"Pancho" Lombardi cumplió 70 años con su último film parado por falta de fondos
- por © Lidia Waya -NOTICINE.com
El cineasta peruano Francisco "Pancho" Lombardi, quien celebró su 70 cumpleaños el pasado sábado, es considerado el "padre" del nuevo cine nacional, tras obtener éxitos como "La ciudad y los perros", "Tinta roja", "Caídos del cielo", "No se lo digas a nadie" o "Pantaleón y las visitadoras". Sin embargo, y pese a sus reconocimientos a lo largo de sus más de cuarenta años de trayectoria, su última película rodada, "Amelia", ha quedado inacaba por falta de dinero.
Así lo ha reconocido en declaraciones al diario limeño El Comercio, diciendo que la cinta está "un poco estancada por falta de financiamiento". "Amelia" es su décimo octava película, a la que definió como "la historia de un millonario que está en sus últimos años de vida. Enfermo recibe a una enfermera que se hace cargo de él. Entonces, la película es un poco la relación que se va estableciendo entre este hombre mayor y la joven. Es un hombre despótico, amargado, que tiene mucho dinero pero que es infeliz. Mientras que la muchacha es todo lo contrario. La historia se desarrolla en Lima, en una casa muy grande y bonita del hombre adinerado. Mientras que en el caso de la chica ella vive en un pueblo joven".
Ambos personajes están interpretados por actores que repiten con Lombardi. En primer lugar, uno de sus actores fetiche, Gustavo Bueno, y con él Mayella Lloclla, quien participó en la última cinta del tacneño, "Dos besos" (2015). "Cada proyecto para mí es un mundo nuevo y de constante aprendizaje", ha dicho la actriz en sus redes sociales.
En esta misma entrevista, el director aprovechó para echar la vista atrás y recordar su carrera. Él mismo se define en sus comienzos como "un cinéfilo que amaba el cine y que quería hacer películas. Comencé con cortometrajes hace 45 años y hoy siento que me interesa hacer películas para discutir lo que está sucediendo en nuestros días. Ahora siento que me interesa contar historias que permitan una discusión".
Lombardi no ve solo un cambio en el cine sino también siente que "ha cambiado el público, han cambiado los gustos y hasta el lenguaje cinematográfico ha cambiado. Antes debías tener muchísimo cuidado con la continuidad de las imágenes, ahora eso se ha transformado. El gusto también ha cambiado. Antes una película como 'Tinta roja' convocaba a 100 000 espectadores; hoy una película del mismo tipo puede hacer 15 000. Ahora la gente prefiere comedias o cintas de superhéroes. Y hoy también es más barato hacer películas".
Lombardi recuerda cuando él empezó y define la tarea de hacer películas como "complicada", porque "no había concursos que te financiaran, no había Ministerio de Cultura que te diera dinero. Para mi primera película viajé a Venezuela a fin de buscar coproductor. Pero siento que tuve suerte porque una película peruana era algo novedoso, porque no se hacía cine peruano; entonces el público fue a los cines a ver qué se estaba haciendo. También era mucho más fácil promocionar la película, porque un par de anuncios en los periódicos bastaban para que todos supieran que había una película peruana en cartelera".
Aun así, Lombardi no cambia nada de lo sucedido: "A mí me gusta mucho la imagen fotoquímica. Además, me alimenta mucho el recuerdo de hacer cine con todas sus dificultades y problemas. Antes filmábamos y no sabíamos lo que habíamos hecho. El material debíamos mandarlo al extranjero y esperar entre tres y cuatro semanas para que nos enviaran los rollos y recién ver lo que habíamos grabado. Hoy puedes ver el resultado en la pantalla un segundo después de grabar, corregir, empezar a editar mentalmente con la imagen que tienes en frente".
Durante estos más de cuarenta años, Lombardi ha trabajado no solo en cine, sino también en teatro. Aunque lo describe como "muy interesante para mí", también lo ve como algo un poco lejano porque, según lo ve Lombardi, "el teatro tiene un problema y es que, si quisiera hacer una obra, recién me darían fecha para dentro de un año o año y medio. Y no sé si dentro de un año querré dirigir esa obra ni si contaré con los actores con los que quiero trabajar. Tal vez, esta sensación de urgencia que yo tengo cuando voy a hacer algo está un poco lejos de lo que es el teatro".
También ha trabajado en la formación de nuevos cineastas: "Hace cuatro años un grupo de personas de la Escuela Epic me preguntó si me interesaba participar, y ya se está viendo chicos que están saliendo. Es algo que me interesa mucho, me llena ayudar a que haya nuevos cineastas. Hace poco una egresada de la escuela participó en un concurso de proyectos cinematográficos donde yo también participé. Ella ganó y yo no. Y como ella, cada tres años egresan entre 15 y 20 cineastas".
