y ya me imagino la música. Cuando me mostraron la primera toma de 'La leyenda del indomable', escuché en mi mente la música exactamente tal como después la escribí y quedó en la película, con dos guitarras acústicas. Y el productor y el director estuvieron de acuerdo. Cuando hicieron el piloto de 'Misión: Imposible' me lo mostraron. Y escribí un tema al que le puse un tambor para hacer una especie de marcha militar, Después, el productor y guionista, Bruce Geller, me pidió lo siguiente: aunque no tenga nada que ver con el argumento, quisiera que escribieras algo que, si la gente está tomando Coca en la cocina y tiene el televisor encendido en el living, cuando lo escuchen salgan corriendo a ver el programa. Un tema que llame la atención, que tenga energía y sea diferente. Y eso es lo que escribí, porque él me lo pidió", comentaba el genial compositor de 86 años.
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Nacido en 1932 y criado en Argentina, Schifrin estudió música clásica y jazz en Francia antes de comenzar a componer para cine en Buenos Aires a mediados de la década de 1950. De allí no tardó en probar suerte la década siguiente en Estados Unidos. Es autor de no menos de 100 bandas sonoras, entre ellas las de películas como "The Cincinnati Kid", "Bullitt", "Harry el sucio / Dirty Harry", "Enter the Dragon", "Rush Hour, la serie "Mannix", "La leyenda del indomable / Cool Hand Luke", "La zorra / The Fox", "El viaje de los malditos / "Voyage of the Damned", "Terror en Amityville / The Amityville Horror", "El concurso / The Competition (1980) y "El golpe II / The Sting II". Estas seis últimas cintas recibieron nominaciones al Oscar, aunque ninguna tuvo premio. De ahí que el nombre de Schifrin, cuyo estilo es fundamentalmente devoto del jazz, haya estado durante años entre los potenciales receptores de una estatuilla de honor, lo que por fin ha llegado ahora.
"Si yo no hiciera nada, estaría aburrido. La idea de jubilación me es ajena: para mí, jubilarme sería la muerte en el alma", decía el argentino al diario Clarin hace dos años. "Yo no escribí para tener éxito, escribí y compuse porque me gustaba hacerlo. Y después de tantos años en la industria del cine y la televisión, empecé a darme cuenta de que yo no era el creador de esos proyectos; el creador era el guionista, el director o el productor. Así que decidí crear mis proyectos. Estoy componiendo esa música llamada clásica, en vez de escribir para cine. No estoy dirigiendo porque estoy viejo y no tengo equilibrio para estar parado durante una hora y media o dos. Dirigía de memoria, pero ahora ya no tengo esa energía. Igual, lo que estoy haciendo tiene tanto éxito que me lo están pidiendo de todos lados", añadía.
Schifrin, de ascendencia judía europea, no se considera merecedor de demasiadas recompensas: "No sé si merezco estos premios. Supongamos que usted está caminando y ve al final del camino, muy lejos, una luz. Usted quiere llegar a esa luz porque se está haciendo de noche, y cuando llega quiere descansar. Pero se da cuenta de que más adelante hay otro horizonte y hay otra luz, y quiere ir a esa luz. Y así se da cuenta de que nunca termina de llegar. Eso pasa en ciencia y en arte. Cada vez que encuentro algo que quería, veo más allá algo que quisiera encontrar".
Sobre su tema más popular, el de "Misión: Imposible", recordaba que la música le llegó justo al ver el episodio piloto. "Yo tengo un don. No sé quién me lo dio, pero tengo mucha suerte: a veces, veo una imagen y ya me imagino la música. Cuando me mostraron la primera toma de 'La leyenda del indomable', escuché en mi mente la música exactamente tal como después la escribí y quedó en la película, con dos guitarras acústicas. Y el productor y el director estuvieron de acuerdo. Cuando hicieron el piloto de 'Misión: Imposible' me lo mostraron. Y escribí un tema al que le puse un tambor para hacer una especie de marcha militar, Después, el productor y guionista, Bruce Geller, me pidió lo siguiente: aunque no tenga nada que ver con el argumento, quisiera que escribieras algo que, si la gente está tomando Coca en la cocina y tiene el televisor encendido en el living, cuando lo escuchen salgan corriendo a ver el programa. Un tema que llame la atención, que tenga energía y sea diferente. Y eso es lo que escribí, porque él me lo pidió", comentaba el genial compositor de 86 años.
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