El cine colombiano perdió público pese a que aumentaron espectadores en 2018
- por © Covadonga Díaz -NOTICINE.com
Durante 2018, pese a que los espectadores totales en salas de cine de Colombia aumentaron en un 2,4% con respecto al año anterior, el número de estrenos colombianos obtuvo una reducción frente a 2017, así como la cantidad de entradas para el cine nacional. Con ello, fueron un total de 41 obras colombianas las estrenadas en 2018 -tres menos respecto al año anterior- en un país que cuenta con 1172 salas de cine en las que se exhibieron un total de 360 estrenos a lo largo del año. Ante esta situación, el informe oficial de ProimagenesColombia esclarece una serie de recomendaciones que traduzcan una mejoría del contexto cinematográfico del país.
El presente informe persigue como principal objetivo describir las características de la distribución cinematográfica en Colombia, en pro de caracterizar los modelos de distribución de las películas. Con ello, demostraron como en 2017 los largometrajes colombianos alcanzaron su máximo histórico con un total de 44 estrenos en salas de cine. Sin embargo, al año siguiente, ese auge se vio reducido a un total de 41, entre los que se registraron 10 documentales, 15 dramas, 14 comedias, 1 animación y 1 terror.
Y lo mismo ocurrió para el público de cine colombiano. Si bien el número total de espectadores en Colombia registró una subida de casi dos puntos respecto al año anterior (2017), no ocurrió lo mismo para los espectadores de películas específicamente colombianas, cuyas cifras pasaron de un 3,73% a un 2,18%, reflejando un notable descenso.
Además, el informe también esclarece como, teniendo en cuenta la participación de espectadores por país de origen de la película, se refleja que un 89% se corresponde a estrenos estadounidenses, dejando tan sólo un 3% para las películas colombianas.
Y lo mismo ocurre con la participación de estrenos por país de origen, donde Estados Unidos se hace con el porcentaje mayoritario -un 41%- seguido de los estrenos europeos -27%-. Con ello, Colombia queda en cuarto puesto con un 11%, dejando a Latinoamérica al final de la cola.
Para la distribución tampoco ha sido su mejor año. Durante el 2017, el catálogo de los distribuidores apenas alcanzó el 23% de los estrenos colombianos, pese a que lograran llevar al 80% de los espectadores a las salas de cine. Y de acuerdo a los profesionales, esto se debe a que las distribuidoras internacionales de grandes dimensiones como 20th Century Fox o Warner Bros. no incluyeron prácticamente películas colombianas en su catálogo.
No obstante, el contexto cambia cuando hablamos de cine independiente. De acuerdo a lo establecido en el documento, los distribuidores consideran su catálogo como una apuesta curatorial, algo que "juega un papel importante en su portafolio". Por ello, aunque reconocen que la taquilla de estas películas suele ser generalmente pequeña, "el hecho de tomar contenidos colombianos hace parte de una decisión ética y de responsabilidad frente al desarrollo de una cinematografía local", a la que se suma una intención de aumentar audiencias para un contenido alejado de lo tradicionalmente comercial.
Ante esta situación, el Programa ha concluido en una serie de recomendaciones que impulsen la distribución cinematográfica del país, ya que muchos de los distribuidores coinciden en que el circuito de salas y espacios alternos para estos contenidos es reducido y precario, pues son "menos de 15 salas aglomeradas en pocas ciudades principales y con una infraestructura generalmente inadecuada que resalta la escasez de capacidades gerenciales para la programación, el desarrollo del público y el aseguramiento de condiciones técnicas apropiadas", de acuerdo a lo establecido en el informe.
Por ello, aconsejan una serie de soluciones que permitan mejorar la situación cinematográfica del país: el fortalecimiento de programadores, un circuito de salas alternas, la cofinanciación de estrategias de distribución de catálogos de riesgo, un aumento de capacidades, información y conocimiento "a partir del conocimiento que la trayectoria y la experiencia otorgan" y el fortalecimiento de desarrolladores de audiencia en un sentido de "calentamiento previo" para la promoción de una película, con el objetivo de generar un "voz a voz entre el público potencial de la película, fundamental para un buen desempeño en taquilla".
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El presente informe persigue como principal objetivo describir las características de la distribución cinematográfica en Colombia, en pro de caracterizar los modelos de distribución de las películas. Con ello, demostraron como en 2017 los largometrajes colombianos alcanzaron su máximo histórico con un total de 44 estrenos en salas de cine. Sin embargo, al año siguiente, ese auge se vio reducido a un total de 41, entre los que se registraron 10 documentales, 15 dramas, 14 comedias, 1 animación y 1 terror.
Y lo mismo ocurrió para el público de cine colombiano. Si bien el número total de espectadores en Colombia registró una subida de casi dos puntos respecto al año anterior (2017), no ocurrió lo mismo para los espectadores de películas específicamente colombianas, cuyas cifras pasaron de un 3,73% a un 2,18%, reflejando un notable descenso.
Además, el informe también esclarece como, teniendo en cuenta la participación de espectadores por país de origen de la película, se refleja que un 89% se corresponde a estrenos estadounidenses, dejando tan sólo un 3% para las películas colombianas.
Y lo mismo ocurre con la participación de estrenos por país de origen, donde Estados Unidos se hace con el porcentaje mayoritario -un 41%- seguido de los estrenos europeos -27%-. Con ello, Colombia queda en cuarto puesto con un 11%, dejando a Latinoamérica al final de la cola.
Para la distribución tampoco ha sido su mejor año. Durante el 2017, el catálogo de los distribuidores apenas alcanzó el 23% de los estrenos colombianos, pese a que lograran llevar al 80% de los espectadores a las salas de cine. Y de acuerdo a los profesionales, esto se debe a que las distribuidoras internacionales de grandes dimensiones como 20th Century Fox o Warner Bros. no incluyeron prácticamente películas colombianas en su catálogo.
No obstante, el contexto cambia cuando hablamos de cine independiente. De acuerdo a lo establecido en el documento, los distribuidores consideran su catálogo como una apuesta curatorial, algo que "juega un papel importante en su portafolio". Por ello, aunque reconocen que la taquilla de estas películas suele ser generalmente pequeña, "el hecho de tomar contenidos colombianos hace parte de una decisión ética y de responsabilidad frente al desarrollo de una cinematografía local", a la que se suma una intención de aumentar audiencias para un contenido alejado de lo tradicionalmente comercial.
Ante esta situación, el Programa ha concluido en una serie de recomendaciones que impulsen la distribución cinematográfica del país, ya que muchos de los distribuidores coinciden en que el circuito de salas y espacios alternos para estos contenidos es reducido y precario, pues son "menos de 15 salas aglomeradas en pocas ciudades principales y con una infraestructura generalmente inadecuada que resalta la escasez de capacidades gerenciales para la programación, el desarrollo del público y el aseguramiento de condiciones técnicas apropiadas", de acuerdo a lo establecido en el informe.
Por ello, aconsejan una serie de soluciones que permitan mejorar la situación cinematográfica del país: el fortalecimiento de programadores, un circuito de salas alternas, la cofinanciación de estrategias de distribución de catálogos de riesgo, un aumento de capacidades, información y conocimiento "a partir del conocimiento que la trayectoria y la experiencia otorgan" y el fortalecimiento de desarrolladores de audiencia en un sentido de "calentamiento previo" para la promoción de una película, con el objetivo de generar un "voz a voz entre el público potencial de la película, fundamental para un buen desempeño en taquilla".
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