Sobre nuevos directores que le parezcan interesantes, Lombardi nombra a "Josué Méndez, los hermanos Vega, Héctor Gálvez, Eduardo Mendoza y Joel Calero".
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Así lo ha reconocido en declaraciones al diario limeño El Comercio, diciendo que la cinta está "un poco estancada por falta de financiamiento". "Amelia" es su décimo octava película, a la que definió como "la historia de un millonario que está en sus últimos años de vida. Enfermo recibe a una enfermera que se hace cargo de él. Entonces, la película es un poco la relación que se va estableciendo entre este hombre mayor y la joven. Es un hombre despótico, amargado, que tiene mucho dinero pero que es infeliz. Mientras que la muchacha es todo lo contrario. La historia se desarrolla en Lima, en una casa muy grande y bonita del hombre adinerado. Mientras que en el caso de la chica ella vive en un pueblo joven".
Ambos personajes están interpretados por actores que repiten con Lombardi. En primer lugar, uno de sus actores fetiche, Gustavo Bueno, y con él Mayella Lloclla, quien participó en la última cinta del tacneño, "Dos besos" (2015). "Cada proyecto para mí es un mundo nuevo y de constante aprendizaje", ha dicho la actriz en sus redes sociales.
En esta misma entrevista, el director aprovechó para echar la vista atrás y recordar su carrera. Él mismo se define en sus comienzos como "un cinéfilo que amaba el cine y que quería hacer películas. Comencé con cortometrajes hace 45 años y hoy siento que me interesa hacer películas para discutir lo que está sucediendo en nuestros días. Ahora siento que me interesa contar historias que permitan una discusión".
Lombardi no ve solo un cambio en el cine sino también siente que "ha cambiado el público, han cambiado los gustos y hasta el lenguaje cinematográfico ha cambiado. Antes debías tener muchísimo cuidado con la continuidad de las imágenes, ahora eso se ha transformado. El gusto también ha cambiado. Antes una película como 'Tinta roja' convocaba a 100 000 espectadores; hoy una película del mismo tipo puede hacer 15 000. Ahora la gente prefiere comedias o cintas de superhéroes. Y hoy también es más barato hacer películas".
Lombardi recuerda cuando él empezó y define la tarea de hacer películas como "complicada", porque "no había concursos que te financiaran, no había Ministerio de Cultura que te diera dinero. Para mi primera película viajé a Venezuela a fin de buscar coproductor. Pero siento que tuve suerte porque una película peruana era algo novedoso, porque no se hacía cine peruano; entonces el público fue a los cines a ver qué se estaba haciendo. También era mucho más fácil promocionar la película, porque un par de anuncios en los periódicos bastaban para que todos supieran que había una película peruana en cartelera".
Aun así, Lombardi no cambia nada de lo sucedido: "A mí me gusta mucho la imagen fotoquímica. Además, me alimenta mucho el recuerdo de hacer cine con todas sus dificultades y problemas. Antes filmábamos y no sabíamos lo que habíamos hecho. El material debíamos mandarlo al extranjero y esperar entre tres y cuatro semanas para que nos enviaran los rollos y recién ver lo que habíamos grabado. Hoy puedes ver el resultado en la pantalla un segundo después de grabar, corregir, empezar a editar mentalmente con la imagen que tienes en frente".
Durante estos más de cuarenta años, Lombardi ha trabajado no solo en cine, sino también en teatro. Aunque lo describe como "muy interesante para mí", también lo ve como algo un poco lejano porque, según lo ve Lombardi, "el teatro tiene un problema y es que, si quisiera hacer una obra, recién me darían fecha para dentro de un año o año y medio. Y no sé si dentro de un año querré dirigir esa obra ni si contaré con los actores con los que quiero trabajar. Tal vez, esta sensación de urgencia que yo tengo cuando voy a hacer algo está un poco lejos de lo que es el teatro".
También ha trabajado en la formación de nuevos cineastas: "Hace cuatro años un grupo de personas de la Escuela Epic me preguntó si me interesaba participar, y ya se está viendo chicos que están saliendo. Es algo que me interesa mucho, me llena ayudar a que haya nuevos cineastas. Hace poco una egresada de la escuela participó en un concurso de proyectos cinematográficos donde yo también participé. Ella ganó y yo no. Y como ella, cada tres años egresan entre 15 y 20 cineastas".
Sobre nuevos directores que le parezcan interesantes, Lombardi nombra a "Josué Méndez, los hermanos Vega, Héctor Gálvez, Eduardo Mendoza y Joel Calero".
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