Ley de Cine peruana logra su primera aprobación parlamentaria
- por © Matilde Hellin -NOTICINE.com
El pleno del Congreso de la República peruana aprobó el pasado miércoles en primera votación, con 41 votos a favor, 27 en contra y 7 abstenciones, la Ley de Promoción de la Actividad Cinematográfica y el Audiovisual, conocida como la "Ley de Cine". La nueva normativa ampliará los fondos destinados al cine, que provendrán de los consensos de la Ley del presupuesto público de cada año, hasta los 25 millones de soles (alrededor de 7,5 millones de dólares), de los cuales el 40% del total se invertirá en promover la industria cinematográfica en las regiones. El proyecto será sometido la próxima semana a una segunda votación.
"Es deber del Estado actualizarse y hacer leyes que vayan a la par con el momento actual", ha dicho Francesco Petrozzi, principal promotor de la ley. El parlamentario ha añadido que la normativa debe representar "una importante estrategia de inversión a favor de esta actividad económica por parte del sector privado".
El objetivo de la ley es "promover la actividad cinematográfica y audiovisual peruana, a fin de contribuir a su desarrollo integral, sostenido e inclusivo; tanto en territorio peruano, como en el extranjero". Con la normativa se espera que el cine nacional compita con otros países de la región gracias a los incentivos y puedan ser exportadas a nivel internacional, para "mostrar nuestra vasta riqueza natural y cultural en el extranjero", según defiende Petrozzi.
Aunque el proyecto de ley ha salido adelante, hay voces que critican la nueva normativa, principalmente por considerar que tiene un marcado interés mercantilista y un fin comercial, que deja de lado su finalidad como vehículo de expresión diverso e intercultural.
La nueva legislación, fruto del remiendo de siete propuestas anteriores, propone cambios estratégicos con respecto a la vigente, ya que permite financiar proyectos audiovisuales como series de televisión, contenidos para medios digitales audiovisuales, festivales, acciones de formación y rescate del patrimonio audiovisual.
El texto fue aprobado después de que se negara la cuestión previa planteada por la congresista Karina Beteta para que el proyecto regresara a la Comisión de Cultura. Beteta y su grupo parlamentario, la bancada de Fuerza Popular, se han posicionado en contra de la nueva ley. Para la legisladora, la propuesta quizá "quiere apoyar a algunos amigos en especial", y se pregunta si "¿esto es una ley con nombre propio?", añadiendo que "los recursos económicos deben ir a quien requiere o seguro queremos más 'Combate', más 'Esto es Guerra'". Durante el debate sobre la ley, la formación manifestó que consideraba que la propuesta beneficia a "privados".
La ley propone incentivos fiscales para personas naturales o jurídicas que donen recursos a proyectos cinematográficos o audiovisuales, que podrán deducirse hasta el 10% del impuesto a la renta neta del año en el que hicieron la donación. Esto supone que este tipo de ayuda para el cine dependerá de los ingresos de las empresas donantes y de la capacidad de las productoras cinematográficas de contar con ellos. La ley no establece límites de donaciones por producción.
La normativa excluye algunas de las propuestas de proyectos de ley anteriores, por ejemplo, la creación de una escuela pública de cine o la creación de una cinemateca. Tampoco menciona de manera relevante a las salas de cine, principales exhibidores del producto cinematográfico, para distribuir y visionar el cine nacional.
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"Es deber del Estado actualizarse y hacer leyes que vayan a la par con el momento actual", ha dicho Francesco Petrozzi, principal promotor de la ley. El parlamentario ha añadido que la normativa debe representar "una importante estrategia de inversión a favor de esta actividad económica por parte del sector privado".
El objetivo de la ley es "promover la actividad cinematográfica y audiovisual peruana, a fin de contribuir a su desarrollo integral, sostenido e inclusivo; tanto en territorio peruano, como en el extranjero". Con la normativa se espera que el cine nacional compita con otros países de la región gracias a los incentivos y puedan ser exportadas a nivel internacional, para "mostrar nuestra vasta riqueza natural y cultural en el extranjero", según defiende Petrozzi.
Aunque el proyecto de ley ha salido adelante, hay voces que critican la nueva normativa, principalmente por considerar que tiene un marcado interés mercantilista y un fin comercial, que deja de lado su finalidad como vehículo de expresión diverso e intercultural.
La nueva legislación, fruto del remiendo de siete propuestas anteriores, propone cambios estratégicos con respecto a la vigente, ya que permite financiar proyectos audiovisuales como series de televisión, contenidos para medios digitales audiovisuales, festivales, acciones de formación y rescate del patrimonio audiovisual.
El texto fue aprobado después de que se negara la cuestión previa planteada por la congresista Karina Beteta para que el proyecto regresara a la Comisión de Cultura. Beteta y su grupo parlamentario, la bancada de Fuerza Popular, se han posicionado en contra de la nueva ley. Para la legisladora, la propuesta quizá "quiere apoyar a algunos amigos en especial", y se pregunta si "¿esto es una ley con nombre propio?", añadiendo que "los recursos económicos deben ir a quien requiere o seguro queremos más 'Combate', más 'Esto es Guerra'". Durante el debate sobre la ley, la formación manifestó que consideraba que la propuesta beneficia a "privados".
La ley propone incentivos fiscales para personas naturales o jurídicas que donen recursos a proyectos cinematográficos o audiovisuales, que podrán deducirse hasta el 10% del impuesto a la renta neta del año en el que hicieron la donación. Esto supone que este tipo de ayuda para el cine dependerá de los ingresos de las empresas donantes y de la capacidad de las productoras cinematográficas de contar con ellos. La ley no establece límites de donaciones por producción.
La normativa excluye algunas de las propuestas de proyectos de ley anteriores, por ejemplo, la creación de una escuela pública de cine o la creación de una cinemateca. Tampoco menciona de manera relevante a las salas de cine, principales exhibidores del producto cinematográfico, para distribuir y visionar el cine nacional.
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